Marianne Winkler encontró este mensaje dentro de una botella en la isla de Amrum, en Alemania, en abril pasado.

(CNN) – Hace más de un siglo, un científico británico llamado George Parker Bidder dejó caer 1.020 botellas de vidrio en el mar en un experimento diseñado para entender cómo trabajaban las corrientes en el fondo del océano.

Ahora una de esas botellas, lanzada entre 1904 y 1906, ha sido llevada por la corriente a una playa alemana… aumentando las esperanzas de que se podría reclamar un nuevo récord como el mensaje más antiguo encontrado hasta ahora en una botella.

La persona que la encontró, una mujer alemana llamada Marianne Winkler, siguió las instrucciones escritas en una postal que estaba dentro de la botella y la envió de regreso a la Asociación Biológica Marina del Reino Unido.

Para aquellos en el grupo británico, la llegada del sobre resultó ser una sorpresa, dijo el encargado de comunicaciones, Guy Baker.

Pero el nombre en la postal –George Parker Bidder– fue una gran clave puesto que él es un antiguo presidente de la asociación.

Una rápida búsqueda de los archivos reveló que él había tirado las botellas en el mar del Norte a principios del siglo XX, como parte de un estudio del movimiento de las corrientes del fondo del mar y la migración de las platijas.

“Cuando recibimos esta postal que decía George Parker Bidder fue emocionante porque, que podamos recordar, nada como eso ha regresado”, dijo Baker.

Si bien muchas de las botellas –apodadas como “botellas del fondo” en las notas de Bidder– fueron recuperadas en el momento, a menudo a través de la pesca de arrastre de los pescadores, alrededor de 400 siguen desaparecidas, dijo Baker.

“Creemos que la mayoría de estas se perdieron hace mucho… pero no es imposible que alguna otra aparezca, aunque es bastante improbable”, dijo.

La postal dentro de cada botella tenía instrucciones en inglés, holandés y alemán en la que se le pedía a la persona que la hubiera encontrado que la regresara con los detalles del lugar, la fecha y la manera en que la había encontrado.

Winkler y su esposo tuvieron que romper la botella para extraer la postal –que fue encontrada en abril en la isla Amrum de Alemania en el mar del Norte– puesto que era imposible quitarle la tapa. Sin embargo, afortunadamente, tuvieron la precaución de tomar una foto antes de romperla, dijo Baker.

La postal también prometía la recompensa de un chelín inglés para cualquier persona que la devolviera a Bidder para su investigación.

La Asociación de Biología Marina honró esa promesa, al enviarle a Winkler un chelín –una moneda que fue eliminada después de que Gran Bretaña introdujo la conversión al sistema decimal en 1971– en una caja de presentación con una carta de agradecimiento.

“El siguiente paso para nosotros es ver si tenemos un récord mundial”, dijo Baker, quien agregó que la asociación enviará los detalles a los Guinness World Records.

El récord actual para el mensaje más antiguo en una botella se sitúa en 99 años y 43 días… por lo que si el nuevo descubrimiento es aceptado como una de las “botellas de fondo” de Bidder, entonces bien se podría reclamar ese título.

La tecnología se ha desarrollado enormemente en el siglo que ha transcurrido, pero los científicos continúan rastreando lo que sucede en el fondo de los océanos.

En estos días, dijo Baker, el “mensaje en una botella”, utilizado por los científicos de la Asociación de Biología Marina es una pequeña etiqueta electrónica ajustada a cada uno de los peces individualmente y que se utiliza para reunir información de cómo y hacia donde se mueven.

Henry Hanks contribuyó con este reporte.