(CNN Español)– El mandatario Otto Pérez Molina habló este lunes por primera vez desde que el 21 de agosto se dirigiera al país para afirmar que no renunciaría al cargo a pesar de estar implicado en un presunto caso de corrupción conocido como ‘La Línea’.
“Me quieren vincular por una llamada telefónica. Esa llamada telefónica reconozco que la hice, pero se realiza dentro del contexto… No impongo a ninguna persona como presidente de recursos humanos”, dijo Pérez Molina en su intervención.
“Lo hice porque estaba preocupado por la falta de recaudación, preocupado por todos los problemas que se venían dando”, añadió. “Terminamos haciendo una intervención operativa.¿Qué tiene que hacer un presidente preocupándose por el nombramiento de un jefe de recursos humanos?”
“He tenido que llamar a ministros para que cambien a agentes que hacen cosas que no están acordes a la ley”, aceptó el mandatario.
“En el momento en que se presentó el antejuicio tuve que hacer una análisis: voy a actuar conforme a la ley, no voy a violar la ley. La ley me permite hacer dos cosas pegadas a derecho: presento mi renuncia o afronto el debido proceso. Creí, aún a costo personal que era más conveniente afrontar el debido proceso, porque estamos en un momento de elecciones”, dijo el presidente.
“Hago un llamado a los guatemaltecos para que no se dejen llevar por comentarios que no tienen toda la verdad”, afirmó Pérez Molina.”Queremos ver una justicia independiente, no porque se ventilen casos en los medios”
“Estoy dispuesto a que se den todos los procesos que se tengan que dar”, aseguró. “Me gustaría explicarle a los guatemaltecos que me ha tocado vivir una situación humillante”.
“Aquí hay personas que se visten de blanco y quieren hacer acusaciones. Como el señor Dionisio Gutiérrez. Sino respetamos los proceso Guatemala no va a ir a ningún lado”.
Pérez Molina se refirió a la exvicepresidenta tras una pregunta de la prensa: “La situación de Roxana Baldetti está en manos de los tribunales. No tengo más que decir”.
La alocución de Pérez Molina llega después de que se dio a conocer la presunta implicación del presidente en esta red de fraude –en la que también estaría involucrada la exvicepresidenta Roxana Baldetti, que ya fue capturada y está bajo prisión preventiva– Pérez Molina dijo que no era culpable y que no dejaría la presidencia.
Guatemala celebrará elecciones presidenciales este 6 de septiembre.
La Corte Suprema de Justicia determinó el martes por unanimidad dar trámite a la solicitud de antejuicio contra el presidente Otto Pérez Molina, presentada por el Ministerio Público y la Comisión Internacional Contra la Impunidad (Cicig) en Guatemala, entidades que lo vinculan a la red de defraudación aduanera denominada La Línea.
El Congreso Nacional instalaría una comisión que analizaría si hay mérito para retirar la inmunidad al presidente Molina.
Desde entonces, la población guatemalteca se ha manifestado masivamente en las calles tanto de la capital como en otras ciudades.
A Pérez Molina se le acusa de estar al frente de una red de corrupción. La comisión investigadora reveló que hay elementos suficientes para suponer que el presidente de Guatemala y varios cómplices recibían sobornos a cambio de reducir los impuestos de compañías importadoras, acusaciones que el mandatario niega.
Otto Pérez Molina dice que dará la cara y enfrentará la situación.
El intento de retirarle la inmunidad al presidente no prosperó en el Congreso en días pasados. Pero esta vez las autoridades dicen tener pruebas que lo comprometerían como uno de los supuesto cabecillas de la trama de corrupción.
Se espera que este lunes Pérez Molina se pronuncie antes los medios de comunicación.
El presidente del congreso convocó este lunes a los principales líderes de los partidos para que definan si el martes van a poner en la agenda el punto de si hay mérito para retirar la inmunidad al mandatario. Si esto es así, los diputados se deberán presentar y votar esta iniciativa que pasaría con 105 votos a favor. Si lo harán o no es uno de los mayores interrogantes en este caso.