(CNN Español) – La semana pasada se produjeron concentraciones populares en diferentes ciudades de Ecuador. Los manifestantes protestaban por las decisiones políticas, económicas y sociales del presidente Rafael Correa. En el centro de la polémica está el proyecto sobre herencias que el mandatario envió al Congreso el viernes pasado.
Correa dice que se trata de redistribuir la riqueza, pero los empresarios ecuatorianos afirman que representa una confiscación de los bienes obtenidos durante sus años de trabajo. Lo que propone el ejecutivo es un impuesto de hasta el 77% sobre las herencias que superen los 35.400 dólares.
Ayer, a su regreso de un viaje, Correa pronunció un discurso en medio de una multitud que se concentró frente al palacio de Carondelet, en Quito.
El mandatario rechazó las manifestaciones ciudadanas por considerarlas desestabilizadoras y agregó que los promotores de las movilizaciones de los últimos días, provenientes de la oposición, están “buscando violencia y muertos”, y que tienen tienen como objetivo buscar otro “30 de septiembre”, día en el que murieron 10 personas y el mandatario estuvo refugiado en un hospital durante nueve horas, en 2010.
“No van a poder contra la revolución ciudadana, pese a su violencia, a su agresividad”, dijo Correa.
Para analizar todos los ángulos de esta noticia, en Café CNN hablaremos con Ramiro Aguilar, asambleísta de la oposición ecuatoriana.
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