(CNN) - Thomas Nybo, fotógrafo independiente, estaba sentado en una cafetería en el distrito Temal de Katmandú, cuando se registró el azote del terremoto. Parecía ser un temblor leve al principio, pero poco a poco fue ganando intensidad, le dijo a CNN.
Miles salieron a las calles de Temal, un centro turístico densamente poblado.
“Esta región no es ajena a los terremotos”, agregó. “Mucha gente tenía la misma sensación: se trata de un temblor, ya pasó, pero ese no era el caso. En esta ocasión estaban en un territorio desconocido. Es básicamente un libro no escrito.”
Fuera de cafetería, en Temal, Nybo dijo que vio a un grupo de mujeres reunirse cerca de lo que había sido un edificio de seis pisos. Una mujer dijo que había niños atrapados bajo los escombros.
“Corrimos de un lado a otro alrededor y sobre los escombros, sin poder escuchar nada”, dijo. “No había ninguna posibilidad de que hubieran sobrevivido.”
Cerca de allí, otro edificio había colapsado en un área donde la gente del lugar va a lavar ropa y recoger agua, dijo Nybo. Una voz se oyó entre los escombros.
“Un grupo principalmente de turistas empezó a recoger piedras, martillos y picos, y a romper a través de una reforzada pared de concreto para llegar hasta esa persona. Les tomó cerca de dos horas para romper el muro y cortar las barras de refuerzo con una sierra de arco, para sacar con vida a un hombre”.
Dos cadáveres fueron encontrados cerca del lugar de donde fue rescatado el sobreviviente, dijo Nybo. No muy lejos, se descubrieron los cuerpos de tres o cuatro mujeres.
”¿Quién sabe cuántos muertos más yacen bajo los escombros?” se preguntó.
Nybo agregó que los soldados no aparecieron en las calles hasta dos horas después del terremoto.
“Es muy difícil tener una idea de cualquier tipo de respuesta en esta emergencia”, señaló.
Las calles de Katmandú están llenas de miles de lugareños y turistas que se niegan a volver a sus casas u hoteles debido a las réplicas que se sintieron por varias horas.