(CNN)– La cifra de muertos subió este miércoles tras el segundo gran terremoto en Nepal en menos de tres semanas, mientras los funcionarios tratan de medir la magnitud de la nueva ola de destrucción.
Los equipos de rescate y socorro intentan llegar a las zonas remotas cerca del epicentro del sismo de magnitud 7,3 del martes. La búsqueda también se centra en un helicóptero militar estadounidense que desapareció en la región.
El portavoz del Ministerio nepalí del Interior, Laxmi Prasad Dhakal, dijo este miércoles que al menos 76 personas en su país habían muerto. El número de heridos se situó en 1.926. Decenas de personas fueron rescatadas con vida de entre los escombros, según las autoridades.
Otras 17 personas murieron por el terremoto del martes en la India, y una persona en China, lo que hace un total de 94 víctimas mortales hasta el momento.
El epicentro del sismo del martes fue en una zona agreste de la comarca de Dolakha, al este de la capital, Katmandú.
Las autoridades dijeron que aún estaban tratando de llegar a algunas zonas rurales de Sindupalchowk y Dolakha donde temían que la destrucción pueda ser grave.
Dolakha es también el distrito donde se cree que un helicóptero militar estadounidense con seis marines estadounidenses y dos nepalíes a bordo desapareció la noche del martes.
Nepal ya estaba luchando para hacer frente a las consecuencias del devastador terremoto de magnitud 7,8 que sacudió la nación del Himalaya el 25 de abril, matando a más de 8.000 personas y la destrucción de pueblos enteros.
“Todo el mundo empezó a gritar”
El sismo de esta semana provocó que varios edificios dañados por el desastre anterior terminaran de derrumbarse y trajo una nueva oleada de pánico entre los nepalíes, ya traumatizados.
“Durante los primeros segundos, había un completo silencio. En el quinto segundo, todo el mundo empezó a gritar”, dijo Marc Sarrado, un documentalista español de 41 años, que estaba en Nuwakot Valley, a unas dos horas al noroeste de Katmandú, cuando ocurrió el terremoto.
“Fue muy, muy intenso. Incluso cuando el temblor se detuvo, la gente todavía estaba gritando. Estaban completamente en pánico, porque sabían exactamente lo que era.”
El terremoto del martes se produjo a la misma profundidad que el de abril, pero fue algo más débil y su epicentro alrededor de 140 kilómetros más al este.
Pero fue suficiente para causar más estragos en zonas ya muy dañados.
En Sindupalchowk, un barrio pobre que sufrió el mayor costo humano en el desastre de abril, se registraron nuevos deslizamientos de tierra. Anil Thapa, un periodista que estaba allí, informó que varias casas habían caído.
Sugam Pokharel reporteó desde Katmandú y Jethro Mullen escribió desde Hong Kong. Greg Botelho, Sumnima Udas, Will Ripley y Elizabeth Joseph contribuyeron con este reporte