(CNN) - En los días previos al Día del Padre, los mensajes en el pasillo de tarjetas de felicitación a menudo son diferentes a los mensajes que encuentran los compradores antes del Día de la Madre.
Una de las tarjetas del Día del Padre más vendidas de Hallmark dice: “Un buen papá te enseña a manipular apropiadamente un martillo. Un gran papá te enseña qué gritar cuando te golpeas el pulgar. Gracias papá por todas las lecciones”.
Otra dice: “El hogar es donde hay flatulencias. Feliz Día del Padre”.
Por otro lado, una de las tarjetas más vendidas del Día de la Madre dice: “Feliz Día de la Madre, para mi mamá, mi heroína. Me siento extremadamente orgulloso de la maravillosa mujer que conozco y amo como mi madre”.
En otras palabras, muchas tarjetas del Día del Padre son humorísticas y no expresan sentimientos, mientras que las tarjetas para las madres por lo general contienen mensajes explícitos de amor.
La diferencia refleja el estereotipo de género que define claramente a las mujeres como quienes se encargan de la crianza de los hijos y a los hombres como administradores que carecen de emociones.
Estos efectos persistentes aún los sienten los niños que tienen dificultades para compartir sus sentimientos con sus papás de la misma forma que lo hacen con sus madres.
Las investigaciones muestran que los niños son más propensos a decirle “te amo” a sus madres más que a sus padres, dijo la Dra. Linda Nielsen, profesora de psicología de la educación y del adolescente de la Universidad de Wake Forest.
Sin embargo, este estigma social está cambiando lentamente. Conforme evolucionan las nociones de paternidad y los padres pasan más tiempo con sus hijos, la imagen del estoico y distante papá se está atenuando. Y los expertos dicen que los niños pueden ayudar a acelerar esta tendencia al expresarles sus sentimientos a sus padres.
“Debes ser un hijo que brinda igualdad de oportunidades”, dijo Nielsen. “Necesitas empezar a tratar a tu padre de la misma forma que tratas a tu madre”.
Hombres, mujeres y emociones compartidas
En 1972, el candidato presidencial Edmund Muskie supuestamente lloró durante una conferencia de prensa de su campaña en Nuevo Hampshire.
Los informes discreparon sobre si la humedad en sus mejillas era nieve que se estaba derritiendo, pero algunos críticos y votantes lo consideraron como una prueba de que no era lo suficientemente fuerte como para ser presidente. A la consiguiente crítica se le atribuyó el hecho de que la campaña del principal candidato fracasara.
Cuarenta años más tarde, al presidente Barack Obama se le llenaron los ojos de lágrimas durante un discurso sobre los tiroteos masivos en la Escuela Primaria Sandy Hook en Newtown, Connecticut.
Recibió algunas burlas e incluso muchos elogiaron al presidente por mostrar sus sentimientos. Del mismo modo, nadie hizo un alboroto en abril cuando Obama dijo que lloraba al pensar que su hija mayor, Malia, se iría a la universidad.
La diferencia entre los ejemplos de Muskie y Obama muestra hasta qué punto la sociedad ha llegado a aceptar que el hecho de que los hombres demuestren sus sentimientos es señal de compasión y no de debilidad.
Aun así, las percepciones que se han tenido durante mucho tiempo sobre el papel de crianza de los padres y las madres siguen siendo conservadoras.
“Los hombres y las mujeres son socializados de manera diferente en cuanto a cómo expresan su definición de género”, dijo el psicólogo y autor Dr. Carl Pickhardt, quien cree que la diferencia refleja cómo se educa a los niños a percibir su género.
En su trabajo como consejero, Pickhardt les pregunta a los niños a quién de sus padres relaciona más con las preguntas: “¿Cómo te sientes?” y “¿Cómo estás?” Por una abrumadora mayoría, la respuesta fue: “sentir” lo asocian con las madres y “estar” con los padres.
“Idealmente, quieres que a ambos padres se les relacione con expresiones afectivas y de rendimiento”, dijo.
