(CNN) - Se escuchan fuertes estruendos en la capital de aviones de Estados Unidos: la fábrica de aviones Boeing Co., al norte de Seattle.
Los ingenieros están avanzando con la construcción del avión bimotor más grande del mundo. Lo llaman el 777-9X, el primer avión de la familia 777X.
Para los viajeros aéreos y entusiastas de la aviación, hay mucho para entusiasmarse.
Por un lado, están sus alas: son grandes.
Tan grandes, de hecho, que tuvieron que doblarlas.
En concreto, el 777-9X tendrá bisagras en las puntas de las alas. Las bisagras se doblarán, lo cual permite que el avión acorte su envergadura cuando está rodando en la pista de rodaje del aeropuerto.
Será el primer diseño de su tipo en cualquier avión comercial, dice Boeing.
El avión tendrá la envergadura más amplia que cualquier aeronave en los 99 años de historia de la compañía: 235 pies, 5 pulgadas (71,8 metros).
Para decirlo de otra manera: es más ancha que cuatro camiones de semirremolque de 53 pies (16 metros) estacionados de extremo a extremo.
Solo las puntas de las alas con bisagra medirán 3,6 metros. Se usarán pasadores de bloqueo para evitar que se doblen durante el vuelo, le dijo Boeing a CNN.
Se espera que las pruebas del prototipo se inicien muy pronto.
Durante las pruebas, los ingenieros tienen planificado perfeccionar y hacer ajustes al diseño final.
Estas alas gigantes le darán al avión mayor elevación, como un planeador gigante.
Le ayudarán al avión a ahorrar un total de 12% más de combustible que el Airbus A350, asegura Boeing.
Las versiones iniciales de los 777 han estado volando desde mediados de la década de 1990 y el 777X ha estado en proyecto desde hace ya dos años.
Sin embargo, los rumores aumentaron la semana pasada, cuando Boeing anunció que finalizó un diseño básico.
Las aclamaciones digitales estallaron en todo Twitter y Facebook.
“El interior es increíble”, tuiteó Rohan Gosh.
El usuario de Twitter, Andrés Vallekas, expresó su satisfacción con tres corazones.
Ventanas más grandes, cabinas más amplias
Al igual que las alas, la cabina del avión también será grande, dice Boeing.
El 777-9X tendrá capacidad para por lo menos 400 pasajeros. Eso es 34 más que el competidor del 777-9X —el Airbus A350-1000— que tiene espacio para 366 personas, en una configuración típica de tres asientos.
La cabina del 777-9X será 16 pulgadas (40 centímetros) más ancha que el A350-1000, dice Boeing, lo que permite que los asientos en clase económica tengan un ancho de hasta 18 pulgadas (46 centímetros).
Los asientos típicos de las aerolíneas tienen un ancho entre 17 a 18,5 pulgadas (43 a 47 centímetros).
¿Qué otra cosa podría atraer a los viajeros aéreos? Los asientos de la ventana.
Las ventanas del 777-9X serán 15% más grandes que las de los aviones de la competencia, según el proyecto.
Las ventanas serán colocadas a una altura que quedará al nivel del ojo para la mayoría de los pasajeros.
Boeing está dando indicios sobre otras ventajas para los pasajeros en el 777X, como nueva iluminación y “arquitectura mejorada” para el diseño interior de la cabina.
Las aerolíneas tendrán opciones para configurar cada clase de pasajeros de manera diferente.
Cada clase podría tener un compartimiento superior y de almacenamiento único, por ejemplo, que “crearía la sensación de cabinas separadas y distintivas”, dice Boeing.
¿Con qué funciona este nuevo avión?
La propulsión será posible gracias a dos motores a reacción GE9X de combustible.
Sorprendentemente, las puntas de la boquilla de combustible de los motores serán creadas a través de un proceso llamado fabricación aditiva, también conocida como impresión 3D.
Aunque el fuselaje será hecho de aluminio, las alas consistirán de un material fuerte, pero súper flexible que está impulsando el futuro de la aviación: polímero reforzado de fibra de carbono.
Básicamente, podrías llamarlo súper plástico.
Esto es lo mismo que permitió que el innovador avión bimotor Boeing 787 Dreamliner volara más lejos con menos combustible, cuando entró en servicio, en el 2011.
“Hemos aprendido de eso y lo estamos aplicando a las alas en este nuevo avión”, dijo el portavoz de Boeing, Scott Lefeber.
Estas alas son horneadas
Boeing tiene programado hornear partes del 777-9X en una especie de cocina.
¿Que hay en el menú? Alas.
Se trata unas enormes instalaciones de 120.774 metros cuadrados de construcción, cerca de la fábrica antigua de la compañía en Everett, Washington.
En el interior, Boeing tiene planificado usar tres hornos gigantes llamados autoclaves para hornear a presión las alas del 777X a temperaturas de hasta 350 grados Fahrenheit (177 grados Celsius).
“Una manera fácil de entender esto es, estás horneando el material para que se forme según la fuerza y características que deseas”, dice Lefeber.
Luego de que las alas son horneadas, serán trasladadas a la cercana planta de Boeing para el montaje final.
Por lo tanto, si las alas están hechas de fibra de carbono reforzado con plástico, ¿por qué no hacer el fuselaje del 777X también del mismo material?
Respuesta corta: un fuselaje compuesto de fibra de carbono le habría añadido mucho más tiempo al proceso de desarrollo, dice Boeing.
Con el 777X, Boeing dice que quiere mantener la fiabilidad del actual 777, mientras que mejora su perfil económico y lo pone a disposición en un momento cuando las aerolíneas “más lo necesitan”.
Se espera que la producción inicie en el 2017.
El primer 777X podría entrar en servicio a partir del 2020.
Seis aerolíneas han hecho pedidos para 320 de estos 777Xs, dice Boeing, entre ellas Emirates, All Nippon Airways y Lufthansa. Ninguna de las aerolíneas estadounidenses se encuentra entre esas seis.
Se espera que el rango del 777-9X llegue más allá de los 14.000 kilómetros (8.699 millas).
Eso es más o menos la distancia entre Dubái, Emiratos Árabes Unidos, y Panamá.