Kenichi Shinoda (centro), líder de la organización criminal más grande de Japón, la Yamaguchi-gumi, luego de salir de prisión en 2011.

Nota del editor: Jake Adelstein es periodista investigador y corresponsal especial para el LA Times, The Daily Beast y VICE News. Ha estado cubriendo el crimen organizado en Japón desde 1993 y es el autor de “Tokyo Vice”, “Operation Tropical Storm: How an FBI Jewish-Japanese Special Agent Snared a Yakuza Boss in Hawaii”, y “The Last Yakuza”, el cual saldrá a la venta próximamente.

(CNN) – El mes pasado, el grupo criminal más grande de Japón, el Yamaguchi-gumi, se dividió en dos facciones principales, lo cual posiblemente creará una guerra de bandas que a la larga podría involucrar a los 21 grupos criminales designados en Japón.

El nuevo grupo, el cual fue creado formalmente a principios de septiembre, se hace llamar Kobe Yamaguchi-gumi, y ya está estableciendo alianzas con otros grupos del crimen organizado. La Agencia Nacional de Policía dice que ha tenido una reunión de emergencia para hablar de cómo manejar la crisis, y la policía de todo el país está en alerta.

En el bajo mundo japonés, los otros 21 grupos del crimen organizado están tratando de determinar cuál es la medida más oportuna y con quién aliarse. La última división en el Yamaguchi-gumi, el cual comenzó en 1984, dio lugar a varios años de épica guerra llenos de asesinatos, intentos de bombardeos y batallas de armas que aterrorizaron y embelesaron a la nación.

Japón tiene leyes de control de armas muy estrictas, y en un país de 127 millones de personas, hubo seis muertes relacionadas con armas de fuego el año pasado, según las estadísticas de la Agencia Nacional de Policía. La posibilidad de que se reavive la guerra de bandas aterroriza al público general de manera considerable.

¿Quiénes son los yakuza?

La yakuza es un término que aplica a los grupos del crimen organizado del Japón: la mafia del país. Tradicionalmente eran federaciones de jugadores y de vendedores ambulantes, pero mientras la yakuza quiere vender que su historia se remonta a cientos de años atrás, el grupo continuo más antiguo probablemente es, según el autor Kazuhiko Murakami, el Aizukotetsu-kai en Kyoto, fundado en la década de 1870.

Mientras que muchos grupos yakuza empezaron como asociaciones de corredores de apuestas dirigidas libremente, realmente se volvieron independientes durante el caos después de la Segunda Guerra Mundial. Primero manejaban el mercado negro, ofrecían juegos y entretenimiento —incluso llegaron a administrar a algunas de las principales estrellas y cantantes de Japón de la posguerra— antes de pasar a la construcción, a los bienes raíces, e involucrarse en la extorsión, el chantaje y el fraude. Y luego, por supuesto, en la política.

Existen 21 grupos principales con más de 53.000 miembros, de acuerdo con la Agencia Nacional de Policía. Los tres grupos más grandes son los Yamaguchi-gumi (23.400), los Inagawa-kai, (6.600), y los Sumiyoshi-kai (8500). Los yakuza no están fuera de la ley, ellos son regulados y observados.

Muchas de sus actividades para hacer dinero son ilegales, pero también dirigen empresas legítimas. El líder de la tercera generacion del Yamaguchi-gumi, Kazui Taoka, como todos saben le dijo a sus seguidores “Tengan un trabajo real”. Ellos afirman ser grupos humanitarios que mantienen el orden en Japón. Es por esto que tienen edificios de oficinas, tarjetas de negocios, revistas de fans y libros de historietas sobre sus hazañas.

Los miembros de la yakuza tienden a ser aquellos tradicionalmente marginados en la sociedad de Japón, los coreano-japoneses cuyos padres y abuelos fueron llevados a Japón como trabajadores esclavos y los miembros de la antigua clase paria de Japón, según Mitsuhiro Suganuma, exoficial de la Agencia Pública de Inteligencia y Seguridad.

El Yamaguchi-gumi comenzó como un servicio de envío de mano de obra en los muelles de Kobe en 1915 —el 2015 marca su centenario— y su emblema corporativo es conocido por todos.

¿Qué tanto de la leyenda de la yakuza es verdad?

