(CNNMoney) – Puerto Rico está a punto de caer en incumplimiento… y en una fuga masiva de población.
Ya hace años su economía ha estado disparándose, y los puertorriqueños de todas las clases sociales ya están cansados. Ellos se están mudando a Estados Unidos en grandes cantidades en busca de trabajos.
“Estamos pisando un terreno sin precedentes puesto que este es el más grande éxodo que Puerto Rico ha experimentado”, dice Mark López, director del área de investigación hispana en Pew Research Center.
Está llegando al punto donde la emigración está comenzando a competir con los números récord de puertorriqueños que llegaron a Nueva York en la década de 1950… en la época de “Amor sin barreras”. De acuerdo con Pew, ahora hay más puertorriqueños en Florida que en Puerto Rico.
Una debacle en torno a la deuda: en total, el gobierno puertorriqueño tiene una deuda de 73.000 millones de dólares y existe una gran posibilidad de que caiga en la insolvencia este verano. En julio se avecina un cuantioso pago para su proveedor de energía.
El problema se ve así: Puerto Rico tiene una deuda similar a la de Nueva York –una economía estatal muy grande– pero solamente cuenta con la población de Connecticut.
Cada vez que alguien abandona Puerto Rico, esto solo consigue agravar la situación. Esto reduce la base fiscal de la isla, de la cual depende el gobierno para sufragar sus propias necesidades y sus deudas. En años recientes, el gobierno solo contrajo incluso más deuda a fin de pagar su deuda actual.
Los problemas de Puerto Rico son el resultado de años de gobiernos que han gastado más de la cuenta, el alto costo de la energía y su dependencia de la deuda, dice Ted Hampton, un analista de Moody’s quien cubre los bonos puertorriqueños.
“Este es un círculo vicioso que se perpetúa automáticamente”, dice Hampton. Conjuntamente con la disminución de la población, “el rendimiento de la economía de Puerto Rico también se ha reducido enormemente”.
Moody’s bajó de nivel la mayor parte de la deuda del país incluso hasta el punto de llegar a catalogarla en el nivel de basura en mayo.
Los puertorriqueños están dejando la isla: esas noticias no fueron bien recibidas por muchos puertorriqueños, en especial los graduados universitarios. Ellos terminan sus carreras y se marchan, dice Maritza Stanchich, una profesora de la Universidad de Puerto Rico y una columnista.
“Esto ha sido un cambio notable en los últimos 10 años”, dice Stanchich.
Uno de los antiguos estudiantes de Stanchich y su esposa planifican irse a Austin, Texas, en julio. Él nunca ha vivido fuera de Puerto Rico y no tenía planes para mudarse hasta hace un año. Él tomó la decisión de marcharse cuando por primera vez Moody’s bajó de categoría los bonos de Puerto Rico a la posición de bonos basura el año pasado.
“No creo que hayamos tocado fondo todavía y eso me asusta”, dice el graduado de 25 años de edad, quien pidió mantenerse en el anonimato porque todavía no ha renunciado a su trabajo en Puerto Rico. “Llegas a un punto en el que dices ‘esto ha sido suficiente. Soy una buena persona, soy un buen ciudadano, pago mis impuestos’”.
Él no es el único. Piensa en esto: entre los años 1980 y 2000, el promedio anual de migración de puertorriqueños hacia Estados Unidos fue de 12.000 personas. De 2010 a 2013 –cuando la economía empezó a estancarse– esa cifra saltó hasta 48.000 personas por año.
Problemas de electricidad: más personas podrían tratar de salir después del primero de julio.
Esa es la fecha en la que el proveedor estatal de energía, PREPA, tiene que pagar 400 millones de dólares de deuda, lo cual es casi seguro que no puede cubrir. Moody’s ha clasificado los bonos de PREPA en la categoría más baja posible.
PREPA tiene una deuda total de alrededor de 9.000 millones de dólares. En comparación, cuando Detroit entró en bancarrota, este se despojó de 7.000 millones de dólares. Por ley, a Puerto Rico no le es permitido acogerse al capítulo 9 de la ley de Bancarrota de Estados Unidos de la misma manera en que lo hizo Detroit.
Los problemas de la PREPA son una historia de petróleo. La compañía todavía importa y quema crudo para alimentar sus plantas eléctricas. Según analistas de Moody’s, aun cuando otras empresas en el Caribe han cambiado y han empezado a usar gas natural y energía renovable, PREPA continúa con su “ineficiente” gasto energético.
El inminente incumplimiento puede ser el presagio de un difícil dilema para el gobierno. Este debe empezar a pensar en decidir entre lo que es mejor para su población y lo que es mejor para sus acreedores.
“Esas dos obligaciones están a punto de entrar en un conflicto aquí”, dice Hampton, el analista de Moody’s. “La economía de Puerto Rico ha languidecido y sus ciudadanos han estado dejando la isla para llegar a tierra firme”.