Los padres de los bebés fallecidos se negaron a que se  practicaran las autopsias a los cuerpos de sus hijos. Al parecer dos pequeñitos murieron tras recibir unas vacunas  (Raúl Vera López).

(CNNMéxico) — Había cumplido 30 días de nacida y la iban a llamar Yadira. Sin embargo la niña, uno de los dos menores que murió el pasado viernes presuntamente por la aplicación de vacunas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) no tenía una identidad oficial.

Su nacimiento no había sido registrado y no formaba parte de ningún indicador demográfico o poblacional.

En la localidad La Pimienta, ubicada en un cerro árido devastado por la extracción minera y la sobreexplotación de cultivos de maíz, los padres de los casi 1.000 niños del lugar tardan años en registrarlos. No se encuentran en ningún índice oficial. Muchos de ellos nacen en sus casas, atendidos por parteras.

En La Pimienta -donde personal del programa IMSS-Prospera llegó a aplicar el Programa Nacional de Vacunación- no hay hospitales, no hay clínicas, apenas hay un centro de salud comunitario que forma parte de los centros de salud del proyecto gubernamental, pero que está compuesto por un par de cuartos de bloque de cemento y techo de lámina, y un cobertizo donde ocasionalmente se sientan los pobladores, para recibir alguna consulta, “cuando le toca llegar al médico”.

En el interior del inmueble, en unas repisas polvorientas, hay algunos frascos de paracetamol y otras pastillas que componen todo el botiquín. Unas sillas y mesas son el mobiliario.

La Pimienta es una de las 124 comunidades que componen el municipio de Simojovel, un municipio catalogado por las autoridades como de “alta marginación” y conocido a nivel internacional por el ámbar que se obtiene de sus minas y que, convertido en joyas, deja miles de pesos a los intermediarios que lo comercializan.

Pero a Beralaín González Penagos, de 22 años, padre de Yadira, quien se dedica a la extracción, el ámbar no le deja lo suficiente para sobrevivir, ni siquiera para pagar el servicio médico para su familia.

En Simojovel, de acuerdo a las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), 4 de cada 10 personas no tienen acceso a ningún servicio de salud. Y los poco más de 24.000 pobladores que cuentan con algún tipo de asistencia médica del sector público –estatal o federal– deben esperar a ser atendidos por alguno de los 32 médicos designados al municipio.

La situación de Vicente López Gómez, de 33 años de edad, padre de cinco hijos, tampoco es diferente a la de Beralaín. Su hijo Emmanuel Francisco tenía 28 días de nacido cuando le aplicaron las vacunas del cuadro básico.

El viernes 8 de mayo, a través de un alta voz, anunciaron en la comunidad que personal médico del IMSS aplicaría vacunas a los recién nacidos. Su esposa Amalia Hernández, de 30 años de edad, acudió con su hijo en brazos. Esperó varias horas hasta que le aplicaron las vacunas a Emmanuel Francisco.

Al poco tiempo empezó la fiebre, el adormecimiento interrumpido por las convulsiones y síntomas que los papás de los niños afectados, describen como signo de un dolor intenso en la cabeza de sus hijos.

Tras su muerte y la denuncia por lo sucedido, autoridades de Simojovel regalaron a las dos familias los féretros para enterrar a sus hijos.

Indignados por lo sucedido, los padres no dejaron que el personal médico que llegó a la comunidad le realizara la autopsia a los niños.

6 niños continúan graves

El Instituto Mexicano del Seguro Social dio a conocer que 29 niños permanecen hospitalizados, 23 están estables y 6 se encuentran graves.

En un comunicado, detalla que “ya se encuentra en el lugar un equipo encabezado por el director médico del Instituto, el responsable de Epidemiología Nacional, la directora del Programa IMSS Prospera, el jefe de las delegaciones, la responsable de atención a los derechohabientes y especialistas en vacunación y toxicología”.

Por parte de la Secretaría de Salud, personal de Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), así como personal de la Secretaría de Salud del Centro Nacional para la Salud de la Infancia y Adolescencia.

“Las dependencias Federales están trabajando en estrecha coordinación con las autoridades estatales”, aseguran las autoridades.

El Instituto refirió que le dará a las familias de los 29 niños hospitalizados “todas las facilidades que requieran”.

Reiteró que se suspendió de manera preventiva, la aplicación de vacunas de los lotes de BCG (Tuberculosis), Hepatitis B, Rotavirus y Pentavalente.