(CNN) — Una nutrida multitud observa mientras una adolescente golpeada y ensangrentada se retuerce en el suelo… su cuerpo está envuelto en llamas.
“Echen más gasolina”, grita alguien.
La impactante escena en un pueblo guatemalteco se hizo viral en internet y ha desencadenado un debate sobre lo que algunos describen como justicia por mano propia en el país centroamericano.
Los medios locales informaron que los testigos del pueblo de Río Bravo dijeron que golpearon y quemaron a la niña porque presuntamente participó en el homicidio de un taxista del lugar a principios de mayo.
La policía dijo a CNN que no habían verificado la autenticidad del video. Sin embargo, señalaron que están investigando las circunstancias que desembocaron en la muerte de la chica de 16 años a la que prendieron fuego en el pequeño pueblo situado a dos horas al oeste de la capital de Guatemala, en el estado de Suchitepequez.
Las autoridades guatemaltecas señalaron que la justicia por mano propia es un problema persistente, particularmente en las zonas rurales.
Tras una oleada de linchamientos en 2014, el presidente Otto Pérez Molina dijo que es un problema que surge de la falta de agentes suficientes para vigilar a la población.
Sin embargo, algunos analistas indican que es cuestión de lo poco que la gente confía en la policía y otras autoridades, no de la cantidad de agentes que hay en las calles.
Hasta este punto del año, ha habido más de 20 linchamientos similares en el país, de acuerdo con Mario Polanco del Grupo de Apoyo Mutuo, un grupo guatemalteco de defensa de los derechos humanos.
“Es desafortunado que ocurran esta clase de situaciones”, dijo Polanco. “Son el producto de la debilidad de las instituciones del Estado para garantizar seguridad y justicia para la población, así que (la gente) se hace justicia por mano propia”.
Guatemala es uno de los países más violentos del mundo, según la ONU, que creó una comisión en 2006 para investigar la corrupción y la impunidad en el país. Casi todos los homicidios que ocurren en Guatemala se quedan sin solución y solo se logra una condena en apenas el 6% de todos los casos penales, según señala la comisión en su sitio web.
Testigos: la multitud impidió que la policía interviniera
El video donde supuestamente se muestra la muerte de la adolescente en Río Bravo, y que se publicó en YouTube y varios sitios de noticias guatemaltecos, empieza con una imagen de la niña tambaleándose con la cara bañada de sangre. Una nutrida multitud observa mientras hombres y mujeres azotan su rostro contra el suelo y le patean la cabeza. Luego, alguien le prende fuego y la baña con gasolina.
Algunas de las personas presentes graban el incidente con sus teléfonos celulares. Nadie interviene para apagar las llamas.
Los habitantes que hablaron con Noti7, filial de CNN, dijeron que la adolescente del video y otros dos hombres asaltaron y mataron a tiros a un taxista. Los dos hombres —uno de los cuales se cree que hizo el disparo letal— escaparon de la escena, pero un grupo de habitantes atrapó a la chica y la atacó.
La policía llegó finalmente a la escena, según relatos de los testigos, pero la muchedumbre pronto arremetió contra ellos y obstruyeron cualquier intento de rescate.
Reacciones encontradas
La Iglesia católica y las autoridades condenaron el incidente, según reportes de Noti7.
En las redes sociales y en las secciones de comentarios de los reportajes locales sobre lo ocurrido, muchas personas criticaron duramente a los habitantes del pueblo.
“Son tan asesinos como los que mataron al taxista”, escribió una persona en respuesta a un artículo sobre el incidente en el sitio web Guatevisión. “Que Dios los perdone. Era casi una niña. Me duele ver que no hubo ni un alma buena que ayudara a esta niña. Recuerden que a todos nos medirán con la misma vara”.
Sin embargo, las reacciones han sido contradictorias. Algunas personas aplaudieron y consideraron que se había hecho justicia.
“A ver si todos los que están protestando aquí hubieran defendido a esta niña si hubiera matado a su hijo, a su madre, a su padre o a su abuelo”, se leía en otro comentario en el artículo de Guatevisión.
(Con información de Richard Beltrán y Annie Rose Ramos)