(CNN) – Un hombre que es parte de la lista de vigilancia del terrorismo en Francia se tomó selfies con el cuerpo decapitado de su jefe antes de lanzar un intento de ataque suicida en una fábrica de productos químicos propiedad de EE.UU., dijo un fiscal el martes en una rueda de prensa.
Esas fotos que fueron tomadas con el teléfono del sospechoso Yassin Salhi pueden convertirse en parte de una campaña de propaganda de las redes sociales para ISIS, dijo el fiscal de París François Molins, cuya oficina maneja casos de anti terrorismo a lo largo de Francia.
Las autoridades dijeron que ubicaron mensajes telefónicos de un amigo de Salhi en Siria que confirmaban la recepción de dos fotos. El amigo al parecer le dijo a los familiares que tenía planificado pedirle a la organización militante islamista permiso para difundir las imágenes, dijo Molins.
Salhi será investigado por cargos relacionados con el terrorismo, aunque dijo a la policía que actuó por razones personales: un conflicto con su jefe y tensiones con su esposa, dijo Molins.
“La decapitación, la puesta en escena siniestra, la voluntad de provocar una explosión en un lugar sensible, el envío de imágenes como trofeo de su crimen a un corresponsal en Siria… todo esto causa una conmoción, la cual por supuesto perturba gravemente el orden público a través de la intimidación y el terror”, dijo el fiscal.
La seguridad en Francia ha sido aumentada desde enero cuando atacantes islamistas fijaron como blanco la revista satírica Charlie Hebdo y una tienda de comestibles kosher.
Salhi fue detenido el viernes antes de que pudiera hacer explotar latas de gas en la fábrica de Saint-Quentin-Fallavier, a unos 30 kilómetros afuera de Lyon, dijeron las autoridades. La cabeza decapitada del jefe de Salhi fue encontrada colgando de una valla, junto con dos banderas que llevaban escritura islámica.
El martes, Molins confirmó la información acerca de la selfie que circulaba en los medios franceses.
“El análisis llevado a cabo en el teléfono de Yassin Sahli ha revelado dos fotos tomadas el mismo día exactamente a las 9:33 a.m.”, dijo. “La primera mostraba el cuerpo de la víctima envuelto en banderas, con su cabeza apoyada en el baúl, y la segunda era una especie de selfie en la que el supuesto autor posaba con el cuerpo de la víctima. Se trata de dos imágenes que él envió de forma inmediata a Siria, a un amigo …vía WhatsApp”.
Molins dijo que también encontraron mensajes en otro teléfono relacionado con Sébastien Younes, un amigo de Salhi que ha estado en Siria desde noviembre. Molins dijo que los mensajes mostraban que Younes había recibido las dos fotos y que había “pedido permiso a la organización terrorista del Estado Islámico para difundirlas”.
El fiscal dijo que el teléfono de Salhi contenía mensajes que mostraban que no estaba contento debido a la falta de participación religiosa de su esposa.
Molins también dijo que Salhi muestra una “memoria selectiva” y declaró que no puede recordar haber cortado la cabeza de su jefe o haber enviado las fotografías.
El viernes, Salhi condujo a la empresa de transporte donde trabajaba y portaba un cuchillo con una hoja de 20 centímetros, una escopeta con acción de bombeo falsa que repintó el día antes y dos banderas con profesiones de fe musulmana que compró el día antes, dijo Molins.
Salhi atrajo a su jefe, Herve Cornora, a la camioneta, lo golpeó con un gato para vehículos hasta dejarlo inconsciente y lo estranguló, indicó Salhi a los investigadores, según dijo Molins.
Condujo la camioneta hacia la fábrica Air Products & Chemicals, la cual suministra gases para uso industrial, pero antes de llegar entró a la parte trasera de la camioneta y decapitó a Cornora, dijo Molins. El fiscal dijo que no está claro si Cornora estaba vivo o muerto en ese momento.
El vehículo pudo ingresar por las puertas porque la camioneta había sido utilizada para hacer entregas previas y reconocieron a Salhi como un empleado de la compañía de transporte.
Unos siete minutos después, las cámaras de seguridad muestran cómo la camioneta de Salhi acelera hacia una bodega que contenía botes de gas, acetona y aire líquido, dijo Molins el lunes en una rueda de prensa. Luego hubo una explosión tan fuerte que los residentes a 3 kilómetros de distancia pudieron oírla. La explosión dañó la bodega y destruyó el techo y la parte trasera del vehículo.
Cuando los bomberos llegaron unos cinco minutos después de la explosión, dijeron que encontraron a Salhi intentando abrir botes de acetona. Una explosión podría haber matado a Salhi, así como a las 75 personas que trabajan en la fábrica, dijo Molins.
Mientras examinaban los daños hechos en la bodega, los funcionarios encontraron la cabeza de Cornora atada a la valla de la fábrica, junto con dos banderas que llevaban “la profesión de fe islamista”, dijeron las autoridades.
“Podemos notar que esto se ajusta perfectamente al lema de ISIS, el cual habitualmente hace un llamado a cometer ataques terroristas en territorio francés, y precisamente a degollar a los no creyentes”, dijo Molins. “La decapitación también recuerda precisamente el modus operandi de esta organización”.
Las autoridades dicen que Salhi ha estado casado durante 10 años y tiene tres hijos. La esposa y hermana de Salhi fueron detenidas, junto con otra persona, según Molins. Están siendo investigados por participación en una conspiración terrorista.
Salhi había estado en la lista de vigilancia de terroristas desde 2006.
En 2003, los servicios de inteligencia notaron sus vínculos con un grupo militante en Pontarlier, al este de Francia, y a menudo vio a un sujeto radical llamado “Gran Alí” desde 2003 hasta 2005, dijo Molins.
En 2003 y 2004, Salhi fue varias veces a Marruecos y a Arabia Saudita, dijeron los fiscales, y él podría haber pasado un año en Siria con su esposa e hijos en 2009.
En 2011, aparentemente estuvo en contacto con un individuo que tenía vínculos con la supuesta organización terrorista Forsane Alizza, dijo Molins, y un vecino había informado la primavera pasada que Salhi celebraba reuniones religiosas en su casa.
El sábado se celebró un homenaje a Cornora, de 54 años de edad, en su ciudad natal, Fontaines-sur-Saône, a más de 11 kilómetros al norte de Lyon. Los residentes de su vecindario se congregaron para escuchar al alcale de la ciudad hacer el panegírico de Cornora, quien era un amigo personal.
El alcalde Thierry Pouzol dijo que Cornora estaba profundamente conectado con su comunidad y trataba de ayudar a sus vecinos. Él “cuidaba de los demás”, dijo Pouzol durante el tributo emotivo emitido en la televisión francesa. “Hoy, todos estamos con Herve”, dijo, y le pidió a las personas que se habían congregado que “mantuvieran la cautela y la dignidad para honrar la memoria de Cornora”.