(CNN Money) - Bienvenido nuevamente al mundo del petróleo de menos de 40 dólares.
El viernes, el crudo se derrumbó por debajo de 40 dólares el barril, por primera vez desde marzo del 2009.
Es un momento decisivo para la crisis de los precios energéticos que iniciaron el pasado otoño. Toma en cuenta que apenas en junio del 2014 el crudo se mantenía más allá de los 100 dólares el barril.
La última caída en los precios del petróleo es otra señal de que el mundo aún tiene más petróleo del que se cree y no sabe qué hacer con el mismo en un momento en el que impera la incertidumbre sobre el crecimiento mundial.
Demasiado petróleo
El petróleo está enfrentando un exceso de oferta masiva que ha sido encabezado por el aumento de la producción por parte de los productores estadounidenses de petróleo de esquisto.
Para sorpresa de algunos, las compañías petroleras de Estados Unidos han seguido bombeando a un paso acelerado este año a pesar de los bajos precios. Eso se debe en parte a las más recientes tecnologías; además, los costos más bajos han hecho que sea rentable producir incluso a precios más bajos.
Por lo general, cuando los precios bajan, la OPEP interviene y reduce la producción. Pero no esta vez. El cartel, encabezado por Arabia Saudita, se ha negado a reducir la producción y continúa bombeando una cantidad récord de petróleo.
Algunos consideran que eso es parte de una estrategia para presionar a los productores estadounidenses de petróleo y sacarlos del negocio. También es una manera de exhibir su poder en un momento en que su control sobre el mercado mundial de petróleo se ha desvanecido.
La OPEP solía producir alrededor del 60% del mercado mundial de petróleo. Hoy en día ese número se ha reducido a 40%, en gran parte debido a la creciente producción de Estados Unidos.
Papel del acuerdo nuclear de Irán
La geopolítica también podría estar jugando un papel importante. El acuerdo nuclear de Irán con occidente prepara el escenario para que ese país pueda inundar el mercado con más petróleo y empeorar el exceso de oferta.
Algunos analistas creen que Arabia Saudita, un viejo rival de Irán, se podría mantener bombeando petróleo solamente para aumentar la presión sobre Irán.
Los saudíes también tienen la flexibilidad del efectivo para capear el temporal durante un tiempo, algo de lo que carece Irán.
La demanda se ha reducido
No solamente existe demasiada oferta, sino que también la demanda ha sido lenta. Las economías desarrolladas de Europa y Asia apenas están creciendo y los mercados emergentes de América Latina están tropezando.
Eso es especialmente cierto en el caso de China, el cual se ha desacelerado drásticamente recientemente.
Sin duda, los precios de la gasolina estarán por debajo de los 2 dólares
No importa la causa, el desplome del precio del petróleo ha sido una gran noticia para los consumidores estadounidenses.
Es casi seguro que esto dará lugar a un precio por galón de “menos de 2 dólares”, según Tom Kloza, analista principal de petróleo de Oil Price Information Service, el cual rastrea los precios minoristas para el club de automovilistas AAA.
Un galón de gasolina regular ahora alcanza un precio de 2,65 dólares en promedio en Estados Unidos, según la AAA.
Eso representa una baja de 3,44 dólares comparado con hace un año.
Al mismo tiempo, el petróleo barato está afectando a estados petroleros que anteriormente estaban en auge como Dakota del Norte y Texas.
Wall Street está asustado
La caída del petróleo también está afectando fuertemente los bolsillos de la bolsa de valores. El sector de energía del S&P; 500 ha perdido casi un tercio de su valor en el último año.
Las empresas individuales como Chesapeake Energy, Transocean y Marathon Oil se han reducido más del 50% durante los últimos 12 meses.
La caída del petróleo ha asustado a algunos inversionistas que temen que sea una señal de advertencia en relación a la economía global. Argumentan que si todo estuviera bien a nivel mundial, el petróleo aumentaría en lugar de estar cayendo.
Si el petróleo se establece en un precio menor de 40 dólares el barril podría ser considerado como otra señal hacia la baja por parte de los analistas energéticos. Eso es algo que no ha sucedido desde febrero de 2009.