(CNN)— Altos funcionarios de Estados Unidos y Cuba reanudarán reuniones durante la próxima semana con el propósito de finalizar el deshielo diplomático, y que ambas partes esperan que culmine con la reapertura de embajadas en cada país.
Las conversaciones, que tendrá lugar en Washington, vienen después de que el presidente Barack Obama recomendara que Cuba fuera removida de la lista de los Estados Unidos de estados que patrocinan el terrorismo, una designación que había estancado la renovación formal de relaciones diplomáticas que iniciaron a finales del año pasado.
Un alto funcionario del gobierno dijo que las conversaciones -liderados por la secretaria de Estado adjunta, Roberta Jacobson, y su homóloga cubana, Josefina Vidal- tienen el propósito de crear las condiciones para la reapertura de embajadas.
Si esas conversaciones tienen éxito –como los funcionarios creen que va a suceder- el gobierno de Obama se está inclinando por nombrar al actual jefe de la Sección de Intereses de Estados Unidos, Jeffrey DeLaurentis, como embajador en Cuba.
El funcionario dijo que el gobierno específicamente eligió a DeLaurentis para su posición en La Habana, en 2014, ya que tenía los conocimientos necesarios para supervisar la transición de la Sección de Intereses en una embajada, entendiendo que la confirmación de un nuevo embajador en Cuba podría ser difícil en un Senado controlado por los republicanos.
Obama hizo la recomendación de quitar a Cuba de la lista de terroristas a mediados de abril y el Congreso tiene un periodo de 45 días para bloquear el movimiento.
Mientras que algunos legisladores –incluyendo al senador Marco Rubio– se han resistido ferozmente a los movimientos de Obama para restaurar los lazos con La Habana, el movimiento formal sobre el bloqueo de la eliminación de la lista de terrorismo aún no ha sido presentado.
Una vez que el período de los 45 días haya pasado, los funcionarios administrativos dijeron que podrían empezar a reabrir las embajadas.
En La Habana, la embajada estadounidense ocupará el mismo edificio que actualmente ocupa la Sección de Intereses, dijeron asistentes de la Casa Blanca.
Esa es la misma estructura, situada en el paseo marítimo de La Habana, donde se encontraba la embajada estadounidense antes de la ruptura de relaciones diplomáticas después de la revolución cubana en la década de 1950.