El líder de Syriza, Alexis Tsipras, emitió su voto en Atenas )Milos Bicanski/Getty Images).

(CNN)– Los votantes griegos van a las urnas por tercera vez este año en medio de una crisis política y económica.

Y una vez más, el resto de Europa espera conteniendo su aliento el resultado.

Los principales partidos en las elecciones de este domingo –Syriza, de izquierda, y el conservador Nueva Democracia- estaban igualados en las encuestas, lo que sugiere que no ganarán una clara mayoría en el Parlamento.

Ambos están comprometidos con las reformas que Grecia tiene que poner en práctica con el fin de recibir más dinero de rescate prometido por los países europeos. El acuerdo de rescate se logró después de conversaciones sobre la crisis de último momento en julio, cuando el sistema financiero griego estuvo al borde del colapso y la posibilidad de que el país saliera de la zona euro se cernía.

Ahora, un resultado electoral no concluyente podría significar un retraso en la formación de una coalición, o peor aún, una nueva elección. Y Grecia no tiene tiempo para una nueva ronda de la incertidumbre política.

Atenas necesita un gobierno para hacer frente a su difícil situación económica, mantener el plan de rescate y tratar de lidiar con el desafío de miles de inmigrantes que llegan a sus costas.

A menos que un nuevo gobierno se pongan a trabajar rápidamente, Grecia corre el riesgo de no poder conseguir más dinero de Europa. Eso dejaría al país incapaz de pagar 3,2 millones de euros (3.8 millones de dólares) que adeuda al Fondo Monetario Internacional a finales de este año.

El rescate acordado en julio con Europa -por un valor de 86.000 millones de euros (97 billones de dólares)- evitó el colapso financiero y mantuvo a Grecia en el euro.

Nuevo plan de rescate, nuevas elecciones

Fue el líder de Syriza, Alexis Tsipras, quien aceptó los términos del nuevo rescate, decepcionando a muchos de sus partidarios de izquierda.

Tsipras se convirtió en primer ministro después de ganar las elecciones en enero con promesas de liberar la enorme carga de deuda de Grecia y hacer retroceder las impopulares medidas de austeridad.

Pero él se vio obligado a dar marcha atrás cuando los líderes de la UE se negaron a ceder y la economía griega se hundió más profundamente.

Después de tener que depender de los legisladores de la oposición para lograr la aprobación parlamentaria para el paquete de rescate, Tsipras dimitió como primer ministro el mes pasado y llamó a elecciones anticipadas. Dijo que quería el apoyo del pueblo griego para seguir con el programa de reformas.

El principal rival de su partido, Nueva Democracia, sostiene que está mejor calificado para implementar las medidas solicitadas por el último plan de rescate.

Sea cual sea el partido que salga por delante en las urnas es muy probable que tenga que encontrar socios con los que formar una coalición.

Economía espera para reducir su tamaño

Independientemente del resultado, el FMI dice que Grecia necesita desesperadamente alivio “sustancial” de la deuda. Sin él, el país puede volver a ser incapaz de pagar sus facturas en el largo plazo.

Europa ha estado dispuesta a hablar de eso, diciendo que la revisión de las reformas económicas de Grecia tiene prioridad.

Mientras tanto, la economía de Grecia se mantiene en un estado frágil después del caos del verano.

Los controles de capital se mantienen, su base industrial se ha reducido, y el desempleo se ha oscilado alrededor del 25%.

“Hemos visto una gran caída en la confianza económica, hemos visto grandes caídas en las importaciones y exportaciones, por lo que es probable que haya una gran desaceleración de la economía,” dijo Raoul Ruparel, director de Open Europe, a CNN.

Se espera que el PIB griego se contraiga 2,3% este año y un 1,3% el próximo año.

Y la interrupción provocada por otra ronda de votación no está ayudando.

“Nada está sucediendo en la esfera política y eso significa que nada puede suceder en la reforma de la economía”, dijo Ruparel.