(CNN) – Es una amistad poco probable: Ivanka Trump y Chelsea Clinton.
Sus padres, ambos los principales contendientes para la presidencia de sus respectivos partidos, pasan mucho tiempo de su período de campaña lanzándose insultos uno a otro.
“Creo que a este tipo se le pasó la mano… es ofensivo, escandaloso… escoge cualquier adjetivo”, dijo Hillary Clinton al referirse a Donald Trump.
Las críticas por parte de Trump son un tanto igual.
“Ella es la peor Secretaria de Estado de la historia”, dijo Trump al referirse a Clinton.
Sin embargo, para la próxima generación de la familia Trump y Clinton, las cosas son un poco diferentes.
Ivanka y Chelsea han desarrollado una amistad cercana e íntima a lo largo de los años, una amistad que posiblemente será probada mientras sus padres logran abrirse paso en la temporada de elecciones primarias e incluso en una lucha aún más intensa si se enfrenta uno a otro en las elecciones generales.
Ambas mujeres están en sus treinta… Clinton, 35 años, y Trump, 33. Ambas son madres primerizas y viven en Manhattan.
Sin embargo, más allá de las similitudes a nivel superficial, su conexión posiblemente es más profunda, impregnadas por las características compartidas de sus crianzas no convencionales. Chelsea se crió en la más famosa de las casas, en 1600 Pennsylvania Avenue como la primera hija de la nación; Ivanka creció entre la élite de Nueva York, hija de un poderoso y rico magnate de bienes raíces.
Sus planes de carrera, aunque muy diferentes en cuanto a enfoque, también tienen ecos de familiaridad.
Cada una de ellas tiene un papel importante en sus respectivas empresas familiares, a pesar de que cada una también ha trabajado en sus propios proyectos y trabajos independientes en los últimos años. Ivanka ha aparecido en The Apprentice de NBC y también es una alta ejecutiva de la Organización Trump. Del mismo modo, después de una temporada como consultora en McKinsey & Co., Chelsea ahora desempeña un papel destacado en la Fundación Clinton y en la Iniciativa Global Clinton.
Sin embargo, podría haber sido la elección de cónyuge lo que ha vinculado a las dos de forma más poderosa.
“Ellos han salido juntos, han salido en citas dobles con sus esposos”, dijo Emily Heil, coautora de la columna Reliable Source de The Washington Post. “Hay tantas cosas que ellas entienden de la otra. Si hay alguien que entiende lo que Chelsea Clinton ha vivido es Ivanka Trump”.
Ambas mujeres también se casaron con hombres de la fe judía e Ivanka se convirtió al judaísmo.
En las redes sociales ambas aparecen como presidente del club de fans de la otra… tuiteándose una a la otra y publicando elogios en Facebook.
A principios de este año, Ivanka tuiteó una cita de Chelsea Clinton, añadiendo la etiqueta “sabias palabras”.
Chelsea le dijo a la revista “Vogue” que no hay nada “superficial” sobre Ivanka, que ella siempre está al tanto de todas las demás personas a su alrededor.
“Es una forma de percatarse que de cierto modo me recuerda a mi padre y su capacidad para aumentar la alegría de la habitación”, dijo Chelsea.
Sin embargo, los lazos que las unen también podrían convertirse en la Kriptonita de su amistad.
Ambas han sido conocidas por ser ferozmente leales a sus familias… y grandes impulsoras de las candidaturas presidenciales de sus padres.
“Les puedo decir que no existe mejor persona que mi padre con la que puedes contar cuando te enfrentas a rivales difíciles o tomar decisiones difíciles”, dijo Ivanka cuando presentó a su padre el día que él anunció formalmente su candidatura a la presidencia. “Él es alguien a prueba de batallas”.
Aún se desconoce qué tan importante es el papel de cada una en la campaña electoral.
Pero tanto Ivanka como Chelsea son vistas como personas que tienen un gran potencial para ayudar a impulsar la imagen —para humanizar y suavizar— de cada uno de sus padres.
Según las encuestas tanto Hillary Clinton como Donald Trump han tenido que lidiar con eso como candidatos.