(CNN) – Dentro de un pequeño edificio que no tiene nada en particular en un suburbio de Seúl, los estudiantes están aprendiendo los conceptos básicos del idioma coreano.
Lee Yoo-jung, de 14 años de edad, se presenta en coreano, pero no tiene suficiente confianza como para decir mucho más.
En mandarín, Yoo-jung explica que su madre hizo el peligroso viaje para cruzar la frontera de Corea del Norte hacia China. Por lo tanto, Yoo-jong solo conoce acerca de su tierra natal a través de las historias de su madre.
“Ella dijo que en el pasado, no tenían qué comer”, dijo.
Salir de Corea del Norte fue solo parte de la lucha.
Cha Yun-ha, de 15 años de edad, explica lo siguiente: “Si vives en China, hay gente que detiene a los norcoreanos. Una vez te capturan, te envían de vuelta”.
Dificultades para adaptarse
Yun-ha, quien nació en China, viajó a través de China hacia Tailandia y desde ahí a Corea del Sur hace tres años. Su madre salió de China primero, y Yun-ha la siguió con un grupo de surcoreanos. Su entendimiento del idioma coreano está mejorando poco a poco
Pero para ella ha sido difícil adaptarse con los niños del lugar, algunos de quienes la han molestado por su acento extraño y su falta de conocimiento local.
“A veces se burlan de mi coreano imperfecto”, dijo. “Los escucho decir ‘¿Por qué está esta persona china aquí en Corea? Regresa a China’”.
Incluso para quienes crecieron hablando coreano, existen diferencias en cómo se utiliza al norte y al sur de la frontera… especialmente en los libros de texto. Esa es parte de la razón por la que los niños norcoreanos tienen dificultades en las escuelas surcoreanas.
Reducir la brecha
La directora de la escuela Kumgang, Chu Myung-wha, una vez fue maestra en el norte. Ella dice lo siguiente: “En Corea del Norte, el tema de estudio más importante es aprender acerca de la historia revolucionaria de Kim II-Sung y Kim Jong-II”.
Ella desertó hace siete años porque no veía futuro para su hija. “Cuando pensaba en su futuro, no había esperanza,” dijo Chu. “Yo quería que ella tuviera una educación adecuada y que fuera feliz”.
Chu estableció la escuela para ayudar a los jóvenes norcoreanos a adaptarse al sistema educativo y a la forma de vida en Corea del Sur. Actualmente, hay aproximadamente 40 estudiantes, desde niños en edad de la escuela primaria hasta más o menos los 17 años de edad.
Chu les ofrece comida a los niños e incluso un lugar dónde dormir. Algunos de ellos viven en la escuela porque sus padres están lejos, o solo necesitan su tiempo para establecerse y encontrar trabajo.
La directora explica que con muchas de las diferencias culturales, puede ser difícil que un desertor se adapte.
“No es fácil. Es muy difícil. Son muchos los días cuando lloro sola. Algunos días es muy doloroso y no puedo evitar preguntarme ¿por qué vivo así? Sin embargo, tengo personas alrededor que me apoyan y eso me ayuda mucho. Así que todavía me estoy adaptando”.
Ella espera que con la ayuda de la escuela, podría no ser tan difícil para los niños, quienes parecen estar disfrutando el acceso a caricaturas, juegos de computadora y K-pop.
Yoo-jung quiere ser cantante cuando crezca. ¿Su grupo favorito? Exo, la banda de chicos que tienen subgrupos chinos y surcoreanos, quienes cantan en mandarín y en coreano.