Nota del editor: Mario González es presentador y corresponsal de CNN en Español y conductor del programa ‘México Perspectivas’. Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivas de González.
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(CNN Español) – ¿Acudir o no acudir a votar? En esa duda nos debatimos millones de mexicanos, entre quienes me incluyo.
Es penoso ver que las campañas y candidatos no hicieron más que profundizar esa duda, con canciones, bailes, ataques poco efectivos y mensajes vacíos, pero costosos. Más de 26 millones de spots en radio y televisión son demasiado para no decir nada.
Confieso que nunca antes me sentí tan confundido entre salir a votar, no votar o anular.
A lo largo del proceso electoral conversé sobre este tema con analistas, líderes de partidos, consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE), exconsejeros del Instituto Federal Electoral (IFE). Entre anulistas y abstencionistas hay razones de peso, todas válidas y tienen como objetivo cuestionar nuestro sistema electoral.
Contradictoriamente ambas posturas, en la práctica, tienen el defecto de hacer que el sistema siga funcionando con sus propias reglas. Pero ¿cómo y por qué dar el voto a partidos y candidatos que no lo merecen, que no se lo han ganado? ¿Por qué premiarlos con mi voto? Por supuesto que tiene sentido no salir a votar o anular.
Pero hay diferencias: anular implica emitir una decisión, utilizar una boleta que, en el recuento general, jugará para el reparto de candidatos plurinominales, lo que a muchos anulistas no gustará. No ir a votar fortalece el voto duro de los partidos dominantes.
Parece un callejón sin salida en el que todas las posturas tienen sustento y hacen que la decisión sea muy íntima.
Yo en lo personal creo que iré a votar. Lo haré casi en contra de mi voluntad.
Pero el problema de fondo no es el sistema electoral; el problema es más grave, más profundo: los partidos, legisladores y gobernantes, por su pobre actuar, sus intereses personales, su falta de visión y mucho más han logrado que la ciudadanía ya no crea en la política como el instrumento para resolver las necesidades del país.
Nadie cree que gracias a los acuerdos políticos tengamos una mejor economía, más seguridad, menos corrupción. Nadie ve sus impuestos en mejores calles, transporte de calidad, más y mejores escuelas en todos los niveles.
La política y los políticos nos han fallado a la sociedad. Es lo que no ven, lo que no entienden.