(CNNMoney) - Un oligarca ruso se ha llevado una ganancia inesperada de 4.000 millones de dólares, luego de ganar una apelación contra el acuerdo de su divorcio.
El año pasado, un tribunal de Ginebra le ordenó al multimillonario Dmitry Rybolovlev que le pagara a su exesposa, Elena, 4.500 millones de dólares. En ese momento, el abogado de Elena lo describió como la mayor indemnización de divorcio que alguna vez haya tenido lugar.
Pero un tribunal superior en Suiza revocó esa decisión, estableciendo el pago en 565 millones de francos suizos (609 millones de dólares).
Elena solicitó el divorcio en el 2008. La pareja ha pasado los últimos siete años luchando sobre cuánto del patrimonio de Rybolovlev, ahora invertido en fideicomisos offshore en Chipre, debería tomarse en cuenta.
Según la ley suiza, Elena tiene derecho a la mitad de la fortuna que Rybolovlev generó durante su matrimonio.
Sin embargo, en el 2005, él invirtió gran parte de su dinero en fideicomisos, sin incluir a Elena como una de los beneficiarios e impugna su reclamación sobre esos fondos.
El abogado suizo de Elena, Marc Bonnant, dijo que apelará el caso ante el Tribunal Supremo suizo.
La abogada de Rybolovlev, Tetiana Bersheda, dijo que estaba satisfecha con la decisión. Ella dijo que Rybolovlev había creado los fideicomisos “para pasar la fortuna familiar a las generaciones futuras”.
Rybolovlev, cuya riqueza está valorada por la revista Forbes en 8.500 millones de dólares, generó sus riquezas en la industria de fertilizantes de Rusia.
Es propietario del Club de Fútbol Mónaco, el cual participa en la principal liga francesa de fútbol.
Rybolovlev acaparó los titulares cuando le compró a Donald Trump su casa frente al mar en Palm Beach por un valor reportado de 95 millones de dólares en el 2008.
Cuatro años más tarde, su hija de 21 años de edad, Ekaterina, compró el apartamento más caro de Manhattan —un penthouse en Central Park West— por un monto de 88 millones de dólares.
El caso podría parecer insignificante si otro multimillonario ruso, Vladimir Potanin, se viera obligado a dividir su fortuna de 15.000 millones de dólares con su exesposa, Natalia. Ella ha iniciado un proceso legal y una corte rusa tiene programado examinar la demanda el 1 de julio.