El neozelandez Nigel Richards apenas sabe saludar en francés, pero resultó campeón de Scrabble francófono en Bélgica.

(CNN) – Nigel Richards es el mejor jugador de Scrabble del mundo, y lo demostró de nuevo el lunes al ganar el Campeonato Mundial del Scrabble Clásico Francófono 2015, en Louvain-La-Neuve, Bélgica.

En la ronda final del campeonato, Richards estaba empatado a uno en una serie con su oponente de habla francesa, Schelick Ilagou Rekawe.

Richards ganó la partida final con una palabra jugada en dos casillas de triple palabra, por lo que el juego finalizó 565 puntos a su favor contra 434 de su oponente.

Lo curioso es que Richards no habla ni una pizca de francés.

“Él puede decir ‘bonjour’ y contar del uno al diez”, dijo Liz Fagerlund, un amigo y aficionado al Scrabble. “Creo que le llevó cerca de nueve semanas memorizar todas las palabras francesas para el torneo”.

El truco para su éxito es aprender las palabras sin ocupar el espacio del cerebro para recordar sus definiciones.

“Para el Scrabble, existe un diccionario de palabras sin sus significados”, dice Fagerlund. “Es más probable que esté conectado de manera diferente; ni siquiera estudiaba las páginas palabra por palabra. Puede mirar a una página llena de palabras y absorberlas todas”.

En Scrabble es importante hacer combinaciones de patrones para formar palabras.

Una carrera en el Scrabble

Fagerlund conoció a Richards cuando se unió al club Christchurch Scrabble en 1996, en Nueva Zelandia.

“Empezó a jugar Scrabble con su mamá porque se cansó de ganarle en las cartas. Ella pensó que sería capaz de ganarle, ya que él no era bueno en inglés en la escuela”, dice Fagerlund. “Él fue al club, y muy pronto batió a todos ahí”.

Resulta que no es necesario ser bueno en el lenguaje para ser el mejor en el juego de palabras cruzadas.

“Los mejores jugadores de Scrabble tienen cerebros de núcleo matemático”, dice Fagerlund, en referencia a las personas buenas en patrones y organización.

“Hacer combinaciones no necesariamente tiene que ver con saber inglés, sino básicamente con el patrón de las letras para formar palabras. Nigel definitivamente era bueno en matemáticas”.

Richards pronto comenzó a competir a nivel internacional y se ganó una reputación por su habilidad extraordinaria en el juego.

“Desde que el sistema de ranking mundial de Scrabble comenzó, él ha estado en la parte superior la mayor parte del tiempo”, dice Fagerlund. “No parece que vaya a perder en algún momento cercano, porque nadie ha tenido una clasificación tan alta nunca”.

Éxito sin precedentes

Richards había ganado cinco Campeonatos Norteamericanos de Scrabble, y tres campeonatos del mundo de Scrabble —todos en inglés, su lengua materna— que es más de lo que cualquier otro competidor haya hecho. Antes de su victoria el lunes, ya había sido clasificado como el mejor jugador de Scrabble de todos los tiempos.

“Es muy tranquilo y sin emociones, no tiene ninguna agitación y cuando juega no puedes saber qué tiene”, dice Fagerlund. “Cuando termina, no está realmente interesado en el análisis del juego de la manera en que otros jugadores lo están; una vez que termina simplemente quiere pasar al siguiente”.

A pesar de su habilidad sin igual en el Scrabble a nivel internacional, Richards tiene una actitud humilde y no le gustan las atenciones que recibe.

Ahora de 48 años, Richards ha sido clasificado por los medios de comunicación como un hombre dedicado a la paz espiritual, que le gusta la bici, no fuma ni bebe, ni ve televisión o escucha la radio. Es difícil de saber mucho sobre su vida personal, ya que rara vez da una entrevista.

“Es muy respetado por su naturaleza”, dice Fagerlund. “Es muy humilde. No se muestra apagado. Si hay algo es que siempre juega (mirando) hacia abajo y nunca muestra su emoción, no importa si ha ganado o perdido”.

“Sé que la gente en los clubes (de Scrabble) aquí en Nueva Zelandia, en especial en Christchurch, está muy orgullosa de él.”