Por Ben Brumfield
(CNN)- El Nobel de Literatura Günter Grass murió este lunes a los 87 años, informó su editorial.
El autor de El tambor de hojalata murió en una clínica en la ciudad de Lübeck, Alemania, a donde fue llevado el fin de semana, informó la portavoz de la editorial Steidl, Claudia Glenewinkel.
Grass centró gran parte de su trabajo literario en el aprendizaje de los horrores de la guerra, mediante la exploración de su infancia en la ciudad de Danzig, ahora conocido como Gdansk, Polonia.
“Sus personajes son los olvidados, los oprimidos”, dijo que el comité Nobel , cuando se le otorgó el Premio de Literatura en 1999. “Y como el niño en El tambor de hojalata, a menudo ellos caen en situaciones surrealistas”.
¿Quién era Günter Grass?
Grass murió en una clínica en la ciudad de Luebeck, a donde fue trasladado durante el fin de semana, dijo la portavoz de la editorial Steidl, Claudia Glenewinkel. Los medios alemanes informan que murió de neumonía. Tenía 87 años.
Grass enfocó gran parte de su trabajo en aprender de los horrores de la guerra y el genocidio al explorar los temas de la ciudad de Danzing, donde vivió cuando era niño, la cual ahora es Gdansk, Polonia.
Durante la era nazi, las minorías polacas y judías fueron perseguidas y deportadas de la ciudad multicultural, en una época en la que enfrentaban la posibilidad de ser asesinados en masa.
“En su excavación del pasado, Günter Grass profundiza más que nadie y desentierra las raíces entrelazadas del bien y el mal”, escribió el comité del Premio Nobel cuando se le otorgó el premio de literatura en 1999.
Polémica: Waffen SS, Israel
Pero Grass, una figura pública que se expresaba con franqueza, ha desatado controversias en la última década.
En 2006, confesó que a la edad de 15 años, en 1943, se ofreció como voluntario para prestar servicio militar en la guerra de agresión alemana y terminó en las Waffen SS, un sangriento cuerpo de combate.
Grass dijo que no tenía excusas para las decisiones que tomó en aquel entonces y que, como adolescente, incluso pudo haber estado ilusionado por pertenecer a la unidad, la cual consideraba como un grupo de élite.
Un año más tarde, escribió un relato detallado en The New Yorker sobre cómo pasó sus años de la guerra hasta la muerte del dictador alemán Adolf Hitler.
Hace tres años, Grass causó polémica de nuevo cuando publicó un poema en un periódico alemán en el que disuadía a Alemania de vender más submarinos a Israel.
En “Lo que debe decirse”, Grass acusó a Alemania de vender armas a un posible agresor por un sentimiento de culpa sobre el Holocausto. Grass dijo que Israel podría usar armas nucleares para el asesinato de iraníes en masa.
Varios comentaristas alemanes lo tildaron de que subconscientemente, era un antisemita.
Israel pidió una revocación de su visa, y quien en ese momento era el ministro del Interior, Eli Yishai, declaró que Grass era una “persona non grata” en Israel, según informó el Jerusalem Post.
Innovador literario
Los personajes de las novelas de Grass son los olvidados, los oprimidos y los extraños, dijo el comité del Premio Nobel. Y al igual que Oskar Matzerath, el niño de “El tambor de hojalata”, estos con frecuencia caen en situaciones surrealistas.
Esta fue una innovación literaria, dijo el comité, la cual fue promovida por otros grandes autores, como Gabriel García Márquez, Nadine Gordimer y Salman Rushdie.
El lunes, Rushdie publicó un tuit sobre la muerte de Grass: “Esto es muy triste. Era un verdadero gigante, inspiración y amigo”.
Esto es muy triste. Era un verdadero gigante, inspiración y amigo. Toca el tambor por él, pequeño Oskar. https://t.co/5b4Y7fTtin
Salman Rushdie (@SalmanRushdie) 13 de abril de 2015
“El tambor de hojalata”, el cual fue publicado en 1959, “rompe los límites del realismo al tener como protagonista y narrador a una inteligencia infernal en el cuerpo de un niño de tres años, un monstruo que domina a los otros seres humanos con los que se encuentra con la ayuda de un tambor de juguete”, escribió el comité del Premio Nobel.
El comité elogió el dominio de Grass del idioma alemán y su capacidad de ingeniosamente aprovecharse de sus posibilidades de crear oraciones aparentemente interminables, pero llenas de gracia a la vez.
Grass era un ícono en la cultura alemana contemporánea con una apariencia icónica e inmutable: su espeso bigote, sus ojos que observaban todo sobre sus lentes y una pipa de tabaco como su constante compañera en mano.
En sus últimos años, llegó a ser conocido por su crítica continua a la historia de la humanidad en el siglo XX… y de los acontecimientos actuales.
Críticas contra el movimiento PEGIDA
Apenas en marzo, Grass criticó al PEGIDA, el movimiento de los Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente. Él utilizó la oportunidad para asestar un golpe al gobierno, el cual dijo había sido corrompido por intereses monetarios.
“No es el Islam lo que amenaza a la República Federal de Alemania”, dijo en una entrevista con rp-online.de, “sino el cabildeo político. La democracia se ha convertido en una falsa democracia”.
Grass también sugirió que los alemanes deberían estar obligados a invitar a los refugiados de regiones en crisis a vivir en sus casas, como una forma de ofrecer un mayor refugio a las personas desamparadas del mundo.