(CNN Español) – Después de 54 años, Estados Unidos y Cuba reanudaron relaciones diplomáticas el lunes con la reapertura de sus embajadas. Anteriormente los edificios funcionaban como Secciones de Intereses en ambas capitales.
En Washington se llevó a cabo una ceremonia con el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba Bruno Rodríguez Parrilla quien izó la bandera de su país en la embajada de Cuba. Por su parte, el secretario de Estado de EE.UU. John Kerry viajará a La Habana el próximo 14 de agosto para inaugurar la embajada de EE.UU en la Isla.
¿Pero qué ocurrió para llegar a este histórico momento?
Detrás de la reapertura de embajadas hubo un largo proceso de negociaciones secretas. Juan Carlos López conversó en el programa Directo USA con Ben Rhodes, asesor de seguridad nacional de la presidencia de EE.UU. y uno de los dos principales negociadores en el acuerdo con Cuba, sobre el camino hacia la reconciliación diplomática.
“Cuando empezamos nuestras conversaciones secretas con los cubanos en la primavera del 2013, fue la primera discusión que tuvimos a ese nivel en muchos, muchos años y nos llevó mucho tiempo para llegar adonde estamos”, dijo Rhodes.
Según Rhodes, al principio de la discusión, muchas horas fueron dedicadas a las diferencias entre ambos países y las divisiones históricas.
Sin embargo, los dos países estaban de acuerdo con que la relación en ese momento no “estaba funcionando”.
“Una vez que pusimos las cosas sobre la mesa, cuando establecimos nuestra paz, fuimos capaces de movernos más rápido”, dijo Rhodes. “Creo que lo que muestra ahora que tenemos las embajadas es que podemos identificar como podemos trabajar juntos”.
Rhodes también reaccionó a críticas al deshielo diplomático con Cuba y respondió a quienes dicen que EE.UU. está ignorando los DD.HH. con el acuerdo. El asesor estadounidense afirmó que el tener una embajada en funcionamiento en Cuba no es una “concesión”.
“Creo que los críticos que aseguran eso lo ven todo al revés,” dijo Rhodes. “El hecho es que tener una embajada nos permitirá interactuar de una forma más amplia con la sociedad cubana y apoyar de manera más amplia los derechos humanos en la Isla, salir y viajar, y conocer al pueblo cubano”.