La estación de radio compartió a través de sus redes sociales una foto del conejo antes de ser sacrificado (Facebook/Radio24syv).

(CNN) – Durante un programa de radio en vivo en Dinamarca, mataron a un conejo de 9 semanas para hacer énfasis en la “gran hipocresía” de las personas cuando del bienestar animal se trata, dijo Radio24syv en una declaración en su sitio web.

“No fue solo un chiste, matar al conejo y tirarlo; se lo comieron”, le dijo a CNN Jorgen Ramskow, director ejecutivo y editor principal de la estación con sede en Copenhague, la capital del país.

“El presentador de radio Asger Juhl creció en una granja y recibió instrucciones muy detalladas de una persona que trabaja en un zoológico, quien mata conejos para alimentar a los animales del zoológico, y mató al conejo”. También dijo que la discusión con el zoológico Aalborg de la misma ciudad fue transmitida en el programa antes de que mataran al conejo.

"Cuando golpeas al conejo en el cuello con un palo, no muere, solo llega a estar inconsciente y entonces lo matas al retorcerle el cuello. Así es como lo haces y así es como fue explicado por la persona en el zoológico", dijo, y añadió que les aconsejaron usar una varilla de metal o un palo hecho de madera dura. El presentador optó por una bomba de bicicleta.

Ante la pregunta de por qué un experto en animales no mató al animal en lugar del disc jockey, Ramskov respondió lo siguiente: “Queríamos decir que, mira, las personas comunes y corrientes en realidad matan animales en ocasiones y debería ser natural matar un animal para comérselo”. Él dijo que Juhl y sus hijos se comieron al conejo.

Sus acciones han generado un sentimiento de furia en las redes sociales, incluso en la propia página de Facebook de la estación, la cual tiene 30.000 me gusta.

“Me siento consternada e indignada al ver que como periodistas no tienen la inteligencia entre ustedes para trasladar de mejor manera un punto válido”, dijo Katie Plumb en un comentario en la página.

“Es una descarada forma de hacer autopromoción. Nada más”, escribió Jim Kay.

Una petición en change.org que pide la destitución de Juhl está circulando en redes sociales. El número total de firmantes era de 1.360 hasta las 7 p.m. hora local (1 p.m. hora del este).

“Queríamos exponer la amplia hipocresía en torno a nuestra relación con los animales”, dijo Radio24syv en su declaración. “Hasta ahora hemos tenido éxito”.

Ramskov, el director ejecutivo, dijo lo siguiente respecto a la protesta: “En cierta forma lo entiendo y en cierta forma no lo entiendo. Pero resulta muy peculiar para mí que en realidad podamos ir y comprar un pollo, y no nos preocupemos sobre cómo lo criaron y cómo lo mataron”.

Al confirmar que el conejo fue adquirido de una tienda de mascotas, él dice que juzgó la calidad de su estilo de vida por lo que el minorista les dijo y por el ambiente de la tienda, lo cual es muy distinto a las granjas de cerdos y pollos en Dinamarca.

“Tenemos ciertos animales por los que nos preocupamos mucho y en cuanto a la proporción principal de todos los animales que comemos todos los días, no nos preocupamos por el bienestar animal para ellos. En mi opinión, esa es una discusión muy interesante e importante”, dijo Ramskov. “Es una lástima que las personas discutan la muerte del conejo y no el bienestar animal”.

Ramskov dijo que la estación de radio ha tenido discusiones anteriores sobre los derechos de los animales. Él también confirmó que no tienen otros planes de matar a más animales al aire. Al comentar en relación a las acusaciones de que sus acciones fueron un ardid de relaciones públicas, Juhl dijo lo siguiente: “Lamento mucho que las personas lo vean de esa forma, pero no es la intención. La intención era generar una discusión”.

Una gran cantidad de controversia ha rodeado los otros casos recientes en los que han matado animales en público, según se dijo, por el bien de la especie.

En febrero de 2014, el zoológico de Copenhague dijo que sacrificó a una jirafa macho para evitar la endogamia. Mataron al animal frente a una audiencia en la que había niños, y su carne sirvió para alimentar a los leones del zoológico.

La semana pasada en Namibia, un cazador de Texas pagó 350.000 por el privilegio de matar a un viejo rinoceronte negro; se trató de una cacería que CNN vio de primera mano. Se prometió que el dinero iba a financiar esfuerzos en contra de la caza furtiva en la nación africana.