(CNN)– La embajada de China en Turquía emitió una advertencia de viaje a sus ciudadanos después de que algunos turistas fueron “atacados y hostigados” durante protestas en Estambul.
Los gobiernos de China y Turquía están en desacuerdo sobre el tratamiento de los uigures, un grupo étnico predominantemente musulmán que vive en la occidental provincia de Xinjiang.
En un comunicado en su sitio web, la embajada pidió a los turistas chinos ser conscientes de su seguridad y evitar salir solos. También les aconsejó no acercarse a los manifestantes ni fotografiarlos.
El fin de semana, hubo una serie de protestas contra China en Estambul en apoyo de los uigures.
En un incidente, la televisión turca mostró a la policía interviniendo el sábado para contener a los manifestantes, que parecían estar persiguiendo a turistas asiáticos.
La semana pasada, Turquía envió una nota diplomática a China, expresando su preocupación y pesar por los informes de que las autoridades de Xinjiang habían impedido a los uigures llevar a cabo el ayuno durante el mes sagrado musulmán del Ramadán.
Beijing ha negado cualquier prohibición de la observación del Ramadán. En una declaración el 2 de julio en el sitio web de la embajada de China en Turquía, dijo: “los sentimientos religiosos, necesidades y costumbres de los residentes musulmanes se entienden, respetan y protegen completamente”.
Pero las instrucciones publicadas en las páginas web de varios gobiernos de la ciudad y escuelas en Xinjiang sugieren que, a nivel local, existen políticas destinadas a prevenir que estudiantes, funcionarios públicos y miembros del Partido Comunista de observen las tradiciones del Ramadán.
Por ejemplo, la Administración de Alimentos y Medicamentos para el condado de Jinghe, en Xinjiang, instruye a los empleados a firmar una declaración que incluye un “compromiso de obedecer la disciplina política para asegurar con firmeza que las familias que tienen miembros del Partido (Comunista) y los estudiantes no participarán en cualquier actividad religiosa”.
Vínculos estrechos
Turquía tiene estrechos vínculos religiosos, étnicos y culturales con la comunidad uigur de China.
Beijing ha negado vehementemente las acusaciones de las organizaciones de derechos humanos, sobre que los uigures se enfrentan a la discriminación generalizada y la reducción de la libertad religiosa.
Una serie de incidentes violentos recientes han sacudido Xinjiang. La llegada de oleadas de chinos Han, grupo étnico predominante del país, en las últimas décadas ha alimentado las tensiones étnicas.
El lunes, algunas voces a favor del gobierno en los medios de comunicación estatales chinos acusaron a Turquía de tratar de crear problemas en China.
“El gobierno turco ha interferido injustificadamente en múltiples ocasiones en la política interna de China, lo que indica que el ‘panturquismo’ todavía existe en la sociedad turca moderna”, escribió Adilijan Ablet, profesor de política en la Universidad de Xinjiang, en el estatal periódico Global Times.
“Podemos ver que Turquía tiene segundas intenciones con respecto a la interferencia en los temas de Xinjiang”, añadió.