TOKIO, Japón (CNN) — Mientras Japón se prepara para celebrar el 70 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial, una de sus empresas ofreció una disculpa por las atrocidades cometidas durante el periodo bélico.
En una ceremonia en Los Ángeles este domingo, un representante de Mitsubishi Materials Corporation se disculpó por haber utilizado a soldados estadounidenses capturados como mano de obra.
Mitsubishi Material es la primera empresa privada en expresar este remordimiento, a pesar de que el gobierno ya se ha disculpado anteriormente.
El acto solemne llegó demasiado tarde para muchas de las víctimas. Mitsubishi indicó que solo fue capaz de encontrar a dos sobrevivientes. Pero el exprisionero James Murphy aceptó la disculpa con calidez, poco antes de que se celebre el aniversario del 15 de agosto de la rendición de Japón en 1945.
El trabajo forzado sumó al arsenal japonés
Murphy, de 94 años, se convirtió en preso de guerra en Japón cuando tenía 20 años. Dijo que estaba “conmovido” por la disculpa, que había esperado escuchar durante siete décadas.
Murphy recordó que sobrevivió a condiciones horribles y a jornadas forzadas en la compañía predecesora de Mitsubishi Materials, Mitsubishi Mining Corporation, que proveía materiales para fabricar, entre otras cosas, la aeronave Mitsubishi Zero utilizada por la Marina japonesa entre 1940 y 1945.
Mitsubishi admitió tener cerca de 900 prisioneros estadounidenses cuando las fuerzas aliadas liberaron sus campos laborales en 1945, durante los últimos días del conflicto armado.
27 de ellos murieron en los campos y otros desarrollaron problemas de salud por las agotadoras condiciones, las golpizas frecuentes, las pobres medidas sanitarias y la falta de alimento o medicamentos.
Mitsubishi Materials señala en su filosofía corporativa que es una compañía “para las personas, la sociedad y la Tierra”.
“Al mantener el espíritu de nuestra misión corporativa, hoy nos disculpamos con remordimiento por los trágicos eventos de nuestro pasado y expresamos nuestra profunda determinación para trabajar hacia un mejor futuro”, dijo Hikaru Kimura, ejecutivo de Mitsubishi Materials.
Kimura se inclinó en señal de disculpa con Murphy, quien se notaba conmovido.
“He escuchado con atención el comunicado con las disculpas del señor Kimura y lo encuentro muy, muy sincero, humilde y revelador, esta es la primera vez que escuchamos esas palabras y realmente te llegan al corazón”, dijo Murphy.
12.000 estadounidenses fueron trabajadores forzados
La esperada disculpa de alto perfil ocurrió durante una conferencia de prensa en el Museo de Tolerancia Simon Wiesenthal, en Los Ángeles.
El director de relaciones públicas del centro, Avra Shaprio, dijo a CNN que el decano asociado del museo, el rabino Abraham Cooper, planea realizar una visita a las minas en Japón. Señaló que durante la guerra, 12.000 estadounidenses fueron sometidos al trabajo forzado y que, de ellos, 1.100 fallecieron.
Los prisioneros de guerra de EU trabajaron junto con presos británicos, chinos, coreanos y filipinos.
Mitsubishi no ofreció compensación económica a los trabajadores forzados, pero la compañía enfrentó demandas en Corea del Sur y China.
El Tratado de San Francisco en 1951, que oficializó el fin de la Segunda Guerra Mundial, no permitió a los prisioneros de guerra estadounidenses pedir una compensación.
“Aquí estamos, en el siglo XXI. Es tiempo de que Japón ayude a las víctimas a pasar la página del pasado. Y para hacer eso, Japón debe enfrentar su historia”, dijo Jeff Kingston, director de Estudios Asiáticos en la universidad Temple de Japón y autor del libro Nacionalismo en Asia desde 1945.
Kingston llamó la experiencia de los prisioneros de guerra en Japón “una horrible pesadilla” y señaló que la disculpa de Mitsubishi debió ocurrir “hace décadas”.
“Es un asunto que no se ha ido para Japón”, comentó.
Japón extiende su alcance militar
La disculpa de Mitsubishi llega en un momento donde el gobierno japonés intenta dejar atrás los crímenes de guerra y expandir su papel militar por primera vez desde el conflicto armado.
La semana pasada, el primer ministro Shinzo Abe pasó una controversial ley de seguridad que da a la armada y a la marina una posibilidad reducida de luchar en el extranjero bajo ciertas condiciones.
Miles de opositores se manifestaron contra la ley, catalogada como una “ley bélica” por los críticos que temen el regreso de las agresiones del Japón imperial.
El rango de aprobación de Abe llegó al 40%, el menor desde que fue elegido en 2012.