Un empleado frustrado podría "contaminar" al resto de sus compañeros de trabajo, según una profesora del Tecnológico de Monterrey.

(CNNExpansión) – Como una manzana podrida contamina al resto, contratar a una persona tóxica hará lo mismo en tu empresa, por ello conviene saber cómo identificarlos, coinciden expertos en reclutamiento y psicología organizacional.

Una persona tóxica se caracteriza por tener una personalidad negativa, ser pesimista, con pocas o nulas habilidades para relacionarse bien con los demás, tiende a ser grosera, carece de disposición a colaborar y rara vez, quizá nunca, tiene un desempeño sobresaliente, describe Katia Villafuerte Cardona, profesora del Tecnológico de Monterrey Campus Santa Fe.

El origen de las actitudes negativas puede estar en la falta de satisfacción por no alcanzar las expectativas de vida o profesionales, comenta Javier Vargas, vicepresidente regional para Latinoamérica de Right Management de ManpowerGroup.

Una de las formas de evitar que esas actitudes se extiendan en tu compañía es identificar a las personas tóxicas desde el proceso de reclutamiento. Javier Vargas recomienda detectar qué tanto compromiso o ganas refleja una persona que busca ingresar a tu empresa en la primera entrevista o contacto.

El trabajador tóxico, a quien Vargas también llama “empleado puente”, es alguien que sólo busca un empleo por tenerlo y recibir un salario, antes de irse al siguiente trabajo.

Puede ser identificado porque en los primeras preguntas de la entrevistas de reclutamiento expresa su preocupación por saber cuántos días de vacaciones tendrá al año y cuánto se le va a pagar, esas cuestiones “son indicadores que te dan la sensación de que la productividad va a ser muy baja”, estima el vicepresidente regional de Manpower.

Su decir revela el hacer

En toda entrevista de trabajo se quiere dar la mejor impresión, pero hay una clave que es vital para todo reclutador, analizar el lenguaje, la selección de palabras que elige el potencial empleado es un indicador de su personalidad.

“Cuando hablas con una persona, sea entrevista o una plática cotidiana, el tipo de palabras que usa tienden a ser positivas o negativas”, explicó Villafuerte Cardona.

Quienes que te responden todo el tiempo ‘no’, ‘nunca’, ‘yo no puedo’, ‘se me complica’, ‘esto es un problema’, tienen un discurso es negativo. En cambio, las personas que son de forma natural mucho más alegres o “abiertas de mente”, con una personalidad más easy going usan palabras como ‘pude hacerlo’, ‘estoy dispuesta’, ‘claro que sí’. “Analizar el discurso de las personas es una clave muy sencilla”, explicó Villafuerte Cardona.

Una forma sistemática de identificar la personalidad del aspirante es pedirle que escriba su biografía y analizar a mayor detalle su discurso.

La negatividad “va más allá de hacer mal el trabajo; se expande a otras áreas. Las emociones son contagiosas”, alerta Katia Villafuerte especialista en psicología organizacional

La relación de empleado-empleador es igual que cualquier otra, debe sustentarse en valores compartidos, respeto de normas y confianza, si se contrata a alguien que no los comparte, el trato puede volverse tóxico o si su personalidad en sí misma es negativa se corre el riesgo de contaminación.