(CNN) – El Cuerpo de Alguaciles de Estados Unidos ha agregado a los asesinos convictos que se fugaron de una prisión de máxima seguridad en el estado de Nueva York a su lista de 15 fugitivos más buscados y ofrecieron una recompensa de 50.000 dólares por información que lleve a su captura.
La lista “está reservada para lo peor de lo peor” dijo Stacia Hylton, directora de servicio del Cuerpo de Alguaciles de Estados Unidos. “No hay duda de que David Sweat y Richard Matt entran en esta categoría”, dijo el jueves.
Ahora en el decimocuarto día, la búsqueda masiva de los presos que se fugaron continúa en el área del Centro Correccional Clinton donde la policía estatal ha estado revisando los campamentos estacionales y ha allanado más de 160 edificios abandonados.
La policía estatal también le ha pedido a las personas a cargo de la búsqueda y a los propietarios de las viviendas que tienen cámaras de vigilancia que revisen la secuencia de videos desde la fecha hasta el 6 de junio, el día en ocurrió la fuga de la prisión, para detectar cualquier actividad fuera de lo común.
La búsqueda de Matt, de 49 años de edad, y Sweat, de 35 años de edad, se ha extendido hasta la frontera de Canadá y México, donde se han distribuido carteles de búsqueda de los asesinos fugados.
A medida que los investigadores amplían su búsqueda de los fugitivos, están surgiendo más detalles sobre la relación entre la instructora de sastrería de la prisión, Joyce Mitchell, y los fugitivos.
Mientras tanto, su esposo se siente traicionado por lo que ocurrió, dice su abogado.
Fugitivo había pintado a los hijos de la empleada
Antes de fugarse de la prisión, Matt en algún momento hizo una pintura para Mitchell, quien ahora está acusada de ayudarlo a él y a otro preso a escapar.
Usando una fotografía, Matt pintó un retrato de los hijos de Mitchell, le dijo a CNN Andrew Wylie, el fiscal del distrito del condado de Clinton.
Según dijo Wylie, en abril Mitchell le dio el cuadro a su esposo como regalo de aniversario de boda. A cambio, Mitchell le dio a Matt un par de guantes de velocidad, parecidos a los guantes de boxeo.
Las autoridades también han dicho que Matt tuvo una relación sexual con Joyce Mitchell.
Mitchell, de 51 años de edad, está tras las rejas, acusada de ayudarlos a fugarse y de introducir hojas de sierras, cinceles, taladros, una perforadora y otras cosas de contrabando para dárselas a los convictos antes de que se fugaran.
No se ha fijado la fecha para la audiencia de Mitchell, quien se ha declarado inocente de los dos cargos presentados en su contra y ha estado hablando con las autoridades. Si es declarada culpable, Mitchell podría enfrentarse a ocho años en prisión.
Según el fiscal, el esposo no estaba enterado del plan
El esposo de Mitchell, Lyle, también trabajaba en la sección de sastrería de la prisión.
Sin embargo, el fiscal dijo el miércoles que Lyle Mitchell no estaba enterado del plan de fuga de los prisioneros antes de que ocurriera y que no sabía que su esposa tuviera alguna relación con los presos.
Después de que Matt y Sweat escaparon, dijo Wylie, Joyce Mitchell le advirtió a su esposo que los hombres estaban libres y que habían estado conspirando para matarlo.
“Ella le informó lo que pasó después de la fuga, incluyendo el posible complot de asesinato”, dijo Wylie.
El abogado de Joyce Mitchell dice que eso no quiere decir que ella estuviera participando en el complot.
“No creo que ella estuviera involucrada en algún intento de matar a su esposo”, según su abogado, Stephen Johnston, le dijo a CNN. “Solo porque ella escuchara algo no significa que estuviera participando en eso… ella no quería formar parte de eso y no lo hizo”.
Por su parte, Lyle Mitchell se siente traicionado, perdido y está “buscándole sentido a su vida de nuevo”, según dijo su abogado.
Él no tenía idea de que su esposa estuviera involucrada en la elaborada fuga de prisión cuando los dos fueron inicialmente interrogados por la policía, dijo su abogado Peter Dumas.
Solamente dos días después de que ocurriera la fuga, Lyle Mitchell se dio cuenta “de que algo estaba sucediendo” y confrontó a su esposa, quien le advirtió que los hombres que se habían fugado habían estado conspirando para matarlo, dijo Dumas.