Nota del editor: José Luis Montenegro es periodista y escritor. Fue reportero y editor de la revista Newsweek en Español, ha colaborado en la agencia de noticias The Associated Press y la revista Variopinto. Este es un fragmento del libro ‘Narcojuniors. Los herederos del poder criminal’, de su autoría. Las opiniones e información expresadas en este artículo corresponden exclusivamente a su autor.
(CNN Español) – El narcotráfico en México está cambiando, los viejos capos comienzan a heredar el poder a una nueva generación con costumbres muy distintas.
El comportamiento de estos nuevos personajes se puede descubrir simplemente utilizando las redes sociales. Las nuevas tecnologías han cambiado la forma de actuar de la delincuencia organizada, haciendo que sus modos de vida sean mucho más visibles dentro de la sociedad mexicana.
‘El Chapo’ pensaba heredar el poder a los ‘juniors’
Joaquín Guzmán se sabía protegido, “lo acompañaban 25 camionetas de escoltas bien armados que se distribuían en su trayecto de la ciudad a la sierra y de una residencia a otra”, afirmó un integrante del cártel de Sinaloa a esta investigación periodística.
A pesar de que el capo había construido un sistema de túneles que conectaban al menos seis casas en colonias de clase media en Culiacán, Sinaloa, también se trasladaba por tierra en automóviles de lujo y patrullas clonadas, algunos de estos vehículos con blindaje de distintos niveles.
Luego de su fuga del penal de máxima seguridad en Puente Grande, Jalisco, el Chapo se instaló en varios estados de la República, entre ellos Sonora, Chihuahua, Coahuila, Baja California, Durango y Sinaloa. No fue sino hasta 2011 cuando el capo se estableció de manera definitiva en Eldorado, municipio de Culiacán, donde a finales de 2013 se reuniría con su principal socio y compadre, Ismael El Mayo Zambada, para acordar el futuro del cártel de Sinaloa.
La reunión tuvo lugar en el rancho El Huinacatle, como consta en la declaración ministerial de uno de los dos secretarios particulares y principal escolta de Guzmán Loera. De acuerdo con Carlos Manuel Hoo Ramírez, El Cóndor, en aquella ocasión el Mayo le habría sugerido al Chapo retirarse y dar paso a las nuevas generaciones antes que “inicie una guerra civil dentro de nuestra organización. O les cedemos el control o ellos lo tomarán por su cuenta y riesgo”.
“La entrega (a los narcojuniors) estaba arreglada, es evidente” dijo a mediados de septiembre de 2014 un integrante del cártel de Sinaloa. En aquella charla que sostuvimos, destacó el papel de el Mayo como el principal operador de la organización, a quien describe como “un hombre muy humilde que provoca respeto al que lo ve”.
—¿Qué tanto le afectó al cártel la captura de Guzmán y, recientemente, la muerte de Esparragoza Moreno, El Azul? —se le pregunta al elemento activo de la organización.
—Guzmán sigue operando y El Azul Esparragoza no ha muerto.
—Es decir que El Mayo y El Azul son los que manejan hoy en día el cártel y la plaza de Sinaloa…
—El señor Mayo es el que controla el cártel, usted está hablando con el de Sinaloa.
Era muy joven cuando empezó en el negocio. Actualmente, el lugarteniente que pidió conservar el anonimato a esta investigación tiene 34 años y es una pieza indispensable para el trasiego de estupefacientes en México y gran parte de Europa. “Inicié como escolta del hijo de Don Mayo —dice—, luego empezamos a traficar de a kilo. Hoy ya es muy diferente”.
—¿Cuál es la diferencia de traficar antes y ahora?
—La gente que está allá arriba [el gobierno]. En el trabajo hay que andar pilas todo el tiempo, controlando las operaciones por el radio, levantando traicioneros y ajustando las cuentas de la empresa.
—¿A cuánto ascienden tus ingresos mensuales?
—No llevo la cuenta —se ríe—, pero más o menos unos 500.000 dólares al mes.
La nueva generación y su vida pública
Los vacíos que los grandes capos como Ernesto Fonseca Carrillo, Rafael Caro Quintero, Miguel Ángel Félix Gallardo e, incluso, el propio Joaquín Guzmán Loera, ya empiezan a llenarse. Ahora el cártel de Sinaloa, por ejemplo, ha entrenado a una nutrida generación de narcotraficantes que se desplazan en Guadalajara, Sonora, Baja California, Sinaloa, así como en Estados Unidos, varios países de Europa, África y Medio Oriente, al sur de Asia.
