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(CNN) – Mucho antes de que el caso de una niña embarazada en Paraguay, quien supuestamente fue violada por su padrastro, llamara la atención internacional y se convirtiera en el último imán en cuanto al debate sobre el aborto, la madre de la niña dice que ella acudió a las autoridades para pedirles ayuda.

“Yo fui quien reportó todo esto, pidiendo que se hiciera justicia y esperando que se pudiera hacer algo, pero los fiscales desestimaron el caso”, le dijo la madre a CNN en Español en una entrevista exclusiva el jueves. “De lo contrario, esto nunca habría llegado a este punto”.

Ella reportó el abuso inicialmente en noviembre de 2013, según dijo la madre, a quien CNN no está identificando en cumplimiento con las leyes paraguayas que protegen a las presuntas víctimas de abuso.

Ahora, su hija de 11 años está embarazada. La madre es acusada de abandono infantil y complicidad. Y el padrastro se encuentra tras las rejas, acusado de violación.

En su primera entrevista con una organización internacional de medios de comunicación, la madre dijo que los cargos en su contra eran falsos y que lo que el público opina de ella simplemente no es cierto.

“Me acusaron injustamente”, dijo, describiendo entre lágrimas lo que según ella fueron años de amenazas y abuso que sufrió a manos de su esposo.

Antonio Barrios, Ministro de Salud de Paraguay, anteriormente le dijo a CNN que los vecinos fueron los que reportaron el abuso y que la madre había negado las acusaciones contra su esposo.

“¿A quién debemos creerle? ¿Por qué haría algo así?”, dijo la madre el jueves. “Fui a pedir justicia, pero las autoridades decidieron no llevar a cabo una investigación”.

El debate sobre la respuesta por parte de Paraguay

El caso ha generado un debate a nivel internacional y organizaciones de derechos humanos de alto perfil critican la respuesta del gobierno.

Según Amnistía Internacional, la madre de la niña había solicitado que se interrumpiera el embarazo después de enterarse del mismo en abril.

La legislación paraguaya prohíbe los abortos, excepto en los casos en que el embarazo ponga en peligro la vida de la madre. El Ministerio de Salud de Paraguay ha dicho que no existen indicios de que la salud de la niña esté en riesgo.

A principios de este mes, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos citó un reciente testimonio de expertos de la ONU en el que se decía que el gobierno de Paraguay había “incumplido con su responsabilidad de proteger a una sobreviviente de abuso sexual de 10 años y de proveerle los tratamientos cruciales y oportunos, incluyendo un ‘seguro y aborto terapéutico’”.

La comisión de derechos humanos dijo que la niña, quien tenía 26 semanas de embarazo al momento de su declaración, enfrentaba una condición grave de salud y que existía la posibilidad significativa de que sufriera complicaciones. Esta criticó al gobierno paraguayo por no revelar suficiente información sobre el caso y se preguntó si la niña y su familia estaban recibiendo suficiente información sobre la situación y los riesgos médicos significativos.

El gobierno de Paraguay ha sostenido que ha hecho todo lo posible para proteger la vida de la niña y del feto.

‘Cuidaremos al bebé’

Al momento de salir de la cárcel en libertad provisional esta semana, la madre dijo que sabía dónde debía estar: al lado de su hija.

“Fui a hablar con mi hija después de casi dos meses”, dijo. “Sentí una gran emoción que no podía contener en mi corazón, como sucedería con cualquier madre”.

Según la madre, los médicos dicen que su hija —ahora con siete meses de embarazo— se encuentra en buen estado de salud y está bien.

El padrastro ha negado los cargos en su contra y exigió una prueba de ADN.

“Le voy a dejar todo a la justicia (sistema). Que hagan su trabajo, incluso si eso no ocurrió sino hasta ahora”, le dijo la madre a CNN en Español. “Solicité esto hace mucho tiempo, hace dos años, y nunca me escucharon. Ahora pido que se haga justicia. Les dejo la justicia en sus manos para que esto nunca más vuelva a suceder”.

No tiene ninguna otra opción ahora, dijo la madre, más que esperar a que nazca el bebé y apoyar a su hija.

“Vamos a esperar a que el bebé nazca”, dijo. “Y entre toda mi familia cuidaremos de su bebé, para que ella pueda seguir estudiando. …porque nada de lo que le pasó fue su culpa”.