(CNNExpansión) – Ser reconocido en tu empresa y lograr mejores resultados no solo es cuestión de capacidades.
Resulta más eficiente dedicar tiempo a conocer a los jefes, para así saber a quién acudir y cómo y en qué momento pedir un apoyo laboral, señaló Mariana Hernández, coach de la firma Impel.
Pocos empleados exploran esta herramienta por considerarla “banal” e irrelevante, según un estudio de la escuela Wharton Business School, que analizó por dos años las comunicaciones internas entre 8.000 empleados de empresas trasnacionales.
“Cuando lo jefes toman decisiones se fijan en la interacción del empleado, no sólo en sus resultados. Por eso el valor que mejor puede predecir la posibilidad de conservar un empleo es el ‘índice de amistad’, no sólo la productividad”, dijo en un informe Lynn Wu, responsable del estudio.
Wharton, a través de la investigación, determinó el índice de amistad como las acciones y conversaciones sociales que un empleado entabla para garantizar permanencia laboral.
Hay quienes con negarse a dar un cumplido al jefe, por considerar esto poco profesional, se cierran las puertas para nuevos proyectos. En un sistema como el mexicano no se enseña cómo procesar y trabajar el conocimiento emocional, comentó Hernández.
¿Cómo recuperar la visibilidad?
Por muy bueno y eficiente que seas para dar resultados, existen actitudes personales que limitan la posibilidad de desarrollo profesional, entre éstas:
1. Hablas, pero no sabes llegar al “punto”
En tu currículo puede haber muchos trabajos, pero eso no te hace experto en saber comunicación, y eso puede ser el primer obstáculo para lograr un movimiento en la empresa.
Los cursos de comunicación tienen alta demanda, en la actualidad, dijo Mariana Hernández, porque la gente desconoce cómo plantear un problema, se pierde en los detalles por temor a recibir un “no”. Lo básico es entender que no debes pasar por alto “el código del jefe” para comunicar y un primer ejercicio es observar qué efecto tiene en tu jefe el que seas redundante.
2. Te apena presumir los logros
Quedarse con la frase “hacer bien el trabajo, es mi mejor satisfacción”, es una bandera con la que muchos navegan en la oficina, según el estudio realizado por Wharton, y la razón es el temor a ser clasificado, o mal visto por los colegas.
El problema es que resulta necesario hacer alarde de los éxitos para moverse a nuevos retos laborales, explicó Lynn Wu en el estudio publicado en Information Systems Research. El primer paso es detectar qué persona es clave en la empresa para que sepa de tus éxitos, con qué objetivo compartirás la información y en cuánto tiempo verás resultados.
3. No sabes ni qué quieres
La disposición no es lo único para lograr un ascenso, si eres de ese pensamiento más vale esperar sentado. Puedes llegar a nuevos proyectos, aunque el detonante para lograrlo es identificar qué quieres, en cuánto tiempo, para qué y cómo lo lograrás. Esa planificación no le corresponde al jefe, a la empresa, ni a la escuela, se relaciona - en todo caso- con tu autoconocimiento y el interés “por salir de zonas de confort”, apuntó Hernández.
4. ¿La filosofía de la empresa te boicotea?
Las personas que están más expuestas a conocer cómo se realiza su trabajo en otras organizaciones, tienen más posibilidades de salir “inmunes” a un proceso de despido, arrojó el estudio de la escuela de negocios de Wharton.
Y es que un error que limita al empleado y lo hace invisible ante el propio mercado laboral, es considerar que lo ganado en cierta empresa – desde la perspectiva laboral económica y laboral- no será replicable en otros proyectos. “Aprender y desaprender”, los empleados tienen que moverse en esa constante, aun cuando entre las empresas esa filosofía no sea del todo promovida.