(CNN) – China, un país de vigilancia y de creciente poderío militar, se está convirtiendo en un paraíso para aquellos escritores con una novela de misterio que contar.
Los autores occidentales dicen que su ascenso ha sido oro puro para las novelas de misterio, que llena un enorme vacío dejado por el fin de la Guerra Fría. China también tiene su propio paquete de novelistas de espionaje.
“El lado misterioso de China sin duda se presta para escribir novelas de misterio”, dice el novelista Adam Brookes.
La segunda entrega de su trilogía aclamada por la crítica, Night Heron, una historia de espionaje ambientada entre China y el Reino Unido, debutará este mes.
“Toma en cuenta: China ha emergido como una potencia global, sin embargo no conocemos cómo Xi Jinping tramó su ascenso al liderazgo. ¡Apenas y logramos entender los mecanismos internos del país!”, dice.
“Así que a fin de descubrirlo, espiamos. Y, de repente, tienes todo tipo de dramáticas posibilidades”.
En agosto, Mai Jia, apodado como el John le Carré de China, verá la publicación de In the Dark del Reino Unido… la continuación de su novela de contraespionaje y descodificación Decoded.
Estas son simplemente las últimas novedades en un relato editorial más amplio: un interés creciente en Asia y en particular, China, como ambientación para relatos de intriga.
Viejos y nuevos enemigos
Después de la Guerra Fría, los escritores pasaron años lamentando la pérdida de viejos enemigos y buscando nuevos. Coquetearon con corporaciones y aceptaron el reto de Oriente Medio. Sin embargo, lucharon para encontrar algo que realmente les abriera paso.
“Para le Carré y personas como él fue algo fácil… tenían a Rusia. Ellos eran el enemigo lógico”, dice Paul French, autor de la novela de misterio Medianoche en Pekín.
Entra en China –un exenemigo de la Guerra Fría–, un país que sigue siendo comunista por nombre y hermético por naturaleza; no es de extrañar que un número creciente de aclamados escritores de espionaje estén viajando al este en busca de inspiración.
Charles McCarry, uno de los escritores de espionaje de ficción más respetados de Estados Unidos, eligió China para su éxito de 2013: The Shanghai Factor.
La novela sigue a un joven agente estadounidense y su relación con una misteriosa mujer llamada Mei, quien supuestamente trabaja para la inteligencia china.
La novela funciona de ambas maneras, como un entretenimiento ligero y como una metáfora más seria de la relación, cada vez más complicada, entre China y Estados Unidos.
Puertas cerradas
Para algunos, la distintiva impermeabilidad de China es un gran obstáculo. ¿Pueden los escritores extranjeros conseguir el nivel de acceso necesario para una fabulosa novela de espionaje?
“¡Ni siquiera permiten que los extranjeros entren en el museo naval de Beijing si no cuentan con una tarjeta de identificación china!” dice French.
Para otros, su naturaleza impenetrable es un parque infantil.
El periodista estadounidense Alex Berenson, quien ambientó su segunda novela de espionaje The Ghost War en un conflicto entre Estados Unidos y China, admitió que cuando dejó China no había logrado obtener una compresión profunda del protocolo del Partido Comunista de China.
“Esas puertas estuvieron tan cerradas para mí como para casi todos los occidentales”, escribió en el New York Times.
“Pero la opacidad que enfurece a los periodistas es maná para los novelistas, y el novelista dentro de mí disfrutó imaginando lo que podría estar sucediendo detrás de las puertas cerradas de Beijing”.
Características chinas
Los escritores contemporáneos chinos también se están poniendo de moda.
Para Charlotte Middlehurst, editora de libros en Time Out China, esto representa una importante desviación del pasado.
Aunque las novelas de misterio, en especial las historias de detectives, durante mucho tiempo han sido populares en China (Agatha Christie y Sherlock Holmes son grandes éxitos), los propios escritores chinos han escrito poco.
“Hasta hace poco, el número de extranjeros que escriben novelas de misterio y espionaje ambientadas en China ha superado ampliamente al de los escritores locales”, dice Middlehurst.
Ya no es así. China tiene ahora su propio paquete… Xiaolong Qui y He Jiahong, por ejemplo.
“Ellos, junto con otros escritores, más notablemente Mai Jai, han tomado el género de misterio y le han añadido características chinas convirtiéndolo por completo en algo más excepcional”.
Middlehurst atribuye la tendencia en parte al aumento de las redes sociales, las cuales han facilitado los fanzines y las comunidades de lectores en línea.
Ella también cree que las recientes medidas enérgicas del presidente Xi respecto a la corrupción “han resonado profundamente con los lectores y autores” como temas que anteriormente estaban fuera de alcance y que ahora se tratan más abiertamente.
¿Un villano literario?
Sin embargo, no todos están convencidos de que China se convertirá en el villano literario número uno.
Al menos en el Reino Unido y en Estados Unidos, el espionaje de ficción sigue siendo dominado por los tropos experimentados.
A los lectores les gustan los arquetipos establecidos. Y, en general, los libros en idiomas extranjeros tienen dificultades para llegar a estas audiencias, en particular los libros de China o ambientados allí. La cultura sigue siendo confusa, la historia inexplorada y el idioma totalmente desconcertante.
“Cuando el paisaje es tan desconocido, muchos lectores se resisten a sumergirse en él”, dice Brookes.
“Intenté hacerlo con Night Heron; traté de llevar a los lectores de ficción comercial hasta China y mantenerlos orientados, pero es algo bastante difícil de lograr”.
“Y creo que muchos escritores de misterio verán las rivalidades estratégicas renovadas con Rusia, la amenaza del yihadismo global y el terrorismo como fuentes más accesibles de escenario y trama”, dice.
A pesar de esto, Brookes se muestra optimista.
“China es la grandiosa historia estratégica de nuestro tiempo, y todo el mundo debería estar esforzándose un poco para familiarizarse con ella”, dice.
Si China aún no cuenta con autorización para despertar emociones, esto es tan solo cuestión de tiempo.
Jemimah Steinfeld es un escritor que reside en Londres y autor de Little Emperors and Material Girls: Sex and Youth in Modern China.