CNNE 159260 - esforzarse a parpadear mas cuando se trabaja frente a una computadora es una tecnica que puede ayudar a evitar la fatiga visual-

(CNNExpansión) — Tener un cargo de autoridad no exenta a una persona de hostigamiento laboral o mobbing. Uno de cada 10 casos se da de subordinado a jefe. Las mujeres en posiciones de mando son las más afectadas, aseguró la especialista en mobbing de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Erika Villavicencio Ayub.

El 62% de los empleados en México sufren algún tipo de hostigamiento en el trabajo: 30% lo recibe de compañeros (horizontal); 60% de algún superior (descendente) y el restante lo recibe de sus subordinados, según la investigadora universitaria.

La modalidad ascendente es particular; en teoría, la víctima ostenta algún grado de poder sobre sus agresores, sin embargo no lo ejerce para defenderse.

Entre las formas de agresión está el sabotaje a los objetivos del grupo o del jefe, chismes, intrigas y hasta fraude, enumera el presidente de la Asociación Mexicana contra el Mobbing (AMM), Carlos Rodríguez Hernández.

Los jefes acosados por sus subordinados optan por guardar silencio pues temen pasar por ejecutivos sin liderazgo, incapaces de lidiar con sus propios empleados, dio Rodríguez Hernández.

“Si el jefe no hace algo para parar este tipo de mobbing, empeora y se propaga por los miembros del grupo”, consideró de el líder de la AMM.

Algunas de las causas que generan este tipo de agresión es la falta de legitimidad en su promoción para llegar al puesto que ostenta, dudas del equipo en su capacitación, envidia y, en muchos casos, machismo, coinciden los expertos.

“Cuando promueven a una mujer, los hostigadores corren el rumor de que seguramente la jefa llegó a donde está porque tuvo algo que ver con un superior”, relata Villavicencio Ayub.

De acuerdo con el Instituto de Bullying en el Lugar de Trabajo, en Estados Unidos, 70% de los hostigadores son hombres.

Renunciar no es la solución
Algunas víctimas de mobbing deciden renunciar a sus trabajos como medida para terminar el acoso, pero eso es más un escape que una solución.

“Cuando la persona renuncia, cree que con eso cierra la puerta al hostigamiento, pero generalmente lo vuelven a padecer en el nuevo empleo porque no aprenden a afrontar la situación”, alerta la investigadora de la UNAM.

Para enfrentar el acoso los expertos proponen:

1. Tomar coaching ejecutivo

En este tipo de asesorías, las personas se percatan de qué están haciendo mal en el ejercicio de liderazgo y comunicación, y los acompañan en la búsqueda de una solución, dice Villavicencio.

2. Hablar directamente con el acosador

Acordar criterios con el hostigador para medir resultados y darle seguimiento (esto sirve para legitimar la posición como superior). Si esto no es suficiente:

3. Solicitar la intervención de Recursos Humanos

Ese departamento puede ser intermediario en la situación.

4. Hablar con el jefe directo de ambos

Para buscar en conjunto una solución. Si a pesar de todos los esfuerzos, el acosador no desiste en sus agresiones, es necesario recolectar pruebas de su mal comportamiento, pues si la empresa decide terminar su contrato el mobbing es una razón para despido justificado, dice Rodríguez Hernández.

¿Cómo saber si eres un jefe acosado?
-Prefieres hacer las cosas por ti mismo antes de pedirle al hostigador que realice alguna actividad.

-Sientes ansiedad antes de ir a trabajar.

-Eres excluido de las actividades o dinámicas del grupo.

-No solicitan tu opinión para la toma de decisiones o cambios de ruta.