Nota del editor: Dean Obeidallah, quien solía ser abogado, es el conductor del programa semanal de SiriusXM “The Dean Obeidallah Show”. Es columnista para The Daily Beast y editor del blog sobre política The Dean’s Report. También es codirector del documental The Muslims Are Coming!. Las opiniones expresadas en este comentario son únicamente las del autor.
(CNN) – Unos días después del atentado en el maratón de Boston, escribí un artículo titulado “Soy musulmán y odio el terrorismo”; en él, dejé en claro que este ataque terrorista era despreciable y de ninguna forma representaba al Islam. Me sentí obligado a escribir después de lo que había escuchado el año anterior, mientras recorría el país para dirigir un documental humorístico. Parte de eso realmente me impresionó.
Mientras filmábamos The Muslims Are Coming!, hablamos con personas de distintos entornos y descubrimos que el problema número 1 que los inquietaba acerca de los musulmanes estadounidenses era que ellos no veían que denunciáramos los ataques terroristas perpetrados por musulmanes.
Espero que hasta ahora, la mayoría haya escuchado que los musulmanes estadounidenses condenan tales actos de terrorismo. Por ejemplo, después del tiroteo ocurrido el jueves en Chattanooga, en el cual murieron cinco miembros del ejército de nuestro país, los líderes de la comunidad musulmana en Tennessee claramente condenaron el ataque. Y el viernes, la mezquita local en Chattanooga canceló los servicios religiosos, los cuales iban a celebrar el importante día festivo musulmán conocido como Eid Al Fitr, “por respeto y a manera de remembranza por nuestros Marines que perecieron”.
Sin embargo, yo diría que la mayoría simplemente no tiene conocimiento de que la comunidad de musulmanes estadounidenses ha hecho mucho más que simplemente condenar el terrorismo en años recientes. Por ejemplo, ¿has escuchado sobre parte del trabajo interreligioso que se ha estado llevando a cabo, como la reciente campaña organizada por jóvenes musulmanes estadounidenses que recaudó más o menos 100.000 dólares para reconstruir las iglesias de afroamericanos que fueron quemadas en el sur?
Y apuesto a que la mayoría no ha escuchado que musulmanes estadounidenses ahora están al frente de la batalla contra ISIS, al Qaeda, Al-Shabaab y los esfuerzos de reclutamiento de organizaciones similares. Como lo explicó el imán Abdullah Antelpli de la Universidad de Duke en mi programa de radio en SiriusXM el sábado, no podemos negar que algunos musulmanes estadounidenses han sido radicalizados y que estos grupos terroristas esperan radicalizar aún más. (Aunque para poner la amenaza en perspectiva, desde el 11 de septiembre, terroristas musulmanes han matado a menos de la mitad de estadounidenses en comparación con otros extremistas, como los que tienen opiniones extremas en contra del gobierno).
En respuesta, ahora vemos que más musulmanes estadounidenses que nunca se han involucrado en la batalla en contra de los esfuerzos de radicalización de estos grupos terroristas. Ciertamente, esto lo vi de primera mano cuando asistí a la Cumbre de la Casa Blanca para Contrarrestar el Extremismo Violento (CVE, por sus siglas en inglés) en febrero. Líderes musulmanes estadounidenses de varias organizaciones, junto a las fuerzas de seguridad, hablaron de su relación cercana y mutuamente respetuosa para trabajar en este asunto.
¿Por qué el aumento de acción en este frente? Estamos profundamente al tanto de lo que está en riesgo. Si más musulmanes estadounidenses son radicalizados, no solo podrían matar a personas inocentes, sino también definen el Islam injustamente para muchos estadounidenses. Y el resultado es una posible reacción violenta en contra de los millones de otros musulmanes estadounidenses que tienen cero relaciones con estas malas personas, aparte de compartir —solo de nombre— una religión.
Esa es la razón por la que personas como el imán Antelplo, y otros como el imán Mohamed Magid de Washington D.C. no solo son líderes espirituales, sino cada vez más, son soldados en la guerra de reclutamiento en contra de ISIS. Como lo explicó Antelpi, la radicalización no proviene de las mezquitas. En cabio, casi el 99% ocurre, o al menos inicia, en línea. Por consiguiente, él y otros imanes, junto con los desarrolladores de tecnología de la información, trabajan todos los días para contrarrestar el mensaje de grupos terroristas que pervierten el Islam para ajustarlo a su propia agenda política.
Pero necesitamos tu ayuda en esta lucha. El odio que sale a borbotones de ciertos funcionarios estadounidenses electos, los intolerantes profesionales anti musulmanes y algunos clérigos religiosos de extrema derecha, todos ayudan a ISIS.
¿Cómo? Bueno, su demonización puede dar lugar a que los musulmanes estadounidenses, especialmente los más jóvenes, sientan que verdaderamente no son parte del tejido de Estados Unidos. Y como lo escuché una y otra vez en la Cumbre CVE, el distanciamiento a menudo es el primer paso en el camino hacia la radicalización. El sentido común nos dice que es más fácil que ISIS convenza a un joven musulmán estadounidense de que las personas en Estados Unidos te odian, odian al Islam y no te quieren ahí cuando existe un continuo empecinamiento de intolerancia que se está haciendo presente.
Ahora, no estoy diciendo que no tengamos que hablar sobre la amenaza de ISIS y organizaciones similares. Debemos hacerlo. Lo que estoy diciendo es que no hay lugar para las acusaciones excéntricas como las del gobernador de Luisiana Bobby Jindal, quien afirmó hace algunos meses que los musulmanes estadounidenses quieren imponer “zonas prohibidas” donde la sharia sea impuesta, a pesar de que esto se basa en una afirmación desacreditada acerca de que tales lugares existen en Europa. Y tampoco hay lugar para comentarios como los que hizo el representante del estado de Oklahoma John Bennett, quien afirmó que los musulmanes estadounidenses son un “cáncer” que debe ser removido del país.
Por supuesto, las personas tienen el derecho a expresarse con este tipo de discurso de odio. Pero ellos también deberían recordar que tales comentarios infundados que generan temor son exactamente lo que ISIS quiere oir… ellos quieren provocar un enfrentamiento entre ambas religiones.
Si alguna vez hubo una época en la que necesitáramos estar unidos es ahora, justo como lo vimos el viernes en Chattanooga, cuando cristianos musulmanes y judíos se unieron en una vigilia para llorar la muerte de los cinco miembros del ejército que fueron asesinados. Ayudémonos unos a otros en esta lucha, y no a ISIS.