Por Jillian Eugenios
(CNN Money) – Es la hora feliz en un bar subterráneo de Manhattan, y Leanne Pittsford les está preguntando a las lesbianas que se desempeñan en la tecnología qué es lo que quieren.
“Todas ustedes son personas influyentes”, dice. “Saben lo que está pasando aquí”.
Las mujeres de la comunidad LGBT están avanzando en el mundo de la tecnología, pero necesitan ayuda para encontrar apoyo en dicha área dominada por los hombres.
Pittsford, fundadora del grupo Lesbians Who Tech, será la anfitriona de una cumbre en Nueva York a finales de este año, y organizó la hora feliz para averiguar qué haría que el evento fuera exitoso.
Lesbians Who Tech, un grupo que se inició en un bar de San Francisco en 2012,, ha crecido hasta incluir a 9.000 miembros a nivel mundial.
La organización es solo una de muchas que ayudan a las mujeres que son parte de la comunidad LGBT a conectarse entre sí, a empezar sus propios negocios y a tener acceso a una creciente red de mentores e inversionistas LGBT. Se trata de una necesidad importante, dado que las mujeres en la tecnología ganan mucho menos que los hombres y se sienten menos satisfechas con sus trabajos, según un estudio de Glassdoor publicado el año pasado.
“Cuando nos reunimos, podemos empezar a pensar en algunos de estos problemas y podemos abordarlos”, dijo Pittsford, y añadió que ella no siempre ve los asuntos de la comunidad LGBT como parte de la conversación más amplia acerca de la diversidad en Silicon Valley.
“Todos sabemos que hay muy pocas mujeres en el campo de la tecnología. Si nos enfocamos en las lesbianas en la tecnología, la cifra es muy baja”, dijo Marie Trexler, directora del programa de mentores de emprendedoras lesbianas para StartOut, una organización sin ánimo de lucro que trabaja para crear más líderes de negocios identificados con la comunidad LGBT. “La identidad sexual no siempre está en el primer plano de tu vida de negocios, pero puede estarlo, y eso puede ser muy valioso”.
Hace unos cuantos años, Trexler empezó a asistir a eventos de tecnología para personas gay, pero encontró, como era de esperarse, que los participantes en su mayoría eran hombres.
“A menudo estaba yo, dos o tres amigas y de 50 a 60 chicos”, dijo Trexler, una capitalista de riesgo con experiencia.
Cuando empezó a preguntarles a las lesbianas en el campo de la tecnología qué era lo que querían, una y otra vez decían que querían mentores.
“El componente de tener un modelo a seguir realmente hace la diferencia”, dijo Trexler.
Con el programa de StartOut de iniciativa empresarial para lesbianas, cada participante trabaja con un mentor durante seis meses. Trexler dijo que uno de los mayores retos para las participantes es el financiamiento, lo cual aplica para las mujeres emprendedoras en todos los ámbitos.
Varios fondos se han puesto en marcha para apoyar a las emprendedoras identificadas con la comunidad LGBT.
VentureOut le ofrece financiamiento a los emprendimientos que se encuentren en sus primeras fases, y hayan sido establecidos por líderes de negocios que son parte de la comunidad LGBT. LGBT Capital adopta un ángulo distinto, al apoyar a compañías que se enfocan en el mercado de consumidores LGBT.
Conseguir inversionistas es una parte importante del programa de Trexler.
Esto hizo una diferencia para B. Cole, fundadora de Brioxy, una plataforma que será lanzada próximamente y ayuda a las personas de color a encontrar becas de investigación. Ella completó el programa StartOut el año pasado.
“Como una persona de color que se identifica como una lesbiana y alguien de género no conforme, las cosas están en tu contra, según dicen”, dijo. El programa la ayudó a identificar inversores y construir una red de contactos.
Ella quiere recaudar 500.000 dólares el próximo año, más los 15.000 dólares que recaudó en Indiegogo el año pasado. “Estoy lista para aumentar el tamaño del equipo e ir detrás de una mayor participación de mercado”, dijo.
Para las mujeres que podrían no querer iniciar sus propios emprendimientos, pero aun así tienen la mirada puesta en el campo de la tecnología, Pittsfrod dijo que los eventos como el suyo hacen que mujeres inspiradoras se reúnan.
En una cumbre, Megan Smith, a quien el presidente Obama nombró el año pasado como directora de tecnología de Estados Unidos, dio una charla y luego se quedó para hablar con los asistentes.
Pittsford dijo que la fila para hablar con Smith casi se salía de la puerta, y son mujeres como ella las que proporcionan un buen modelo a seguir no solo para las mujeres en la comunidad LGBT, sino para las mujeres en todas partes.
Eso significa mucho para Pittsford, quien dijo que antes de que iniciara su organización, las mujeres ni siquiera tenían a una persona a quién admirar en el campo de la tecnología que fuera lesbiana.
“Pensé ‘aquí hay algo que podemos solucionar’”, dijo.