Cuando hablamos de la yakuza en occidente, tendemos a pensar en matones llenos de tatuajes y en nobles gánsteres sin meñiques.

La generación más antigua de la yakuza sí favorecía los tatuajes, pero esto ha dejado de ser así ya que primero eran utilizados como identificadores por parte de las autoridades, y últimamente han ganado popularidad con un amplio subconjunto de japoneses. Era extremadamente doloroso hacerse el tatuaje tradicional y esto demostraba que el individuo era fuerte, le daba la espalda a la sociedad y tenía el dinero para gastar.

Los tatuajes también son una marca corporativa en su máxima expresión… algunos miembros de una banda se tatúan el emblema de su organización en el pecho. Eso hace que cambiar de empleo u organización sea difícil.

Los yakuza no se cortan los dedos a manera de castigo. Existen dos situaciones en las que un yakuza se corta un dedo, por lo general el meñique. Cuando lo hace en lugar de pagar sus propias deudas, o para expiar un error y permanecer en la organización o seguir vivo, esto se conoce como un “dedo muerto”. Si un yakuza sacrifica un dedo por el bien de su subordinado o un amigo, eso es un “dedo vivo”.

El especialista ortopédico Shintaro Hayashi, a la izquierda, inspecciona el dedo de silicona de un antiguo miembro yakuza en Tokio.

Un exjefe yakuza algunas veces se rehusaba a aceptar cortar un dedo a cambio de una deuda al decir “No puedo convertir esto en dinero. Tráeme el efectivo”.

Los miembros más jóvenes evitan marcar sus cuerpos o cortarse los dedos, ya que esto genera atención no deseada.

¿Qué es lo que controlan en Japón y en el extranjero?

En Japón, la yakuza tiene algún control sobre la industria del entretenimiento: muchas importantes agencias de talentos tienen vínculos con la yazuka y gobiernan sus imperios de manera despiadada. El 31 de agosto de 2011, el jefe de la Agencia Nacional de Policía declaró lo siguiente públicamente: “Haremos lo que sea necesario para ayudar a que la industria del entretenimiento corte sus vínculos con el crimen organizado”.

El Yamaguchi-gumi incluso ha estado relacionado con la financiación de una de las bandas de chicas adolescentes más ubicua de Japón. La gerencia de la banda no ha hecho comentarios públicamente sobre la afirmación, la cual ha sido reportada en las revistas semanales japonesas.

Ellos tienen mucho que ver en la construcción, los bienes raíces, el cambio de moneda, el envío de mano de obra y la TI e industrias financieras, de acuerdo con la Agencia Nacional de Policía. También suministran gran parte de la mano de obra para la industria nuclear de Japón y han tenido influencia en la interminable limpieza del desastre de Fukushima, de acuerdo con informes en los medios japoneses e ingleses y de acuerdo con libros como “Yakuza and The Nuclear Industry”, de Tomohiko Suzuki.

Miembros de la yakuza fueron arrestados en 2013, de acuerdo con Reuters, por infiltrarse en el gigante de la construcción que estaba a cargo de la limpieza de Fukushima y proporcionar trabajadores ilegales.

“Estamos tomando muy en serio que estos incidentes sigan ocurriendo uno detrás otro”, dijo Junichi Ichikawa, un portavoz de Obayashi, y añadió que la compañía estaba examinando a sus empresas subcontratadas para asegurarse de que no estaban vinculadas con miembros de pandillas. “Existían elementos de lo que habíamos estado haciendo que no se extendían lo suficiente”.

El Yamaguchi-gumi ha sido llamado el segundo grupo de patrimonio neto privado más grande de Japón. Debido a que son jugadores y tienen conocimiento y están dispuestos a usar la información interna, ellos ven el mercado de valores como un casino, donde ellos son la casa. La yakuza de hoy en día utiliza su red de hombres y mujeres que trabajan en la industria de la “hospitalidad” de Japón: acompañantes, “anfitriones” y “anfitrionas”, para recopilar información que puede ser utilizada a fin de chantajear diplomáticamente a ejecutivos de compañías, políticos y burócratas, con el propósito de maximizar los ingresos en sus áreas de interés.

El Departamento del Tesoro de Estados Unidos ha calificado a Yamaguchi-gumi como un grupo transcontinental del crimen organizado e incluso fijó sanciones contra el grupo de segundo nivel que los gobierna.

