(CNN) – La guerra de palabras entre Estados Unidos y Rusia se está intensificando. Lo mismo está sucediendo con el movimiento de los instrumentos de guerra… desde aviones de combate estadounidenses hasta armas nucleares rusas.
Entonces, ¿es inminente la guerra?
Nadie en Rusia, en la OTAN o en Estados Unidos ha llegado tan lejos todavía. Aun así, la retórica y las acciones de ambos lados definitivamente se han intensificado en estos días, lo que ha generado preocupaciones en cuanto a una nueva carrera armamentista —si no es que algo peor— en medio de tensiones en las que ambas partes se echan la culpa el uno al otro.
Los principales actores reclaman que sus movimientos son respuestas defensivas y necesarias a las provocaciones de su enemigo. Ninguno ha hablado de una invasión.
Sin embargo, eso no es lo que les preocupa a algunos expertos. Dicen que un temor mayor es qué cosas pueden ocurrir, accidentalmente, cuando tienes fuerzas militares cada vez más poderosas en formación tan cerca las unas de las otras.
Parte de esto tiene que ver con la naturaleza imprevisible de otros actores, como los separatistas apoyados por los rusos en el este de Ucrania, quienes pueden expandir sus propios conflictos al atacar a los otros sin darse cuenta o a propósito. El mayor ejemplo puede ser que los rebeldes derribaran en 2014 un avión comercial de Malaysia Airlines sobre Ucrania.
Luego existe el peligro de que algo salga mal a medida que los poderosos ejércitos se vuelven más agresivos, como cuando un avión de combate ruso recientemente se acercó a 3 metros de una aeronave de reconocimiento de la Fuerza Aérea de EE.UU. sobre el mar Negro.
“Considerando el ritmo de las operaciones militares rusas durante el año pasado”, dijo Steven Pifer de la organización de investigación Brookings Institution, con sede en Washington, y exembajador de Ucrania, “tienes más interacciones, más posibilidades para que las cosas salgan mal”.
Ojo por ojo militar
No hay duda de que la represalia militar ha aumentado esta semana.
La Marina de EE.UU. está entre los que participan en un ejercicio de desembarco de la OTAN en Suecia. Casi al mismo tiempo, la secretaria de la Fuerza Aérea de EE.UU., Deborah James, anunció que podrían estar enviando a algunos de sus aviones de combate más avanzados hacia Europa en una demostración de fuerza.
El Pentágono ya ha enviado a Europa a los bombarderos B-2 y B-52, aviones de ataque F-15C y A-10, al igual que efectivos del ejército y la Marina con el fin de realizar ejercicios con aliados en la llamada operación Atlantic Resolve. James dijo que el F-22 Raptor, el principal avión de combate del Pentágono, podría unírseles pronto.
Esto se suma a las acciones militares anteriores de Estados Unidos para apoyar a Ucrania y a varios países bálticos, algunos de los cuales temen que el presidente Putin —ya sea de manera directa o indirecta— vendrá por ellos después.
En respuesta, el ministro de asuntos exteriores de Rusia acusó el lunes a los países de la OTAN de “caer en una nueva confrontación militar con consecuencias destructivas”.
Eso no quiere decir que Moscú no haya tomado acciones militares de su parte… más notablemente con sus aviones.
La OTAN anunció a finales del año pasado que interceptó más de 400 aviones de combate rusos solo en 2014, lo que representa un aumento del 50% frente al año anterior.
También está el avión ruso que en mayo se acercó a 3 metros de un avión militar estadounidense en espacio aéreo internacional sobre el mar Negro.
“No tienes que volar a 1,5 metros de altura sobre un barco para recopilar inteligencia”, dijo Jorge Benitez, un experto de la OTAN en el Consejo del Atlántico. “Putin está tratando de usar estas amenazas para hacer retroceder a Occidente y decir ‘Estoy dispuesto a hacer estas cosas para que salgan de mi ámbito de influencia’”.
La OTAN condena el ‘alarde de poder nuclear’
El presidente ruso Vladimir Putin no ha dado la impresión de que dará marcha atrás.
“Si alguien amenaza nuestros territorios, eso significa que tendremos que dirigir nuestras fuerzas armadas hacia la amenaza”, dijo el martes, según la agencia estatal de noticias Sputnik. “Es la OTAN la que se está acercando a nuestras fronteras, no es como si nosotros nos estuviéramos moviendo a cualquier lugar”.
