(CNN)– La estación de trenes de Keleti, en Budapest, reabrió este jueves, pero los trenes internacionales no están circulando, informó el vocero del gobierno húngaro, Zoltan Kovacs, a CNN.
Solo están circulando trenes en territorio nacional. Kovacs agregó que los refugiados son libres de viajar a campamentos para migrantes en otros puntos del país.
La estación de Keleti, la mayor de Hungría, se ha convertido en un punto focal de la crisis que envuelve actualmente a Europa, con una ola sin precedentes de migrantes -en su mayoría refugiados que huyen del conflicto en Siria, Iraq y Afganistán- tratando de llegar a Europa occidental.
Hungría no es el destino final de los inmigrantes, sino más bien un punto de tránsito en un largo viaje desde el norte de Grecia a los países más ricos como Austria y Alemania, donde esperan solicitar asilo.
Pero las autoridades húngaras afirman que según la legislación de la UE, no pueden permitir que la gente viaje sin la documentación adecuada -un pasaporte válido, un boleto y los visados necesarios-.
El primer ministro húngaro, Viktor Orban, dijo este jueves durante una conferencia de prensa que “el problema no es un problema europeo, sino un problema alemán”. “La mayoría quiere ir a Alemania, nuestro trabajo es solo registrarlos”, continuó.
“Los húngaros están llenos de miedo, la gente en Europa está llena de miedo, y los líderes europeos son incapaces de controlar la situación”, agregó Orban.
Hungría ya ha enfrentado críticas por erigir una cerca de alambre de púas a lo largo de su frontera de más de 160 kilómetros con Serbia, en un intento por evitar que los migrantes que cruzan ilegalmente ya que hacen su camino hacia el norte.
A medida que se acumulan los refugiados, cansados, hambrientos y desesperados, la tensión va en aumento en la estación de Keleti.
El miércoles, algunos refugiados sostenían trozos de papel en los que se podía leer: “Ayuda a Siria” o “Los bebés están cansados”.