La plataforma de lanzamiento en el Centro Espacial Kennedy se encuentra solamente a varios cientos de pies del océano Atlántico.

(CNN) – Los cohetes de la NASA son máquinas sorprendentes, capaces de volar hacia el espacio a miles de millas por hora y soportar temperaturas dos veces el punto de fusión del acero.

Pero no pueden despegar bajo el agua.

El aumento del nivel del mar causado por el derretimiento de las capas de hielo amenaza con irrumpir en algunos sitios de lanzamiento de la NASA a lo largo de las costas de Estados Unidos, la agencia espacial advierte. En los próximos años, puede que necesiten adaptar o incluso mover tierra adentro las instalaciones de lanzamiento del Centro Espacial Kennedy de Florida, así como otros sitios, dice la NASA.

“Cada centro de la NASA tiene sus propias vulnerabilidades, y algunos están más en riesgo que otros”, dijo Cynthia Rosenzweig, climatóloga de la NASA en un reciente post en uno de los sitios web de la agencia. “Pero el aumento del nivel del mar es un verdadero reto para todos los centros a lo largo de la costa”.

En otras palabras, la NASA tiene a muchas personas y propiedad potencialmente en peligro, especialmente en una gran tormenta costera.

La NASA dice que más de la mitad de su infraestructura se encuentra dentro de los 4,8 metros del nivel del mar. Eso incluye a más de 32 mil millones de dólares en laboratorios, plataformas de lanzamiento, aeródromos, instalaciones de ensayo, centros de datos y otras cosas - más de 60.000 empleados - desde Florida a California.

En Kennedy, el punto de partida para casi todos los vuelos espaciales tripulados de la NASA, las plataformas de lanzamiento y edificios están a unos pocos cientos de pies del océano Atlántico. Lo mismo es cierto en Wallops Flight Facility en Virginia, un lugar de lanzamiento de cohetes activo para misiones científicas y de exploración de la NASA.

El Centro de Investigación Langley está a orillas del Río Back en Hampton, Virginia, cerca de la boca de la bahía de Chesapeake. El Centro de Investigación Ames bordea el extremo sur de la Bahía de San Francisco. Johnson Space Center en los suburbios de Houston está a orillas del lago Clear Lake, una entrada de la Bahía de Galveston.

Todos ellos están entre 1,52 y 12,19 metros por encima del nivel del mar promedio - más alto, en realidad, que las instalaciones de ensamblaje Michoud de la NASA en Nueva Orleans, que se encuentra por debajo del nivel del mar detrás de los diques de tierra. Después del huracán Katrina, los empleados de Michoud tuvieron que bombear más de mil millones de galones de agua de las instalaciones, dice la NASA.

La mayoría de Kennedy, lugar de lanzamiento del buque insignia de la NASA, se construye en la zona pantanosa de la costa alrededor de 1,52 a 3,05 metros sobre el nivel del mar. La línea de marea alta se ha estado moviendo hacia la tierra por algún tiempo, y la NASA dice que los proyectos modelo climáticos conservadores proyectan que el nivel del mar frente a Kennedy subirá 12,7 a 20,32 centímetros para la década de 2050.

“El Centro Espacial Kennedy puede tener décadas antes de que las olas lleguen a las plataformas de lanzamiento”, dijo el geólogo costero John Jaeger de la Universidad de Florida en el post de la NASA. “Aun así, cuando pones infraestructura cara, inmóvil a lo largo de la costa, eventualmente, algo tiene que vencer”.

Kennedy se construyó en la zona pantanosa de la costa alrededor de 1,52 a 3,05 metros sobre el nivel del mar. La playa cercana se está erosionando.

Ante este problema, usted podría preguntarse por qué la NASA construyó tantas instalaciones clave tan cerca de las costas para empezar. La respuesta es que, hace décadas, el gobierno de Estados Unidos decidió volar la mayoría de sus cohetes y aviones experimentales desde la costa porque las fallas ocurren, y son menos peligrosos para el público cuando ocurren sobre el agua.

¿Qué se puede hacer para arreglar esto?

Para encontrar soluciones, la NASA está buscando a personas como Rosenzweig, quien aboga por planes a largo plazo que incorporan aspectos de la ingeniería civil, planificación urbana, construcción de instalaciones y otras áreas.

En otras palabras, la NASA dice que necesitará diseñar edificios más inteligentes y reconstruir otros. En algunos casos, los laboratorios cruciales, el almacenaje y los salones de ensamblaje necesitarán ser trasladados a las plantas superiores. Y la reparación de diques y la reconstrucción de las dunas de arena a lo largo de las plataformas de lanzamiento pueden llegar a ser parte del mantenimiento de rutina en el Centro Espacial Kennedy.

Rosenzweig cree que todo lo que la NASA hace para mitigar las inundaciones debe ser una solución innovadora y flexible que se puede adaptar conforme cambian las condiciones.

“¿Qué tiene sentido para nosotros hacer ahora? ¿Y qué tendríamos que hacer después?” ella preguntó. “Tenemos que considerar y comprender los riesgos y luego construir algo que se puede ajustar”.