Putin intensificó la situación más allá de maniobras aéreas provocativas ese mismo día, cuando anunció que él reforzará el arsenal nuclear de su país con otros 40 misiles balísticos intercontinentales.
En respuesta, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, criticó estas “nuevas capacidades nucleares y el mayor uso de una retórica nuclear” y advirtió que “los alardes de poder nuclear de Rusia es algo injustificado, algo que desestabiliza y es peligroso”.
James, la principal líder civil de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, se refirió a la actividad rusa en Europa como “la mayor amenaza en mi mente” cuando señaló que Estados Unidos está considerando enviar a sus mejores aviones de combate F-22 a la región.
Sin embargo, los funcionarios rusos dicen que ellos son los que están siendo amenazados. Eso incluye informes de que Estados Unidos podría enviar tanques y artillería a bases en Europa Oriental, una posible medida que el ministro de defensa ruso calificó de ser “el paso más agresivo del Pentágono y la OTAN desde la Guerra Fría”.
El secretario de Defensa, Ashton Carter, anunciará la decisión la próxima semana, le dijeron fuentes a CNN.
La tensión en Ucrania genera rivalidad
Funcionarios estadounidenses y observadores señalan al levantamiento de Ucrania como el inicio del repunte en el comportamiento contencioso de Moscú, el cual se intensificó en medio de la condena de Occidente y la presión tras la toma de Crimea por parte de Rusia.
El presidente Barack Obama ha buscado reafirmar los esfuerzos militares de Ucrania por medio de una asistencia y entrenamiento no diseñado para operaciones letales, al igual que al dar apoyo político a Kiev y poner presión sobre los rusos por medio de una serie de sanciones coordinadas con socios de la Unión Europea.
Hasta ahora, Obama se ha resistido a enviar ayuda para operaciones letales a Ucrania, un aliado pero no miembro de la alianza de la OTAN.
Los líderes estadounidenses y europeos ya están considerando una ronda adicional de sanciones que impondrían sobre Moscú si ellos dan otros pasos militares en Ucrania.
Los funcionarios estadounidenses están particularmente preocupados por los ejercicios del ejército ruso a gran escala cerca de Ucrania, los cuales se llevarán a cabo este verano. Estos son solo los más recientes en una serie de ejercicios que o se han acercado a la frontera con Ucrania o han simulado ataques militares, entre ellos ataques nucleares, en Europa.
Los funcionarios occidentales creen que ellos deben responder de la misma forma… y eso se ha visto en un aumento en los ejercicios militares de la OTAN con aliados bálticos como Estonia, y en los planes estadounidenses más recientes para enviar artillería a bases en la región.
“Queremos asegurarnos de que los aliados de la OTAN están defendiendo su territorio 24 horas al día, siete días a la semana, y seguiremos apoyándolos y llevando a cabo la vigilancia en ese sentido”, dijo el lunes el secretario de prensa de la Casa Blanca, respecto a la mayor participación militar de Estados Unidos en la región.
Y mientras Estados Unidos busca tranquilizar a los aliados de Europa Oriental con estos esfuerzos, las provocaciones de Rusia continuamente alteran a esos mismos países, dijo Paul Stronski, quien fungió como director para asuntos de política rusa en el Consejo Nacional de Seguridad desde 2012 hasta 2014.
“Cuando Occidente habla acerca de intensificar su presencia en la región, esta es su respuesta”, dijo.
Casi todos los intentos estadounidenses y europeos por disuadir a Putin en cambio han desencadenado una reacción opuesta: más ejercicios militares, más comportamiento provocador y un persistente rechazo a dar marcha atrás ante las exigencias de Occidente.
“Creo que veremos más y más de esto”, dijo Benitez, quien no es el único que argumenta que la administración de Obama no está haciendo lo suficiente para combatir la agresión rusa. Los republicanos en el Congreso y otros en Washington están haciendo un llamado para que Obama de luz verde a proporcionarle a los ucranianos ayuda para operaciones letales.
Sin embargo, Stronski hizo un llamado a la prudencia.
“Llegó el momento de que las personas empiecen a demostrar compostura política para frenar esto en ambos lados”, dijo.