Nota de editor: David R. Wheeler es un escritor independiente y profesor de periodismo en la Universidad de Tampa. Síguelo en Twitter: @David_R_Wheeler. Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivamente las del autor.
Estimado Donald:
Como un votante que se inclina a votar por los demócratas, solo quería darte las gracias.
Gracias por tus payasadas. Gracias por tu arrogancia. Y sobre todo, gracias por dañar el nombre del Partido Republicano… posiblemente más allá de su restauración durante, muy probablemente, toda la temporada electoral.
Y si me lo permites, tengo algunas ideas de cómo alejar aún más a los grupos demográficos clave para el Partido Republicano. Después de todo, será una elección cerrada, y no queremos dejar nada a la suerte.
Espera… ¿dónde están mis modales?
Antes de empezar a darte consejos, permíteme mostrar mi más sincero agradecimiento por lo que hasta ahora has logrado. De hecho, tu caótica campaña te ha impulsado hasta la cima de la votación para los candidatos del Partido Republicano.
En primer lugar, tu reacción ofensiva en el 2011 hacia una abogada que pidió un descanso durante una declaración para sacarse la leche para su bebé. Te referiste a ella como “repugnante” –una palabra que la gente cuerda ahora está usando para describir tu campaña presidencial.
Luego está tu decisión de contratar a un abogado especial que es capaz de decir algo horrible: concretamente, que es imposible que un esposo cometa una violación. Es verdad… esta persona pidió perdón después, pero no después de dañar a un partido que ya es conocido por no tener oído en cuanto al asunto de la violación.
Estas acciones son desconcertantes, en especial para las mujeres, quienes enfrentan el sexismo y la misoginia en nuestra sociedad.
Alejar el voto femenino: ¡hecho!
Después tenemos a la comunidad latina inmigrante.
Aunque los inmigrantes de primera generación cometen menos delitos que los estadounidenses nativos, no tomaste en cuenta este hecho, por no hablar de la decencia y la cortesía común, refiriéndote a los inmigrantes mexicanos como criminales y “violadores”. Entonces, en uno de tus momentos de genio engreído, añadiste: “Supongo que algunos son buenas personas”.
Después del inevitable alboroto, te negaste a pedir perdón. ¡Bravo, Donald!
Ninguna cantidad de dólares que puedas gastar en publicidad en los distritos latinos podrá, alguna vez, generar un nivel de negatividad comparable hacia los republicanos… o, es más, de benevolencia hacia los demócratas. Solamente una declaración tan indignante como la tuya podría haber resuelto el problema. Y no nos olvidemos de que los latinos son uno de los grupos demográficos de más rápido crecimiento en el país, un electorado que el Partido Republicano no puede ignorar.
Alejar el voto latino: ¡hecho!
Además, como si eso no fuera suficiente, cuestionaste el heroísmo de un prisionero de guerra diciendo que preferías a los héroes de guerra que “no habían sido capturados”. Y no era cualquier prisionero de guerra; se trataba nada más y nada menos que de John McCain, el anciano estadista republicano que fue mantenido cautivo y torturado durante más de cinco años por los norvietnamitas. En otras palabras, no podrías haber elegido un mejor blanco para tus comentarios escandalosamente irrespetuosos, desenfadados y privilegiados.
Alejar el voto de los militares veteranos: ¡hecho!
No puedo enfatizar lo suficiente la importancia que tiene tu papel en asegurarle la presidencia a los demócratas. Tomando en cuenta la polarización del electorado, la elección del 2016 podría disminuir a unos cuantos votos en el día de las elecciones. Tus ofensivas declaraciones pueden ser el mismísimo factor que incline las elecciones a favor de los demócratas.
Además, tengo una petición en ese sentido: Por favor, no dejes de hacer lo que estás haciendo. De hecho, ni siquiera aminores la marcha. Existen muchos electorados importantes tanto dentro como fuera de la base del Partido Republicano que todavía no has denigrado. Por ejemplo: los conservadores y sureños religiosos.
Según Gallup, el 34% de los conservadores se describen a sí mismos como “sumamente religiosos”. Conocidos por su interpretación literal de la Biblia, muchos conservadores religiosos observan el Shabat y optan por no hacer ningún trabajo durante 24 horas una vez a la semana. Donald, ¿acaso no están suplicando que sean insultados?
Admítelo… ¿no te sientes un poquito tentado a desafiarlos por su haraganería? Quiero decir, ¿cómo puedes ser el exitoso dueño de un negocio si estás tomándote un día libre completo una vez a la semana? Yo no debería entrometerme en tu estilo característico, pero a lo mejor tu comentario podría ser algo como esto: “¿Los conservadores religiosos? Sí, claro. Son religiosos únicamente porque se toman un día libre una vez a la semana. Yo prefiero a los conservadores que no son haraganes”.
Hablar mal de los sureños será igual de fácil. Tú eres un neoyorquino. Tú has estado en el sur. Ellos allá abajo hablan diferente, ¿verdad?
He vivido en el sur toda mi vida y personalmente puedo dar fe de la velocidad con la que los sureños pueden enojarse contigo cuando empiezas a burlarte de su acento. Aún mejor, vamos a combinar el acento sureño con el estereotipo de que los sureños son menos inteligentes. Una vez más, tú eres un maestro en el descaro, por lo que probablemente no necesites mi ayuda. Pero escúchame. Podrías decir algo como esto: “Los sureños… ellos destrozan el idioma inglés. Son poco inteligentes. Y algunos, supongo, son buenas personas”.
Ciertamente, tu oportunidad de asegurar la nominación es muy remota. Pero aquí está lo grandioso: eso no importa. Siempre que sigas haciendo lo que estás haciendo, para cuando llegue noviembre del 2016, todos los grupos a los que estás ofendiendo ahora asociarán tu virulencia con el Partido Republicano.
Así que, en nombre de los demócratas en todas partes: ¡Gracias, Donald!
Atentamente,
David