Medusas nómadas están reemplazando a algunas especies nativas del mar Mediterráneo. (Cortesía Roy Gevili).

(CNN) - Enjambres de medusas han invadido las playas de Israel y el este del Mediterráneo, envolviendo sus dolorosos tentáculos en las extremidades de los desprevenidos bañistas que se aventuran demasiado lejos en las aguas.

Los visitantes no deseados, que llegaron a principios de verano, se debían ir en pocas semanas, pero estas medusas nómadas - Rhopilema nomadica - son un síntoma de un problema mucho más grande.

No se supone que deberían estar aquí - o en cualquier otro lugar a lo largo de la cuenca levantina o en el mar Mediterráneo oriental como es el caso. De hecho, son nativas del océano Índico, a miles de kilómetros de distancia.

La bióloga marina Bella Galil dice que llegaron a través del Canal de Suez y es solo una de una serie de especies invasoras que ahora hacen su hogar en el Mediterráneo.

“Tenemos este corredor empujando hacía el lugar a todas las especies ajenas, que desplazan a otras para reemplazarlas por una fauna que no es nativa,” dice Galil, una bióloga marina del Instituto Nacional de Oceanografía de Israel.

Especies invasoras como la medusa nómada reemplazan la vida marina nativa de la región, cambiando el ecosistema y el medio ambiente de manera espectacular y rápidamente.

Y Galil predice que el problema empeorará con la reciente ampliación del Canal de Suez.

Tome la quimera veteada (conocida en inglés como rabbitfish), por ejemplo. Sólo come algas, lo que suena bastante inocente. Pero ganó su nombre peculiar debido a sus hábitos de procreación: se reproduce como - usted lo adivinó - un conejo. Y las enormes bancos de quimeras dan como resultado un hábitat rápidamente pelado de algas.

“El hábitat se corta como un bosque”, dice Galil. “Nada podría existir y esas especies perder su lugar en el Mediterráneo”.

El recientemente ampliado Canal de Suez está formando una autopista para las especies invasoras, asegura la especialista.

“Se está convirtiendo en un corredor para la invasión. Un pasillo de un solo sentido para una invasión”, explica.

Cada especie invasiva interrumpe la cadena alimentaria y cambia el entorno submarino.

El canal tenía su propio obstáculo natural para ayudar a prevenir las “invasiones”. Contaba con una serie de áreas de agua salada llamadas los Lagos Amargos; una concentración de sal mayor en el agua impedía que más especies cruzaran por el Canal de Suez.

Pero Galil dice que las obras de ampliación acabaron con esta barrera natural, por lo que es mucho más fácil para la vida marina viajar desde el mar Rojo hasta el Mediterráneo, transportada por la corriente que fluye hacia el norte durante la mayor parte del año.

Algunas de las especies invasoras son hermosas, pero potencialmente mortales como el pez escorpión, cuyas espinas tienen veneno o el bagre anguila rayado, que tiene espinas venenosas que se despliegan a lo largo de sus aletas.