Este es el resultado de la crianza, dijo el Dr. Peter Gray, profesor asociado de antropología de la Universidad de Nevada, Las Vegas. Los padres tienden a educar a sus hijos para que sean exitosos en las situaciones sociales en las que ellos se encuentran, dijo.
Los puestos tradicionales para los hombres han sido administrativos o ejecutivos, donde las discusiones sobre los sentimientos de las personas no son una prioridad.
Dado que desean lo mejor para sus hijos, los papás posiblemente no toleren un comportamiento similar en casa. Con el tiempo, esto puede dar lugar a que los niños expresen menos sus sentimientos hacia su padre, dijo Gray.
Sin embargo, a medida que los padres enfrentan nuevas expectativas para participar más en el cuidado de los niños y el trabajo doméstico, estas barreras están desapareciendo lentamente.
“En los últimos 30 a 40 años, las funciones de los padres están incluyendo cada vez más el cuidado de los hijos”, dijo Gray. “Esto brinda mayores oportunidades para que exista una conexión”.
Paternidad moderna
Un estudio que el Centro de Investigaciones Pew llevó a cabo en el 2013 encontró que los padres casi han triplicado la cantidad de tiempo que pasan con sus hijos desde 1965. Actitudes cambiantes, un mercado laboral incierto y un mayor énfasis en el balance entre el trabajo y la familia están empezando a cambiar los roles de crianza tradicionales.
Adrian Kulp es un padre a tiempo completo, que se queda en casa, y escribe en el blog Dad or Alive. Él es el principal encargado de cuidar a sus tres hijos, todos menores de 6 años.
Si bien fue difícil para él hacer la transición a este rol luego de ser un ejecutivo, él ha podido comprobar por su propia experiencia un cambio en cuanto a las percepciones.
“He llegado a entender qué es la paternidad moderna”, dijo Kulp. “El rostro de la paternidad está cambiando y creo que es para mejor”.
Esta nueva representación de la paternidad está siendo divulgada a nivel nacional por organizaciones como Lean In.
El grupo de empoderamiento de las mujeres utiliza su campaña #LeanInTogether para cambiar las representaciones de los padres por medio de fotos de archivo, como se muestra en una nueva colección de Getty Images en la que se ve a los hombres como padres involucrados.
Del mismo modo que cambia la definición pública de la paternidad, también lo hacen las formas en que los padres y los niños interactúan.
Kulp dijo que él nunca ha tenido dificultad para mostrar sus sentimientos hacia su padre.
“Un simple diálogo abierto y honesto entre padre e hijo puede ayudar mucho”, dijo.
Los expertos dicen que para lograr establecer una conexión entre padre e hijo es necesario que ambas partes estén abiertas. Toma tiempo y a veces una conversación franca, a menudo iniciada por el niño.
Si compartir sentimientos con un padre es demasiado difícil, los expertos sugieren que los niños inicien una conversación con su padre sobre lo difícil que puede ser para ellos expresar sus sentimientos. “Conversen sobre qué es lo que se siente incómodo, desconocido o difícil”, dijo Pickhardt.
Los niños también pueden mostrar sus sentimientos hacia su padre de forma indirecta a través de un regalo valioso o una actividad planificada, dijeron los expertos.
Las familias pueden utilizar el Día del Padre como una excusa para invitar a papá a una cena especial, una película o, incluso, a unas mini-vacaciones, ya que puede ayudar a que tanto los padres como los hijos puedan compartir más sus sentimientos.
Este día festivo también debe ser un día de profunda reflexión sobre las relaciones entre padres e hijos, dijo Nielsen. Los padres deben pensar en qué tanto comparten sus sentimientos cuando hablan con sus hijos. Además, los niños se sentirán más cómodos en expresar sus sentimientos si sus padres también lo hacen.
“Los días en que ocultabas tus emociones han desaparecido”, dijo Kulp, el padre que se queda en casa. “La vida es demasiado corta como para ocultar tus sentimientos”.