(CNN)– Tras su victoria en Ramadi, ISIS empuja al este, hacia Bagdad, mientras el gobierno iraquí apura refuerzos para apuntalar líneas defensivas destinadas a detener el avance del grupo terrorista.
Funcionarios iraquíes y estadounidenses prometieron una eventual derrota para el autoproclamado Estado Islámico, pero la pérdida de la ciudad estratégica de Ramadi, solo 110 kilómetros al oeste de la fortificada capital fortificada iraquí, es un gran daño.
“Este es un enorme revés para las fuerzas iraquíes y para la estrategia de Estados Unidos para degradar y en última instancia derrotar a ISIS”, dijo el coronel retirado del Ejército de Estados Unidos Peter Mansoor, analista militar de CNN.
Los esfuerzos se centraron el lunes al este de la ciudad, donde las fuerzas tribales y locales habían establecido líneas defensivas al oeste de las ciudades de Khalidiya y Husaybah, dijeron Ibrahim Hassan Khalaf al-Fahdawi, jefe del Consejo de Seguridad en Khalidiya, y Mahmaoud al-Fahdawi , líder de la tribu Albu Fahad sunita.
A ellos se unieron una brigada de la Policía Federal iraquí y otra de las fuerzas de reacción rápida del gobierno, dijeron los funcionarios.
Los militantes de ISIS siguieron bombardeando y atacando a los defensores, pero sufriendo “grandes pérdidas” al hacerlo, dijeron los funcionarios.
Mientras tanto, los aviones de la coalición liderada por Estados Unidos siguió atacando objetivos dentro de Ramadi, dijeron.
Se espera que una milicia chiita enviada por el primer ministro de Iraq se una pronto a la lucha, engrosando aún más las filas de las fuerzas terrestres contra-ISIS, pero esto también amenaza con inflamar las tensiones sectarias.
Para Robert Baer, analista de inteligencia y de seguridad de CNN, su movilización podría crear “un baño de sangre”. “Sería sunitas contra chiitas”, dijo.
La decisión de movilizar a la fuerza paramilitar Hashd Al-Shaabi sigue a una petición de ayuda de las autoridades provinciales de Anbar, líderes tribales y clérigos religiosos. Las fuerzas chiitas ayudaron al ejército iraquí a retomar el control en la ciudad de Tikrit de en marzo. La milicia está respaldada por Irán.
Una pérdida enormemente simbólica
Por lo menos, la llegada de las fuerzas chiitas probablemente calmen un poco las quejas de las asediadas tribus sunitas, que estuvieron luchando contra ISIS por el control de Ramadi desde la primera mitad del año pasado.
Repetidamente, los funcionarios de la ciudad pidieron más apoyo y armas del gobierno dominado por los chiitas en Bagdad y más ataques aéreos de la coalición liderada por Estados Unidos.
Pero a pesar de sus advertencias, una de las ciudades por la que las fuerzas estadounidenses lucharon amargamente en 2005 y 2006, finalmente cayó en manos de ISIS.
“Ramadi es enormemente simbólica”, dijo Mansoor, exasesor del general David Petraeus, quien dirigió las fuerzas estadounidenses en Iraq. “Es el lugar de nacimiento de Awakening -la rebelión tribal contra al Qaeda en Iraq, el precursor de ISIS- una rebelión tribal que hizo tanto para derrotar a ese grupo durante la oleada de 2007 y 2008.”
Los temores de ‘baño de sangre’
Ahora que la ciudad está de nuevo en manos de los terroristas, las autoridades están “extremadamente preocupadas por las masacres que creemos que van a ser cometidas por ISIS”, dijo Muhannad Haimour, portavoz del gobernador de Anbar.
“El primer día que ISIS tomó el control de la ciudad, ejecutaron a una niña de 3 años, cuyo padre estaba luchando contra ellos. Más tarde él murió en la batalla”, dijo a CNN.
ISIS tiene un historial sombrío de ejecutados sin piedad de los oponentes que captura.
“Cualquiera que apoyó al gobierno probablemente será ejecutado dentro de las próximas 24 horas”, dijo Baer. “Sus familias serán expulsadas. Será un baño de sangre en el próximo par de días. Todos los soldados que fueron capturados serán ejecutados.”
Una multitud de residentes huyó de Ramadi hacia zonas más seguras de Anbar y Bagdad en los últimos días.
“Estamos siendo testigos de una crisis humanitaria”, dijo Haimour, quien estima que hasta 8.000 personas abandonado la ciudad el domingo.
Las autoridades calculan que más de 500 personas han muerto en los más recientes enfrentamientos en Ramadi.
Resistencia de ISIS, complicaciones para los iraquíes
Algunos analistas dijeron que los avances de ISIS en Ramadi mostraron la tenacidad del grupo extremista.
“Lo que está claro para mí es que ISIS es perdurable y continuará aguantando”, dijo Baer.
Otros dijeron que la situación refleja los problemas de las fuerzas de seguridad iraquíes y los esfuerzos occidentales para fortalecerlos.
“No se trata de ISIS. Esto es acerca de si el ejército iraquí tiene la capacidad, y lo más importante, la voluntad de combatir a ISIS”, dijo Philip Mudd, analista de contraterrorismo de CNN.
Pero Muhannad Haimour, portavoz del gobernador de Anbar, dijo que es injusto decir que las fuerzas iraquíes no están dispuestos a luchar contra ISIS. Las fuerzas iraquíes lucharon duro en Ramadi, dijo, pero se enfrentaron a combatientes de ISIS bien entrenados, con armas pesadas y quienes están en una misión suicida.
“Vienen a Anbar e Irak a morir. Es muy difícil parar un vehículo blindado, conducido por un atacante suicida, con toneladas de explosivos”, dijo. “Frente a estos combatientes ha sido extremadamente difícil. No es una guerra convencional”.