(CNN)– La federación de fútbol de Croacia señaló a un acto de “sabotaje” como el responsable de haber puesto la swastika, símbolo nazi, en el campo de juego usado para el partido que su selección disputó el viernes contra Italia, como parte de las eliminatorias rumbo a la Eurocopa 2016.
El partido, celebrado en el Estadio Poljud en Split fue jugado a puertas cerradas como castigo a los croatas por incidentes previos que involucraron a seguidores, pero los pocos asistentes al juego y los televidentes pudieron notar claramente el símbolo nazi.
Personal del estadio trató sin éxito de removerlo. No está claro quién o quiénes ordenaron que la señal fuera puesta en el lugar.
El juego terminó 1-1 para dejar a Croacia en el primer lugar del grupo H, dos puntos por delante de Italia, pero la federación croata puede ser castigada por el órgano gobernante del futbol profesional europeo, la UEFA.
Croacia se disculpa
Tomislav Pacak, un vocero de la federación croata, emitió un comunicado sobre el incidente en su sitio electrónico el sábado.
“Nos disculpamos con los televidentes, nuestros invitados de Italia y los jugadores de ambos equipos, por el símbolo nazi que pudo ser observado en el pasto del Estadio Poljud”, expresó el funcionario.
“Hemos notificado de inmediato a la UEFA del incidente”, añadió Pacak.
“Esto fue obviamente un acto de sabotaje y un incidente criminal. Lo condenamos y hemos solicitado a la policía y a los cuerpos judiciales que encuentren a las personas responsables por lo que es una vergüenza no solamente para el fútbol croata, sino para todo el país”.
Pacak aseguró que se usó un “agente químico” en el pasto, entre unas 24 a 48 horas antes de que arrancara el juego de Croacia contra Italia, el tiempo suficiente para que quedara impregnado el símbolo y pudiera ser observado durante el partido.
El estadio es casa del popular equipo de fútbol de Croacia Hajduk Split.
Castigo previo
La UEFA aún no ha tenido una reacción por el incidente, pero sí ordenó que el partido fuera jugado en un estadio vacío como castigo por la violencia de los seguidores y los incidentes racistas cuando Croacia se enfrentó a Noruega previamente en un duelo de las eliminatorias de la Eurocopa.
El juego previo entre croatas e italianos en Milán también terminó 1-1 en noviembre de 2014, partido que estuvo marcado por problemas en las gradas, y el encuentro tuvo que ser detenido por momentos luego de que luces de bengala fueran arrojadas al campo de juego en San Siro por fanáticos croatas.