Expertos aseguran que no saber decir 'no' en el trabajo muestra problemas de comunicación dentro de la compañía, además de falta de asertividad por parte del trabajador.

(CNNExpansión) – Mentir con tal de no quedar fuera de un proyecto, o para ser bien visto, es típico del empleado que lejos de conciliarse con la palabra ‘no’, dice ‘sí’ a todo, y aparenta que se relaciona en forma perfecta.

La comunicación asertiva, tanto oral como escrita, es la primera competencia básica que no encuentran las empresa en los empleados, de acuerdo con la Encuesta de Competencias Profesionales del CIDAC.

¿Qué existe detrás de esa poca o nula asertividad? Primordialmente problemas de autoestima, explica Isaac Vilchis Contreras, psicólogo y consultor en la firma Adams, especializada en capacitación.

“Quienes están en el círculo de poca asertividad viven en el afán de evitar el rechazo o la indiferencia del entorno”, afirma Estela Ortega, psicóloga especializada en terapia conductual.

Son personas que buscan aceptación y reconocimiento del jefe o colegas, quienes suelen ser autoritarios. También se relaciona con la conciencia sobre uno mismo, la incapacidad para decir “no” es sinónimo de poca confianza desde el terreno personal, detalla Vilchis Contreras.

Ese déficit de asertividad se observa de inmediato en la forma de comunicar, en las palabras que se utilizan y la comunicación no verbal que acompaña un mensaje. Lo común es tener una actitud sumisa o agresiva más no asertiva, indica Estela Ortega.

El colaborador con problemas para decir no es el clásico que ante indicaciones como “deja lo que estás haciendo y termina esto otro”, se quedan calladas y asumen. Eso es un acto de sometimiento, el asertivo optaría por preguntar ¿qué tarea priorizamos?, dijo la autora.

Asertividad es la capacidad de autoafirmar los derechos propios, respentando a los demás. De no tenerla el empleado puede sobrepasar sus propios límites al decir que sí recurrentemente, explicó Vichis.

Recupera tu asertividad

En un mercado con alto desempleo y empresas que solo se enfocan en resultados los empleados podrían verse en dificultades para emitir una negativa por temor a ser mal visto, refiere el consultor en Adams.

Pero ¿tenemos que decir siempre sí? Dependiendo de quién se trate, jefe, compañero, cliente- se puede ser casi sinciero, o callar algunas cosas, porque son las reglas del juego, menciona Estela Ortega.

Sin embargo, mantener cierto protocolo para no reconocer abiertamente que no quieres trabajar con cierto colega -por ejemplo- lejos está de tener que mentir o asentir positivo a todo por miedo a quedar mal, agrega la psicóloga experta en asertividad.

Cuando se dificulta decir no, te llenas de compromisos, lo que produce estrés, disminución en el nivel de confianza personal y, a largo plazo, puedes convertirte en un “cuello de botella”, refire Isaac Vilchis.

Los especialistas sugieren estas pautas para ser asertivo:

1. Distingue el problema. La inconveniencia para decir no puede ser producto de problemas para comunicar, desorganización o problema para priorizar. Hay que jefes que lejos de clarificar entre lo importante y lo urgente “entra a un ritmo más estresante”, señaló Isaac Vilchis. Distingue, pues, en qué estriba el problema. Tener claro por qué ayuda a repensar tu siguiente “sí, acepto cualquier cosa”.

2. Sé claro. Expresa tu punto de vista sobre lo que te proponen en no más de dos frases: “no estoy de acuerdo por …”. “No hay que “cantinflear” (enredarse en las explicaciones), sino tener el valor de defender el ‘no’, pero sabiendo qué palabras funcionan en tu área laboral y con el jefe”, precisa Vilchis Contreras.

3. ¿Cómo trabajas? Hay que entender cómo son los procesos en la empresa. Si detectas dificultad para trabajar con alguien, o inviertes demasiado en ciertas tareas, por no priorizar, es momento de frenar e identificar qué te ayudaría a poner límites de acuerdo al código de tu lugar de trabajo. También ayuda tener al día tus resultados laborales, eso ayuda a enfrentar posibles objeciones del jefe.

4. Habla con prudencia. Dar excesivas justificaciones o explicaciones de por qué no quieres aceptar algo en el trabajo, puede ser interpretado por un jefe agresivo como una muestra de sumisión, algo que –por cierto- detesta este tipo de superiores. Para evitar una reacción de impaciencia, sé rápido y contunduente con tu respuesta.

5. Ve por ti. Isaac Vilchis señala que uno de los errores en el empleado es pensar que el jefe, en algún momento, se dará cuenta que te “recarga la mano”. Pero eso es un mito, si tú no eres capaz de ser asertivo, y decir ‘no’ con argumentos, nadie más lo hará porque esa es la dinámica de una mala comunicación en muchas empresas, puntualiza.