Nota del editor: Camilo Egaña es el conductor de Encuentro. Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivas del autor.
(CNN Español) – Silvio Rodríguez aseguró este lunes en Washington a la agencia AFP que jamás pasó por su cabeza que asistiría a la reconciliación entre Estados Unidos y Cuba. Y sugirió adoptar a partir de ahora la consigna de “Cuba sí, yanquis, no’’ por una nueva: “Cuba sí, yanquis también”.
La primera, más que una consigna, fue un grito de guerra que estremeció cada rincón de la isla durante los últimos 54 años.
Recuerdo a Bárbara Walters preguntándole a Fidel Castro por qué los estudiantes, a los que el gobernante y la periodista habían ido a visitar, gritaban “Yanquis, go home”. Por muy periodista que fuera y lo es, la señora Walters no lograba comprender ni encajar esos gritos. Como muchos cubanos no consiguen ahora comprender ni encajar lo que ocurre ni mucho menos que habría que variar la consigna. Supongo que habrá quien pida quetiren las consignas al desván y punto.
Los dos países intentan compartir la pipa de la paz en medio del recelo y la esperanza.
No sé cómo lo conseguirán. No alcanzo a imaginar cómo se puede archivar la idea de que el principal responsable de todos los problemas habidos y por haber en Cuba ya no es el vecino del norte.
Este lunes el diario español El Mundo reproduce las palabras de Wayne Smith, el exjefe de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana, y crítico, persistente y lúcido, de la política de su país hacia Cuba. Smith dice que Estados Unidos nunca tuvo una razón verdadera para romper relaciones con Cuba.
Y yo, por esos retruécanos de la mente, he recordado a un economista prestigioso y amigo personal que me confesó hace un año que nadie o casi nadie en la Reserva Federal de Estados Unidos vio venir el tsunami financiero de 2008. Esa noche no supe dónde colocar la indignación. Como tampoco sé qué harán ahora con las consignas.
Los de aquí y los de allá.