“A fin de llevar a cabo sus actividades criminales, la yakuza tiene relaciones con afiliadas criminales en Asia, Europa y las Américas. En Estados Unidos, la yakuza ha estado involucrada en el tráfico de drogas y el lavado de dinero”, lee una declaración de abril.

“Incluyendo la acción de hoy, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) ha designado a 13 altos miembros yakuza y a cinco entidades yakuza: la Yamaguchi-gumi, Sumiyoshi-kai, Inagawa-kai, Kudo-kai y Kodo-kai. La designación de hoy de Kodo-kai marca la primera vez que se enfocan en una afiliada yakuza de segundo nivel”.

¿Cuánta influencia ejercen?

Incluso el partido gobernante de Japón no ha sido inmune a la influencia de la yakuza. El conocido yakuza Yoshio Kodama financió al Partido Democrático Liberal en sus primeros años, como lo señala “Yakuza: Japan’s Criminal Underworld” por David E. Kaplan y Alec Dubro.

Se afirma que el ministro de Educación de Japón ha recibido donaciones políticas de una compañía yakuza. Luego de negar haber recibido donaciones, más adelante admitió recibir una donación de 180.000 yenes (1.500 dólares) que ya ha devuelto. Él niega cualquier otra irregularidad.

Otro miembro del gabinete Abe, Eriko Yamatani, quien dirige la Comisión de Seguridad Pública, la cual supervisa la Agencia Nacional de Policía, es “sospechosa de tratar con” un grupo racista de ala derecha que tiene vínculos con la yakuza. Luego de posar en una fotografía de 2009 con miembros del Zaitokukai, el grupo en cuestión, el gobierno dijo que ella no sabía que las personas en la fotografía estaban vinculadas con el grupo.

Eriko Yamatani negó tener vínculos con un grupo de ala derecha conocido por su discurso de odio.

Cuando se le hizo una pregunta al respecto en un club de expresión japonesa de Corresponsales Extranjeros, Yamatani no hizo comentarios respecto a qué pensaba de las opiniones de la organización.

El vicepresidente del Comité Olímpico de Japón también ha sido fotografiado con un alto miembro del Sumiyoshi-kai. El funcionario, Hidetoshi Tanaka, afirmó que las fotografías en las que aparece con el jefe del Yamaguchi-gumi, las cuales fueron publicadas el año pasado, son falsas.

En el mundo empresarial, ellas son un último recurso para destruir sindicatos laborales, escándalos y para encontrar mano de obra para trabajos que nadie quiere hacer.

¿Qué significa para Japón la más reciente actividad de la yakuza?

La división del Yamaguchi-gumi en dos grupos a finales de agosto podría generar guerras de bandas en Japón.

El Yamaguchi-gumi tenía 72 facciones antes de la división. Los otros 21 grupos de crimen organizado en Japón tendrán que decidir a qué grupo apoyar: a la vieja guardia o a los rebeldes. Eso podría ocasionar que grupos como el Inagawa-kai, el tercer grupo más grande, se divida mientras sus propias facciones deciden a quién serle fiel.

El Sumiyoshi-kai, el segundo grupo criminal más grande de Japón, ya podría estarse dividiendo en respuesta al conflicto del Yamaguchi-gumi. Según fuentes policiales, la poderosa facción Kohei-Ikka ha expresado solidaridad con el “Kobe Yamaguchi-gumi” y podría separarse del Sumiyoshikai para unirse a ellos.

Lo único que debería mantener bajo el número de víctimas es que bajo el derecho civil, los jefes yakuza pueden ser demandados por los daños cometidos por sus subordinados. En 2012, Goto Tadamasa, un exjefe de un grupo criminal, le pagó 1,4 millones de dólares a la familia de un agente de bienes raíces que sus hombres habían matado. Él nunca fue condenado en un tribunal penal.

Miembros del Yamaguchi-gumi se reúnen en el funeral de su líder en Kobe, Japón.

En la yakuza de hoy en día, el dinero vale más que la sangre. Es por eso que la facción rebelde del Yamaguchi-gumi podría ganar simplemente al ofrecer cuotas de asociación reducidas para quienes se unan a ellos.