Enrique Cangas tuvo la oportunidad de retratar al entonces cardenal Jorge Bergoglio antes de que se convirtiera en el sumo pontífice de la Iglesia católica.

(CNN Español) – A pocas horas de la visita del papa Francisco a EE.UU., Enrique Cangas, el fotógrafo argentino que tuvo la oportunidad de retratar al entonces cardenal Jorge Bergoglio antes de que se convirtiera en el sumo pontífice de la Iglesia católica, dice que ve hoy a un sacerdote mucho más sonriente.

Cangas autor del libro Padre Jorge a papa Francisco: el camino de un pastor con olor a oveja, explicó a CNN Radio que él venía retratando durante 10 años en silencio al papa Francisco cuando el mundo entero no lo conocía.

“Fue algo muy de Dios, que Dios fue poniendo en mi camino como hombre de fe, siempre vi en la fotografía una manera de evangelizar, llevar un mensaje, tratando de registrar la vida de la iglesia de los acontecimientos en la ciudad de Buenos Aires. Eso hizo que en muchos casos me encontrara con el cardenal Bergoglio y registrara algunas de esas imágenes”, explica Cangas.

De las más de 100 fotos que pudo captar del hoy papa Francisco, Cangas destaca las que se lo ve con la simplicidad que lo caracteriza y una en particular que recorrió el mundo: “Una de las imágenes o momentos que más me impactaron es cuando él se arrodilló en un acto ecuménico para que todos rezaran por él, que después claramente fue un gesto que se repitió en Roma y en otros actos”, cuenta el fotógrafo.

Cangas agrega que las fotografías que conserva se han convertido no sólo “en un tesoro de mucho valor, pero un tesoro que no tiene precio”, y explica que él debe administrarlo con “mucha responsabilidad”.

“Fue Dios quien escribió esta manera la historia y lo eligió a Jorge Mario Bergoglio que tantas veces se cruzó por delante de mi cámara”.

Entre las tantas cosas que ha descubierto Canagas sobre el papa Francisco dice es que hay un antes y un después cuando llegó a Roma.

“Antes en Buenos Aires era difícil encontrar esa foto de los rostros de hoy del papa Francisco, esa sonrisa plena y fresca. Antes me costaba mucho encontrarla. Tengo alguna que otra imagen donde él sonreía claramente pero no tanto como lo hace hoy con esa alegría tan plena y rebosante”.

Recuerda Cangas que el papa era siempre humilde. “Siempre me dio la sensación como que no le gustaba mucho que le anduvieran fotografiando, pero obviamente yo estaba tratando siempre de poder estar escondido por ahí, que no se diera cuenta. Nunca me dijo: ‘no me saques la foto por favor’. Pero en los acontecimientos así donde la gente pedía la foto con él, a veces accedía, pero me da la sensación que no estaba a gusto”.

Cangas explica que en varias ocasiones él se perdía en esa misma imagen del cardenal Bergoglio que él buscaba grabar para siempre. “Por momentos me olvidaba que tenía que sacar fotos porque me quedaba maravillado escuchándolo y más de una vez volví evangelizado”.

Escucha aquí la entrevista con el fotógrafo Enrique Cangas y sus anécdotas como fotógrafo del cardenal Bergoglio.

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