Los cuerpos de Aylan, su hermano y su madre fueron trasladados a Siria desde Turquía (OZAN KOSE/AFP/Getty Images).

(CNN)— Se suponía que el último viaje para Aylan Kurdi lo llevaría a un hogar seguro, a miles de kilómetros de la implacable guerra en su Siria natal.

En lugar de eso, el niño de 2 años de edad terminó siendo enterrado en la ciudad de la que trató de huir.

El cuerpo de Aylan llegó a casa, a Kobani, la ciudad siria –en la frontera con Turquía- asediada por la violencia de ISIS de la que su familia trató de escapar.

Las imágenes del pequeño niño sirio yaciendo en una playa turca perdurarán mucho tiempo. Las fotografías, que han reproducido en todo el mundo y se convirtieron en el último símbolo de la crisis migratoria en Europa, muestran su pequeño cuerpo tirado en la playa, con una camiseta roja y zapatos negros, con el rostro parcialmente cubierto por la arena y las suaves olas, como si estuviera durmiendo.

Solo su padre sobrevivió

La familia de Aylan estaba entre la multitud que hace el peligroso viaje a bordo de hacinadas balsas en las agitadas aguas del Mediterráneo.

Exhaustos por el conflicto constante y la lucha por la supervivencia, salieron de su ciudad natal en busca de una vida mejor y más segura.

Aylan, su hermano Galip, de 4 años, y su madre, Rehen, se ahogaron tratando de hacer ese sueño realidad.

Solo el padre de los niños, Abdullah Kurdi, sobrevivió.

Él va a acompañar sus cuerpos a Kobani, según la agencia de noticias Anadolu.

Abdullah Kurdi dijo que subió a un pequeño bote hacinado en Turquía con 12 personas a bordo. Fue atendido por dos contrabandistas: un turco y un sirio.

Tan pronto como la embarcación se puso en marcha, grandes olas chocaban contra ella. Golpearon con más fuerza. Un contrabandista saltó al agua y nadó hacia la orilla. Kurdi dijo que trató de tomar el control de la embarcación, pero se hundió en las aguas turbulentas.

“Traté de llegar a mi esposa e hijos”, dijo. “Yo estuve en el agua durante 20 minutos. Una persona tras otra se estaba muriendo”.

Kurdi dijo que estaba tratando de llegar a Suecia a través de Grecia. Ahora describió su vida como sin esperanza sin su familia.

“No quiero nada más de este mundo”, dijo Kurdi. “Todo lo que soñaba se ha ido. Quiero enterrar a mis hijos y sentarme junto a ellos hasta que me muera”, agregó.

Cuatro sirios fueron detenidos bajo sospecha de tráfico de personas por las muertes.

Miles de personas han muerto

Cientos de miles de migrantes han viajado en barco o en tren, en autobuses o caminado durante días, a veces meses, para llegar a Europa.

Más de 2.600 personas han muerto tratando de cruzar el Mediterráneo este año, por lo que es el punto de cruce de migrantes más mortal en el mundo. La Organización Internacional para las Migraciones, advirtió el mes pasado que esos números se disparan.

En un caso el mes pasado, 71 cuerpos -en su mayoría personas que habían huido de Siria- fueron encontrados en un camión abandonado en Austria.

Casi tres cuartas partes de las muertes de migrantes en el mundo este año se han producido en el Mediterráneo, según la organización. Y el número de muertes en la región en lo que va de este año -2.643- es casi un 20% más que el año pasado.

Algunos se ahogaron, otros murieron aplastados en estampidas mientras que otros se asfixiaron por los gases de los motores de las embarcaciones.

Catherine Shoichet y Ashley Fantz contribuyeron con este reporte.