(CNN Espanol) - Fue un domingo de fiesta para la familia real de Gran Bretaña y para muchos simpatizantes de la corona. Y no era para menos, la más pequeña integrante de la casa real, la princesa Carlota, fue bautizada.
Fue una ceremonia íntima, reservada para la familia y sus amigos más cercanos, en la iglesia de santa María Magdalena, en Sandringham, Norfolk.
“El duque y la duquesa están enormemente agradecidos por los buenos deseos que han recibido desde el nacimiento de la princesa Carlota - muchos de ellos de la población de Norfolk - y encantados de que el prado se puede abrir el día del bautizo,” decía un comunicado del Palacio de Kensington.
Carlota es la cuarta en la línea de sucesión al trono británico.
El evento del domingo tuvo un marcado contraste con el bautizo del príncipe Jorge, en una capilla en el centro de Londres, donde no hubo acceso al público. Su padre, el príncipe Guillermo, está constantemente tratando de equilibrar la privacidad de su familia y el interés público.
Guillermo creció acosado por los medios de comunicación y es muy sensible a eso, pero también entiende que sus futuros súbditos quieren estar al tanto sobre lo que sucede con su vida y con la de su familia.