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(CNN) – Existe un líquido sencillo que tiene un enorme efecto en qué tan bien se siente tu familia hoy en día: el agua.

Más de la mitad de los niños y adolescentes en Estados Unidos podrían no estar correctamente hidratados, según un estudio a escala nacional realizado por la Escuela de Salud Pública  T.H. Chan de Harvard.

De hecho, el 54,5% de los estudiantes que participaron en el estudio tuvieron concentraciones de orina que los ubicaron en la categoría inferior al consumo mínimo diario de agua.”Me sorprendió ver que casi uno de cada cuatro niños no tomaban agua en el transcurso del día”, dijo la autora principal Erica Kenney, investigadora de posgrado en el Departamento de Ciencias Sociales y del Comportamiento en la escuela Harvard Chan.

No todos los niños estaban igualmente deshidratados, de acuerdo con el estudio. Los niños que participaron tenían un 76% de más probabilidades de estar hidratados inadecuadamente, en comparación con las niñas, lo cual es un hallazgo significativo desde el punto de vista estadístico.

Si bien la deshidratación leve normalmente no pone en riesgo la vida, no tomar suficiente agua podría dar lugar a una discapacidad cognitiva, dolores de cabeza e incluso nausea en casos severos, según la Dra. Anisha Patel, una pediatra en la Universidad de California, San Francisco.

Para los niños más pequeños, los síntomas incluyen nerviosismo, micción poco frecuente, boca seca y una falta de lágrimas cuando lloran. “Mantener a los niños hidratados puede ayudarlos en su aprendizaje y a tener un mejor rendimiento en la escuela”, dijo Patel.

Pero, ¿cuánta agua es suficiente? Para los niños y los adolescentes, los requisitos diarios de agua varían bastante y dependen de varios factores, entre ellos la edad y el nivel de actividad.

Para un consumo total de agua, los expertos recomiendan que los niños obtengan la mayor cantidad a partir del agua potable, pero también una pequeña cantidad de los alimentos. Los niños de 1 a 3 años de edad necesitan aproximadamente cuatro tazas de agua al día. Para los niños de 4 a 8, se recomienda 5 tazas por día. Una vez cumplen los 9 años, los requisitos varían según el sexo. Para los niños de 9 a 13 años, se recomienda ocho tazas de agua al día, mientras las niñas necesitan siete tazas.

“Los niños no tienen un mecanismo de sed altamente desarrollado, así que ellos son especialmente vulnerables a deshidratarse”, dijo Dianne Ward, profesora de nutrición de UNC Chapel Hill Gillings School of Global Public Health y directora de la División de Intervención y Política. “Por lo tanto, los padres deben recordarles a sus hijos que beban agua”, dice Ward.

Cuando piensas en que tu cuerpo pierda agua, normalmente la micción es lo que viene a la mente. Pero la respiración, el sudor y tu piel son otros caminos que el agua puede tomar para salir del cuerpo. De hecho, los adultos pierden casi 4 tazas de agua al día a través de la piel y la respiración normal. Esa es la razón por la que es importante rehidratar nuestros cuerpos de manera regular, los cuales están conformados por un 60% de agua por masa dependiendo de tu edad y la composición de tu cuerpo.

Todos los expertos estuvieron de acuerdo en que los niños deberían de permanecer alejados de las bebidas azucaradas y con cafeína porque estas bebidas contienen otros ingredientes que no necesariamente proporcionan beneficios nutricionales. Incluso peor, las bebidas con cafeína son ligeramente diuréticas, lo que significa que pueden hacer que el cuerpo produzca más orina. Esto significa que la cafeína podría empeorar aún más la deshidratación.

Mientras el 99% de la población tiene acceso a agua potable limpia, algunas escuelas que fueron construidas antes de los años 80 podrían tener agua potable contaminada debido a las tuberías de agua de plomo, según Patel. Para estas comunidades, el agua purificada de fuentes externas o el agua embotellada son posibles alternativas.

Los expertos con los que hablamos tuvieron un mensaje claro: las escuelas necesitan hacer un mejor trabajo en brindarle a los niños acceso a agua potable limpia, y no solo durante la hora de almuerzo.

La investigación de Patel ha demostrado que algunas escuelas ya han tomado medidas en la dirección correcta al proporcionar agua en jarras atractivas, botellas de agua que pueden volverse a llenar y estaciones de agua fáciles de usar.

En casa, los padres pueden comenzar por dar un buen ejemplo: tomar principalmente agua pura para crear una “cultura de hidratación”, dijo Ward. “Los niños ni siquiera tendrían que pedir agua”, y los niños pequeños que se encuentren en cuidado infantil deberían tener disponibilidad de agua potable para ellos todo el tiempo.