Nota del editor: Camilo Egaña es el conductor de Encuentro. Las opiniones expresadas en este artículo so n exclusivas del autor.
(CNN Español) – El papa Francisco anuncia que la nulidad del matrimonio será más rápida y gratuita. Entrará en vigor el 8 de diciembre lo que me hace pensar que, al menos para algunos, será un buen regalo de Navidad.
Cuando en febrero del año pasado, el papa Francisco dijo que la “mamitis” —la obsesiva dependencia de la madre por parte de uno de los dos cónyuges—, puede considerarse una causa válida para que la Iglesia católica anule un matrimonio, la mayoría recibió la noticia con una sonrisa. Pero los más enterados dijeron que algo se cocinaba en el Vaticano.
En junio pasado, Francisco dijo que la separación de esposos a veces es ‘moralmente necesaria’. En agosto aseveró que los divorciados “no están excomulgados”.
Ya sé que suena a verdad de perogrullo, pero la Iglesia es la iglesia y gracias a Dios, Francisco es Francisco.
El papa futbolero y jesuita ha vuelto a sorprender a propios y extraños. Y lo ha hecho a pocas semanas de su llegada a Cuba, el primer país latinoamericano en aprobar una ley de divorcio en 1918. (Aunque ya en 1903 se había presentado en la Cámara de Representantes un proyecto de ley que no fue aprobado). En la isla, el divorcio pasa siempre por la precariedad material en que vive la gente. Es inevitable que la disputa principal sea la casa, si es que la pareja en cuestión forma parte de la lista de los elegidos que viven en casa propia sin la interferencia de una parentela irredenta.
Tras dejar Cuba, el papa llegará a Estados Unidos, un país donde tampoco el divorcio representa un auténtico problema de índole moral. Pero sí económica. Miren esto: cuando la crisis atenazó al país en 2008, la gente decidió divorciarse menos, sobre todo en Florida, California e Illinois. Y no sólo por el confort mutuo sino porque romper la promesa de amor eterno, costaba entonces varios miles. No tengo idea de cuánto cuesta el asuntillo ahora. Mi jefa y yo estamos celebrando treinta años de matrimonio en un país como EE.UU,. que según la Asociación Americana de Psicólogos, entre el 40 y el 50 % de las parejas terminan divorciadas.
Pero aun así, lo que acaba de anunciar Francisco lo celebro como signo de los nuevos tiempos, de una Iglesia que se conecta cada vez más con la realidad inmediata, con los problemas de la gente.
Los más intransigentes se lamentarán de lo que ha costado esa nueva actitud, pero mejor tarde… que nunca.