(CNNMoney) – ¡Hasta la vista, tío Sam! Una cantidad récord de 1.335 estadounidenses renunciaron a sus pasaportes en los tres primeros meses del año, según nuevos datos publicados por el gobierno de Estados Unidos.
Eso es casi el 40% de los 3.415 estadounidenses que renunciaron a la ciudadanía el año pasado, lo que sugiere que las renuncias a la ciudadanía estadounidense otra vez alcanzarán un nuevo récord este año. En 2014, el número de estadounidenses que renunció a su pasaporte era 15 veces mayor que en 2008.
El aumento de las renuncias a la ciudadanía es parte de una reacción violenta de los expatriados que están cansados de lidiar con complicados trámites de impuestos, una carga que ha aumentado en los últimos años debido a que se implementó una nueva ley de impuestos.
A diferencia de la mayoría de países, Estados Unidos grava a sus ciudadanos sobre todo tipo de ingresos, sin importar dónde lo ganen o dónde vivan. La gran cantidad de papeleo puede ser tan compleja que los expatriados a menudo deben buscar ayuda profesional y tienen que pagar altos honorarios a los contadores y abogados. Es común que los estadounidenses que viven en el extranjero gasten miles en preparar incluso una declaración de impuestos relativamente simple.
El dolor de cabeza únicamente ha empeorado. Una nueva ley diseñada para atrapar evasores de impuestos —la Ley de Cumplimiento Fiscal de Cuentas en el Extranjero— requiere que los individuos reporten ciertos activos en el extranjero y que los bancos informen sobre todas las cuentas que los estadounidenses tengan en el extranjero. Eso es además de otra disposición que obliga a que los estadounidenses informen sobre cualquier tipo de cuenta bancaria que tengan en el extranjero con un valor de más de 10.000 dólares.
Las regulaciones son parte de un esfuerzo más amplio del gobierno de Estados Unidos para combatir la evasión fiscal, sobre todo después de que los principales bancos suizos reconocieron que ayudaban a los estadounidenses a ocultar activos en el extranjero.
Pero la campaña le está complicando la vida a los 7,6 millones de estadounidenses que viven en el extranjero. Mientras que las instituciones financieras tratan de apresurarse para entender la FATCA, algunos bancos incluso han expulsado a los ciudadanos estadounidenses. Si un banco por error no informa sobre las cuentas que tienen los estadounidenses fuera de Estados Unidos —incluso cuentas monetarias y de ahorros— podrían enfrentar sanciones por cantidades exorbitantes.
Por supuesto, algunos de los estadounidenses que están renunciando son muy ricos… como el ex cofundador de Facebook, Eduardo Saverin, quien al parecer dejó a Estados Unidos por Singapur. Es posible que al renunciar, en el futuro paguen menos impuestos.
Sin embargo, es ilegal renunciar a tu ciudadanía estadounidense simplemente para dejar de pagar impuestos; además, renunciar a tu pasaporte no quiere decir que el tío Sam dejará de perseguirte por impuestos atrasados.