BEIJING (CNN) – Sin monedas molestas -y lo más importante- sin vergüenza.
Así es como los jóvenes chinos ‘pagan a la romana’ hoy día - escanean un código QR y pagan su cuota a través de los teléfonos inteligentes en un solo clic o uso de la cinta magnética.
Era la primera vez que la mayoría de las 13 personas cenando en mi mesa, el fin de semana pasado, habían usado la función en la herramienta de las redes sociales WeChat y les encantó.
“Ha hecho ir a la romana mucho menos molesto y mucho más divertido”, dijo Zhou Ye, un periodista con sede en Pekín.
“Los jóvenes piensan que dividir la factura de esta manera es divertido, y los mayores pueden encontrar que está de moda hacerlo”.
Lo más importante, es que les ahorra a las personas la vergüenza de calcular quién debe qué.
Dividir la cuenta es una idea relativamente nueva para la mayoría de chinos.
Es algo que están aceptando los jóvenes que tienen problemas de liquidez, pero para muchas personas mayores, que temen “quedar mal”, se siente vergonzoso y tacaño.
En las cenas, las familias y los amigos a menudo riñen sobre quién será el que pagará la cuenta.
Usado por 600 millones de chinos, WeChat es similar a WhatsApp pero tiene mucho más características.
Una de ellas, WeChat Wallet, permite a los usuarios pagar casi cualquier servicio por medio de un teléfono inteligente. La función para dividir la cuenta fue añadida el año pasado.
Propiedad del gigante chino de internet Tencent, la plataforma de pago compite contra Alipay (propiedad de Alibaba), la cual es ampliamente usada y también presume una función para dividir la cuenta.
El comercio electrónico triunfa sobre la tradición: ‘Lucky money’ se conecta
Hay una aplicación para eso
Las aplicaciones de los teléfonos inteligentes que se basan en estas plataformas de pago han transformado la vida de muchos chinos urbanos.
Los masajes, cortes de cabello, manicuras, pedicuras, servicios de limpieza del hogar, servicios de lavandería y entrenadores personales pueden ser pedidos a la puerta de su casa con una sola pasada de la cinta magnética.
Zhao Mengsha, 28 años de edad, una editora con una revista sobre las artes, bilingüe goza de una manicura una vez al mes, y paga la mitad del precio que se cobra en los salones.
“Es muy conveniente”, dijo a CNN.
“Para la gente como yo, ir a un salón de manicura y sentarse allí durante horas es imposible”.
Ella también pidió un masaje cuando tuvo que trabajar durante la noche y el masajista llegó a su oficina.
“Yo no habría pensado en solicitar un masaje en el trabajo sin las aplicaciones”.
Como millones de personas, Zhao utiliza Alipay y WeChat para pagar por los servicios, así como sus facturas de servicios públicos.
“Se puede prescindir de una cartera, pero no se puede [vivir] sin nuestro teléfono inteligente cuando sales hoy día”, dijo Zhao.