Admiran a Ismael El Mayo Zambada, a quien consideran el gran padrino de la mafia y el maestro que les enseñó el arte del tráfico de drogas y a cómo mantenerse libres e impunes de él. La mayoría de ellos son hijos de grandes figuras del narcotráfico o tienen líneas de parentesco. Ya están ahí y les dicen los ‘narcojuniors’.
Debido al bajo perfil con el que actuaba y con la ventaja de tener nacionalidad americana, Serafín Zambada Ortiz no figuraba en las listas de los delincuentes más buscados del Departamento de Justicia de Estados Unidos, a pesar de que logró introducir más de 100 kilogramos de cocaína y mil kilogramos de mariguana para su venta en el sur de California.
Al igual que Vicente Zambada Niebla, su medio hermano, Serafín logró posicionarse rápidamente como un integrante de alto rango dentro del Cártel de Sinaloa, operando el tráfico de drogas por su cuenta y en cooperación con Los Ántrax, el grupo que lideraba José Rodrigo Aréchiga Gamboa, El Chino Ántrax, siempre bajo el liderazgo El Mayo.
Días antes de ser detenido en el cruce fronterizo Dennis DeConcini en Nogales, Arizona, la cuenta de Twitter de Serafín (@ZambadaSerafin) exhibía ciertos lujos, tales como armas doradas, paquetes de droga, animales salvajes, zapatos de marca, automóviles deportivos, residencias de lujo, helicópteros y diversas cuatrimotos. Sólo bastaron unas cuantas publicaciones en línea para apreciar, sin candados de privacidad ni operaciones de seguridad e inteligencia nacional, la vida pública de un capo.
En el periodo socialmente activo de la cuenta @ZambadaSerafin, ésta intercambió mensajes sincronizados con otros usuarios, entre ellos @AlfreditoGuzma, @_IvanGuzman_, @ismaelimperial, @Cheyooeliseo y @j12esparragoza. En ese orden, se trata de los hijos de Joaquín Guzmán Loera, Jesús Alfredo e Iván Archivaldo Guzmán Salazar; el hijo de Ismael Zambada, Ismael Zambada Imperial, El Mayito Gordo; el socio de los hermanos Guzmán y familiar de los Zambada, Eliseo Imperial Castro, El Cheyito Ántrax; y Juan Ignacio Esparragoza Gastélum, hijo de Esparragoza Moreno, El Azul.
A través del periodo de actividad de las cuentas de Facebook, Twitter e Instagram, la localización geográfica (geolocalización) de los usuarios y la vinculación de las mismas para enviar un mensaje único en distintas plataformas, se tiene la certeza de que se llevó a cabo una celebración en Zapopan, Jalisco, el 17 de agosto de 2013, con motivo de la liberación de Rafael Caro Quintero.
En diversos mensajes publicados por El Cheyito, jefe de escoltas de Los Ántrax, consta dicha reunión y se confirma la asistencia al festejo de Serafín Zambada Ortiz e Ismael Zambada Imperial, Jesús Alfredo e Iván Archivaldo Guzmán Salazar, así como múltiples integrantes de las tres familias que lideran el Cártel de Sinaloa, cada uno acompañado de sus hijos y respectivas parejas sentimentales.
En un tweet enviado desde Guadalajara —según la geolocalización de su cuenta—, @Cheyooeliseo publicó: “fiesta privada con los caro y guzman imperial” (sic). En las réplicas a este mensaje se puede leer la contestación de @AlfreditoGuzma: “Guardandole luto a la guera y la ilacha plebe a gusto claro que si” (sic). Un día antes del festejo, Alfredo Guzmán se reuniría con elementos de Los Ántrax en Culiacán, Sinaloa, como consta en su cuenta de Twitter: “Vicitando a los ántrax y bien apalabrado con el @Cheyooeliseo” (sic). El mensaje es acompañado de una imagen en donde aparecen cuatro mariachis posando junto a un altar de la Santa Muerte.
Semanas después de este festejo, El Mayo, El Chapo y dos de sus hombres más cercanos, Guillermo Rivera, El Chaneque, ex militar y piloto de Joaquín Guzmán, y Marco Antonio Higuera Gómez, El Negro Bravo, también se reunirían con Caro Quintero en “un rancho que se encuentra del lado (Santiago) de Los Caballeros”, relataría El Cóndor en su declaración ministerial.
Semanas después de que esta investigación se publicara en el libro “Narcojuniors. Los herederos del poder criminal”, bajo el sello En Debate de la editorial Penguin Random House, el elemento en activo del Cártel de Sinaloa preguntó al autor: ¿Quién te dijo que las familias (Zambada y Guzmán) se reunieron en Zapopan?
—Ustedes mismos en redes sociales, ¿es cierto?
—Ahí están las imágenes (…)